Capítulo 35

5K 287 76
                                        

Christian

—Así que éste es José Rodríguez— observo con recelo la fotografía que me ha sido entregada.

—Lo hemos confirmado, señor. Es él.

—¿Dónde fue?

Taylor titubea —Fuera de la casa de los Steele.

Maldito hijo de puta.

—¿Cuánto hará de eso?

—Hace una semana, señor— tiende otra foto a mí —Y ésta es de hace dos días.

La misma ropa desgarrada como si fuese un vagabundo, llevando consigo un carrito de supermercado cargado de basura. Nada estúpido. Ha encontrado el disfraz perfecto para pasar desapercibido en la zona, al menos para los residentes.

—¿Cómo saben que realmente es él y no una persona sin hogar?— Observo nuevamente la foto. Aunque no quiera aceptarlo tiene que ser él, no tiene pinta de ser una persona sin hogar.

—El informante lo ha reconocido— Responde.

—Quiero que lleves más seguridad ahí de nuevo— arrojo indiferente las fotografías sobre mi escritorio —Necesito que alguien se mantenga revisando las cámaras de seguridad 24/7, ya no semanal. Los quiero ahí todo el maldito día. Necesito que redobles la seguridad en la clínica, las únicas visitas que la señora Steele puede recibir son Anastasia y yo, nadie entra a menos que tenga identificación en mano y sea familiar— Abre la boca, intentando hablar —Me importa una mierda si alguien tiene inconvenientes, he donado el dinero suficiente para permitirme hacer mi voluntad.

—Señor, si me permite— pasa sus manos frente a él, cruzándolas —No creo que sea conveniente que más seguridad regrese a casa de los Steele. Quiero creer que él se ha dado cuenta que la casa, al menos por dentro, sigue siendo vigilada por la seguridad y eso está a nuestro favor, pensará que la Señora Steele sigue viviendo ahí y seguramente...— hace una pausa —seguramente va tras ella. Poner más seguridad sería ponerlo en alerta de que ha sido visto. Lo perderíamos de nuevo.

Joder, no lo había visto de esa manera. Desgraciadamente es preocupante.

—Tienes razón— Digo —Descártalo entonces, pero lo demás lo quiero en marcha. Tenemos que idear un plan lo más rápido para que logre entrar a la casa y sea atrapado ahí mismo, antes de que se dé cuenta que la señora Steele no vive ahí.

—Así será, señor.

—Y llama a Barney, que hackee las cámaras de seguridad de las residencias contiguas.

Asiente con la cabeza. —Señor— se interrumpe, su voz baja —¿Qué le digo a la Señorita Steele? Está dejando de creerse que no haya información nueva sobre Rodríguez.

Suspiro con pesadez, de verdad que la amo pero es imposible tratar de mantenerla en la seguridad que otorga la ignorancia. No quiero que intervenga en esto, ya ha pasado por mucho y no necesito que se atormente con más.

—Dile que hemos empezado a buscarlo en Portland.

—¿A quién han empezado a buscar?— Pregunta Anastasia entrando a mi oficina, sobresaltándonos. Mierda, guardo con rapidez las fotos.

Taylor voltea a verme nervioso. Ana nos observa intrigada, yo sólo espero que no haya escuchado toda la conversación.

—Sí me disculpan— Taylor se excusa, retirándose. Gallina.

Ana se vuelve hacia mi —¿Vas a decirme?

Alejo la silla del escritorio, invitándola a que se siente en mí regazo, acepta sonriente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 04, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Yo te amaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora