THE KING.

5 0 0
                                    

Cuando salí y vi el coche de Neji estacionado frente a mi casa estuve a punto de atragantarme con mi saliva así que me detuve un momento para intentar asimilar. Neji se paró a mi lado y me miró bastante entretenido, le contesté con una mirada de total desentendimiento y él solo se limitó a sonreír de manera tierna, me tomó de la mano y sentí como mi cuerpo reaccionaba con un escalofrío mientras que mi mente parecía experimentar una sobrecarga de energía... El tacto de la mano de Neji resultaba agradable, era suave y fuerte a la vez, cálida, amable, tranquila, y hasta un tanto confusa... No me di cuenta en qué momento sucedió pero en cuanto regresé a la realidad me di cuenta que estaba entrando a tropezones en el auto. Una vez arriba Neji cerró la puerta y rodeó el automóvil para entrar por la otra puerta, encendió el carro y me miró un poco, como esperando que comenzara una conversación o algo parecido pero yo me encontraba demasiado nerviosa para hablar con él o tan siquiera para verlo.

- ¿Qué? No me digas que de pronto perdiste la capacidad para hablar - Dijo Neji en un tono bastante burlón.

- ¿Qué auto es? - Me encontraba demasiado abstraída para mantener una plática coherente, lo escuché soltar una risita y me avergoncé en sobremanera.

- Es un Audi r8 spyder.

- ¿Es tuyo? - La pregunta a simple vista me parecía un tanto estúpida.

- No, es de mi padre - Miró el volante por unos segundos y continuó - Yo no compro autos, prefiero por mucho las motocicletas - Comenzó a conducir y sus ojos se mantuvieron entretenidos en el camino - Pero mi padre dijo que era más apropiado venir por ti en un coche... ¿Crees que estuvo bien?

- Tu padre debe ser un hombre bastante sabio, entonces - Neji abrió un poco los ojos, demostrando un poco de sorpresa antes de echarse a reír.

- Lo era - Lo miré un tanto asustada - Mi padre falleció hace cinco años y fui adoptado por el padre de Hinata, pero él siempre me dijo "Cuando encuentres a la mujer que mueva a tu corazón y detenga tu cerebro deberás darle todo lo que no le darías a otra" - Neji parecía abstraído en sus pensamientos - Decía eso y otro montón de cursilerías acerca de una mujer perfecta, parecida a mi madre - Y entonces me dedicó una mirada fugaz, una de esas que matan de a poco - Y ya te encontré - Mi corazón saltó y mis ojos quisieron llenarse de lágrimas.

Me mantuve en silencio y lo observé cuidadosamente como aquellos días en que me recargaba en la pared del instituto y lo miraba: la verdad era que él no había cambiado, seguía pareciendo correcto y pulcro incluso mientras conducía o hablaba conmigo, se veía siempre reservado y sereno pero lo cierto era que dentro de él existía todo un universo de misterios sin resolver... No me había percatado que estaba mirándolo directamente hasta el momento en que él volteó un poco el rostro y me miró rápidamente para después regresar la vista al camino. Noté cómo un leve color rosa se iba apoderando de sus mejillas - Deja de hacerlo - Dijo él y yo me sentí totalmente confundida.

- ¿Qué cosa? - El color rojo iba avanzando poco a poco: primero sus mejillas, después sus cachetes, siguiendo por sus oídos y terminando por cubrir su cara entera.

- Mirarme fijamente - Ahora era yo quien se sonrojaba - Llevas rato haciéndolo... ¿Puedo preguntar por qué? - Sonrió - No es que me desagrade, pero si lo haces de esa manera tan interesante me pone de nervios.

- Recordaba - Contesté y giré mi cuerpo para poder observar por la ventana.

- ¿Qué recordabas? - Me quedé callada con la intención de informarle que el tema me resultaba incómodo y al parecer él captó el mensaje porque solo siguió manejando y no se preocupó en insistir... Pero ¿Qué se suponía que yo respondiera a eso? ¿"Recordaba que cuando comencé a observarte a escondidas, siempre llevabas el mismo semblante frío y serio y que eso hizo que de a poco me fuera enamorando de ti"? ¡No, jamás la vida!

Choice of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora