Me acerqué a él por la espalda, y me tomé la confianza de recargarme en la pared a mirarlo un poco, a decir verdad no era la única que lo observaba, pero probablemente si era la única que no conocía su nombre siquiera. Torcí un poco la boca formando una sonrisa, me causaba agrado toda esa tranquilidad que él emanaba aún cuando se sabía observado, la seguridad que presentaban sus movimientos, y hasta ese gesto de seriedad que llevaba en su rostro a cada momento... Llevaba ya un mes observándolo, sin embargo era incapaz de hablar con él, me resultaba imposible, y sí, claro que ya lo había intentado antes.
Al sonar la campana para salir, levanté del suelo mi mochila y comencé a caminar hacia la salida, pero no pasó mucho tiempo antes de que pudiera ver a Ino correr rápidamente hacia mi, a decir verdad sentí pesadez al verla, pero no quería ser grosera, habían pasado dos semanas desde que mi relación con Naruto Uzumaki terminó, y a pesar de que me había tomado el tiempo para dejar en claro que ya no quería nada con él, nuestros amigos y amigas se habían empeñado en volver a juntarnos. Aquello comenzaba a volverse tedioso - Tenten, Naruto dice que quiere hablar contigo - Dijo Ino en cuanto llegó a mi lado
- Dile que se ahorre la molestia porque se irá con las manos vacías - Dije mientras recargaba mi mochila en mi hombro derecho
- Vamos Tenten, el pobre está verdaderamente arrepentido, dale una última oportunidad - La miré de reojo y entonces fue que mi paciencia acabó
- ¿Está realmente arrepentido? ¿Como las últimas 3 veces? ¡No quiero volver a saber nada de él! Llévale el mensaje, dile que si no quiere tener que pasar por un rechazo inmediato, no vuelva a dirigirme la palabra siquiera - Ino me miró dudosa, y tenía toda la razón en dudar, yo había perdonado a Naruto una y otra vez durante los tres años de noviazgo que tuvimos, y a decir verdad, aun lo amaba como a nada y a nadie, pero ¡No! Ya no iba a dejar que se burlara de mi, esa había sido la última vez, me había tropezado tantas veces con la misma piedra que ya había aprendido a saltar. Vi a Ino hacer una mueca y salir corriendo en dirección contraria, probablemente para encontrar a Naruto y contarle.
Había caminado ya una cuadra cuando escuché el grito ensordecedor de Naruto - ¡Tenten! ¡Espera, quiero hablar contigo! - Gritaba mientras corría hacia mi... Ni siquiera me tomé la molestia de mirarlo, estaba segura que esa conversación terminaría muchísimo más rápido de lo que había comenzado. - ¡Tenten! ¿A caso no me escuchas? - Dijo tomándome del hombro, y con ese tono alegre tan típico de él.
- Naruto, deja de molestar, no importa lo que digas o hagas, yo ya no te creo nada - Solté sin mirarlo, sabía que si me atrevía a cruzar miradas con él, me rompería en mil pedazos y volvería a caer entre sus brazos, y si, seguramente el muy desgraciado lo sabía porque optaba por ponerse delante de mi una y otra vez, mientras que yo solo atinaba a alentar mi paso y sacarle la vuelta.
- ¡Tenten, escúchame! - Cambió el tono de su voz, ahora era mucho más seria, me había asustado y aprovechó mi reacción para tomarme del brazo con fuerza, lo levantó más arriba de la altura de mi cabeza haciéndome detener y me miró directamente a los ojos - ¿A caso no lo entiendes? ¡Te amo y te necesito conmigo! - Dijo con algunas lágrimas en sus ojos - Por favor Tenten, te amo - Comenzó a soltar mi brazo y a dejarlo caer con delicadeza - Entiéndeme, soy un idiota -
- ¿A penas te das cuenta de que me necesitas a tu lado? - Le dirigí la mirada más hermosamente cargada de odio que pude - Hoy que me voy. Hoy, después de tantos años vienes a salirme con que me necesitas... - Bajé un poco la voz, mis ojos actuaron solos, tuve por un momento en mi rostro una mirada de angustia y las lágrimas comenzaron a salir, entonces el coraje y el enojo regresaron, volví a levantar la voz - ¡¿Por qué no te diste cuenta hace un año, la primera vez que me engañaste? ¿Por qué no pensaste en que me necesitabas cuando te revolcaste con Temari? - Levanté la voz hasta donde ese nudo en la garganta me lo permitía - ¿Crees que soy estúpida?
- Tenten, yo sé que cometí un error pero... - Lo detuve antes de que terminara - ¿Un error? - Grité a forma de pregunta - ¿No querrás decir tres? - Lo miré directamente a los ojos, él desvió la mirada y se llevó una mano a la frente, como si estuviera cansado - ¿Qué más da cuántos errores cometí? Estoy realmente arrepentido, te necesito, te amo, te quiero, venga pastelito -
- ¡Ni pastelito, ni perdón, ni te amo, ni nada! - Grité mientras jalaba mi brazo hacia atrás para terminar de liberarme de su agarre - Aléjate de mi, no quiero volver a verte jamás, y si nos vemos o nos encontramos, ya sea en una fiesta, en los pasillos del instituto, en la calle o en el centro comercial, solo ignorarme, porque eso es lo que haré yo, para mi estás muerto Uzumaki, MUERTO, no quiero volver a pasar contigo un solo segundo más - Grité antes de intentar salir corriendo, sin embargo la mano de Naruto volvió a detenerme.
- Tenten yo - De pronto una motocicleta color negro se detuvo frente a nosotros, y pude ver un par de lentes negros que hacían juego con el rostro de piel perlada, casi blanca de aquél chico al que había estado observando durante un mes entero
- La chica te ha dicho que la dejes en paz, amigo... Yo en tu lugar la escucharía - Dijo mientras se bajaba tranquilamente de la motocicleta.
- ¿Y tú quién te crees para venir a decirme qué hacer? - Dijo Naruto enderezándose una vez más, tal vez para parecer más fuerte, tal vez para lucirse un poco y asustar al chico motociclista, pero su compostura no duró mucho tiempo, justo después de que Naruto terminase de hablar, llegaron dos motocicletas más, aunque esta vez los chicos en ellas tenían (además de lentes oscuros) cascos y me era imposible identificarlos... Naruto y el chico de la moto discutían, Naruto gritaba mientras el otro chico solo sonreía y decía frases cortas, seguras, frías y hasta amenazantes.
No pasó mucho tiempo antes de que los dos muchachos recién llegados de las motocicletas bajaran y se quitaran los cascos - Neji, me llevo a la chica de aquí, no quiero meterla en problemas - Dijo un muchacho de cabello negro azabache, mientras que el chico, ahora conocido como Neji, solo movió la cabeza de forma positiva.
- Te la encargo Sasuke. - Dijo Neji, mientras Sasuke me jalaba un poco del brazo y me hacía caminar hasta la motocicleta, una vez que él se subió, me indicó que yo hiciera lo mismo - Abrázame - Dijo encendiendo la moto, sentí como la sangre se me subía hasta la frente - Quita esa cara de vergüenza, solo lo harás porque no quiero que te mates en el camino - Dijo Sasuke... "Narcisista" pensé molesta, lo abracé y él arrancó la moto, a decir verdad estaba segura que íbamos a matarnos...
LIZETH HINOJOSA.