MY BUSINESSMAN.

5 0 0
                                    

Habían pasado ya cuatro meses desde aquél día en que Neji llegó para alejarme de Naruto y que terminé por irme con él, dejando atrás al hombre que yo tanto había amado y yéndome con ese que me protegía, me quería y me acompañaba.

Las cosas no habían sido sencillas, Naruto se había empeñado en llamarme una y otra vez, día tras día, para intentar arreglar las cosas y aunque la propuesta me resultaba cada vez más tentadora, mi interés por Neji había ido aumentando a tal grado que había aprendido a ignorar el 60% de las llamadas de Naruto.

¿Y Sasuke? Bueno, Sasuke era historia de otro cuento. Él había ido desapareciendo poco a poco, se había difuminado entre los dolores de un sueño y las ilusiones ya perdidas, Sasuke había terminado por irse y junto a él se marchó Hinata. No era una sorpresa y tampoco resultaba impresionante que aquellos dos hubiesen aprendido a llevarse tan bien como para entablar una relación... O más bien, que yo no hubiese querido darme cuenta que ellos ya estaban tan bien conectados que habrían podido tener una relación en cualquier momento si tan solo yo no hubiese estado allí, confundiéndoles las ideas y alborotándoles el corazón.

Me levanté de la cama con la simple idea de tomar un chocolate caliente, y tal vez comer una pieza de pan, aunque había dejado de comerlo hacía tiempo ya que los cuidados y las atenciones que Neji me ofrecía no eran exactamente simples... Eso de ir a cenar a restaurantes de lujo o viajar en aviones privados no había resultado nada sencillo para mí... el hecho de subir al avión y ver a todas esas chicas de cabello largo, cuerpos delgados y facciones perfectas mientras quebyo era más bien una mujer de cabello corto, con una que otra lonjita (Que Neji jura jamás haber notado) y ojos grandes, había vuelto mis viajes más incómodos de lo que parecía aunque claro está, Neji jamás supo que aquellas eran las razones de mis cambios pero, tampoco era como que planeara decírselo... si lo hubiera hecho probablemente él me habría regañado y zangoloteado hasta que los líquidos de mi cerebro hubieran dejado al mismo impecable y sin rastro alguno de molestia ante aquellas mujeres. Pero eso no era lo que yo quería ¡NO! Si iba a estar con un hombre como Neji, tenía que ser una mujer a la altura... Aunque, he de admitir que algunas veces, mientras me decía a mí misma aquello, por mi cabeza se cruzaba el recuerdo borroso de aquél hombre de cabello oscuro y piel perlada que era, de la misma manera que Neji, un hombre de negocios, de altura y estabilidad económica y socialmente espectacular.

Mi celular sonó y casi me tiro la leche caliente encima; por suerte pude reaccionar antes y evitar el doloroso incidente... Corrí hasta el cuarto, tomé el celular y contesté.

- ¡Neji! - Dije con alegría

- ¡Tenten! - Contestó él, imitando mi voz

- No seas tonto - Me reí un poco - ¿Qué pasa?

- ¿Quieres acompañarme hoy a una cena?

- Claro ¿Hay alguna clase de vestido especial que debería usar? - Sabía que Neji era bueno en eso de escoger mi ropa y él no dudaba un solo segundo antes de gritar cosas como "El vestido negro que tiene..."

- No - Me sorprendí - Mejor espera, pasaré por ti en dos horas y te llevaré a comprar un vestido

- ¿Tan especial es? - Pregunté entre risas.

- Sí, es la inauguración de una empresa que mi padre ha construido con el apoyo de uno de sus colegas más reconocidos... Quiero que te veas preciosa, aún más de lo que ya eres - No pude evitar sonrojarme ante aquél comentario

- Vale, iré a bañarme y me pondré algún vestidillo para no verme tan fuera de lugar cuando me lleves por el vestido

- Me gusta esa idea - Respondió él - Te cuelgo, princesa. Tengo que ir a supervisar que los platillos y las bebidas estén en perfecto orden

Choice of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora