Llevaba toda la semana preguntándome qué clase de persona sería, qué tipo de tonterías haría y si yo podría acercarme algún día. Llevaba noches durmiendo sin descansar y sintiendo cómo mi cuerpo se hacía cada vez más y más pequeño, volviéndose incapaz de contener algo tan grande.
La invité a pasear conmigo en la cuatrimoto... Era fastidioso darme cuenta de la enorme diferencia que había entre un muchacho como Sasuke y uno como yo. Él parecía no tener ninguna clase de problema en acercarse a una mujer, mientras que a mi me resultaba un tanto más complicado, me era difícil comunicarme con las personas, así de sencillo... Conduje por un par de minutos, cuando nos hubimos alejado sificiente de las personas y el bullicio detuve la cuatrimoto para poder bajar a platicar. Bajé de la cuatri' y la ayudé a bajar también.
La tomé de la mano y la invité a caminar conmigo por la orilla de la playa, sintiendo la arena en nuestros pies y el agua golpeando a gotas nuestros rostros. Ella me siguió, casi fiel, como si confiase completamente en mi, y yo agradecí a Dios por permitirme la confianza de aquella, mi tan pensada mujer.
Nos detuvimos frente a una roca enorme que sobresalía del mar, azomándose entre el agua. Parecía una pequeña isla - ¿Quieres ir? - Pregunté señalando la roca
- ¡Claro! - Gritó Tenten antes de echarse a correr aún tomada de mi mano, me jaló un poco y entonces me adelanté a ella, como mostrándole que yo debía ir al frente. Yo quería cuidarla, protegerla... Al llegar a la roca habíamos caminado ya un metro y estábamos mojados hasta las rodillas, el vestido de Tenten goteaba del filo de la falda. Subí a la "isla", ayudé a Tenten diciéndole dónde podía pisar y dónde no.
Una vez arriba comencé a buscar con la mirada - ¿Qué buscas? - La escuché preguntar
- Una estrella de mar - Contesté y ella puso una de sus manos en mi hombro
- ¿Eso existe siquiera? Quiero decir, solo las he visto en películas y en algunos documentales - Dijo ella
- Loca - La miré y sonreí - No busco esa clase de estrella - Reí un poco al ver si rostro de incomprensión - Ya verás, pequeña - Dije antes de continuar mi búsqueda, no sin antes fotografíar mentalmente ese rostro sonrojado que había logrado obtener después de llamarla "pequeña"... Tenten se sentó en la orilla de la roca con los pies dentro del agua. Verla ahí sentada me hizo sentir realmente agradecido - ¿Qué te parce si entramos? - Pregunté señalando el mar
- ¡Me parece excelente! - Contestó Tenten quitándose el pequeño vestido de playa y colocándolo en un pico que sobresalía de la roca para quedar solo con su bikini, sentí mi sangre recorrer todo mi cuerpo para acumularse en mis mejillas. Me adelanté tres pasos para evitar que ella me viese todo colorado, la tomé nuevamente de la mano y por un momento pensé que ella se soltaría de mi agarre molesta pero no fue así... - Está algo fría ¿No crees? - Preguntó Tenten lanzándose de un pequeño brinco al mar
- Creo que sólo está fresca - Al contestar le dediqué una pequeña sonrisa
- ¿Sabes, Neji? - La miré esperando que continuase - A veces... - la vi titubear - a veces te veía con los demás, ustedes siempre estaban en el jadrín, pero no recuerdo haber visto a Sakura o a Hinata ni una sola vez - Sonreí, me sentí halagado al pensar que tal vez Tenten me había estado observando por algún tiempo, pero mis ilusiones se esfumaron tan rápido como llegaron. Recordé que Sasuke (La persona con la que ella mejor se llevaba de nosotros) también estaba incluido en ese "Los demás"
- Bueno, Hinata suele estar ocupada con sus estudios y Sakura se la pasa con sus amigas - Le expliqué la situación.
Mientras hablaba no noté el hecho de que ella me había soltado la mano, pero justo cuando me quedé callado Tenten comenzó a lanzarme agua en el rostro... al principio me sentí ignorado y caí en la cuenta de que no tenía su mano en la mía, pero después comprendí que era una invitación al típico pero nada aburrido juego de alberca en el que las personas le lanzan agua a los que están secos. Comencé a hacer lo mismo y después de algunos minutos me encontraba empapado.
- Creo que olvidaste quitarte la camisa - Dijo Tenten señalándome
- No lo creo - Contesté, era consciente de que tenía la camisa puesta, pero no quería quitármela
- Venga, quítatela - Dijo mientras tomaba el filo de mi camisa e intentaba subirla, comencé a reír, sus dedos me hacían cosquillas en el estómago... Al final terminé cayendo de sentón el agua y mi camisa se fue entre las manos de Tenten, me levanté y ella dirigió su mano directamente a mi pecho... Se veía como una niña pequeña, estaba tan interesada en la cicatriz que tenía que parecía estar hipnotizada. - ¿Por eso no querías quitártela? - Preguntó y yo sonreí.
- Si... - Contesté y pude ver cómo el interés de Tenten aumentaba en sobremanera
- ¿Qué te pasó? - La miré, solté un pequeño suspiro y expliqué
- Verás, mi padre es el dueño de una empresa muy grande, por lo que siempre hay gente tras su dinero... - tomé aire para poder continuar - Hace cuatro o cinco años un hombre entró a mi casa por la noche. Yo estaba despierto, así que me percaté de ello, salí de mi recámara sin precaución, el hombre estaba frente a mi puerta, giró hacia mi e intentó encajar el cuchillo en mi pecho, por suerte pude reaccionar y lo tomé del brazo... sin embargo él consiguió clavar la punta y hacerla cortar mi pecho de hombro a hombro. - Quise reir al darme cuenta de cuántas reacciones diferentes causaba mi historia en ella, en su hermoso rostro y en ese cuerpesito que a saltos y temblores me decía que estaba preocupada - En el hospital me atendieron bien y lograron borrar un poco la cicatriz, pero les fue imposible desaparecerla por completo... Mi padre está dispuesto a pagar una cirugía, pero no me gustan las anestecias... - Reí ante mi propio comentario, Tenten llevó sus manos hasta mi cabeza, las colocó en mi nuca y me jaló un poco hacia ella.
Tenten me estaba abrazando y el ruido de mi corazón palpitando no me permitía pensar bien. La alejé un poco, la tomé de la cintura, acerqué mi rostro al de ella, sentía su respiración golpeando mi cara, su aliento a menta y veía sus mejillas coloradas... a decir verdad me encontraba dudoso, pero no quería detenerme así que froté un poco su nariz con la mía sus y al ver que ella no se alejaba hice un pequeño roce entre nuestros labios. Temblé, tal vez por emoción, tal vez por miedo, quizá solo por curiosidad y probablemente por amor. La miré directamente a los ojos y en un momento... Nos estábamos besando.
Ella correspondió rápida y correctamente a mis acciones. Pasaron algunos segundos cuando la coherencia me agarró a patadas. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¡ELLA A PENAS ME CONOCÍA! Seguro se asustaría, incluso era probable que ella estuviese enamorada de Sasuke ¡Joder! Si a Sasuke le gustaba ella, yo habría traicionado a mi amigo ¡A mi mejor amigo!, De verdad era un idiota, un idiota bien hecho... La tomé por los hombros, la alejé un poco y la miré directamente a los ojos. Quería guardar esa imagen, quería poder recordar siempre cómo se veía ella la primera vez que la besé, no quería olvidar ni un solo detalle.
Volví a tomarla de la mano, fuimos por su vestido, subimos a la cuatrimoto y comencé a conducir lo más rápido que podía, estaba realmente frustrado. En menos de diez minutos nos encontrábamos otra vez con Sasuke y los demás, Tenten me tomó por la espalda, me giré hacia ella, por un momento pensé que ese podía ser el comienzo de algo bueno, de algo maravilloso y justo cuando ella abrió la boca, vi a Sasuke tomándola de la mano para invitarla a bajar de la cuatrimoto...
LIZETH HINOJOSA.
