Podía escucharla hablar, sí, ahí estaba el bullicio de su voz, pero no había nada más que eso, solo ruido, no podía comprender lo que decía, era imposible el conectar una palabra con otra cuando ella no paraba de mover la boca, la miré como si estuviese diciendo algo interesante y poco a poco fui bajando mi rostro, luego continué por descender mi cabeza y recostarla en mis brazos mientras repetía continuamente "¿Enserio?" "¿De verdad?" intentando de esa manera no parecer del todo grosera... Mientras ella discutía Dios sabrá qué cosa, comencé a caer entre los brazos de Morfeo y entonces sentí una vibración en el bolcillo derecho de mi pantalón, chasqueé con la boca y saqué el celular, miré a Ino y le sonreí mostrándole el celular, ella hizo una mueca y yo salí del salón un tanto aliviada.
- Diga - Contesté la llamada.
- ¿Tenten? - Escuché su voz y mi piel se erizó.
- Sasuke ¿Qué pasó?
- Pues nada interesante, solo quería decirte que te estaré esperando en la entra del instituto a la hora de salida ¿Vale? Adiós - No me dio tiempo a responder, ni siquiera a respirar.
Suspiré con cansancio y giré sobre mis talones, resignada ante la idea de tener que soportar a Ino y su interminable charla sobre los problemas de sus amigos...
Llegó la hora del descanso y pude ver a Neji sentado en una de las bancas del patio, me dispuse a saludarlo, me acerqué un poco y entonces pude ver un cabello color rosado que se asomaba entre las líneas verticales de los árboles.
Mi corazón comenzó a latir, pero no parecía ser nada realmente importante, en realidad me sentía un tanto emocionada, me moví rápidamente y terminé escondida detrás de del salón de Neji, a unos cuantos metros de la banca donde se encontraba él sentado con Sakura.
- Ya me enteré.
- ¿El qué?
- Que te gusta Tenten.
- ¿Cómo lo supiste?
- ¿Crees que no te conozco? Me doy cuenta por cómo la miras, siempre parece ser ella el centro de todo tu mundo.
- Claro, mis ojos siempre contándote todo ¿no?
- Bueno, es que conozco esa mirada.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque así me mirabas a mí.
Mi corazón se detuvo por un instante antes de dispararse en una carrera contra la razón; mi cara se puso roja como un tomate, mis manos y piernas comenzaron a fallar, sentí el impuso de salir e interrumpirlos, pero no, fueron mis intenciones las que se interrumpieron al escuchar el sonido del timbre, al regresar del mundo abstracto de mis pensamientos corrí hasta el salón donde pasé las horas intentando vanamente de distraer mi mente.
La maestra terminó la clase y yo fui la primera en salir, ansiosa por ver a Sasuke y alejar de mis pensamientos la conversación recién escuchada y la chillona voz de Ino de mis tímpanos.
Llegué a la entrada y ahí estaba él, rodeado por tres chicas con diferentes características corporales. Él me vio y me sonrió, enseguida pude sentir las miradas asesinas de sus acompañantes.- Nos vemos - Dijo sin siquiera mirarlas
- ¿Ya te vas? - Preguntó una de ellas
- Que sí - Dijo Sasuke y la chica torció la boca molesta
- ¿Por qué? ¿Tan importante es? - Preguntó señalándome
- Sí. - Respondió Sasuke y caminó hasta estar a mi lado, lo miré entre asombro y vergüenza, entonces él me quitó la mochila de la espalda y la puso sobre su hombro derecho.
- ¿Nos vamos? - Preguntó y yo solo asentí con la cabeza, las chicas seguían mirándome y no pude evitar sentirme mal, bajé la cabeza y me sonrojé un poco - No les hagas caso - Me tomó por la cintura y yo sentí cómo mis piernas intentaban desconectarse de mi cuerpo - Si le pones tanta atención a la gente, nunca vamos a poder salir juntos de la manera correcta - Giré un poco mi rostro para mirarlo, él parecía no entender el concepto de lo que acababa de decir, pero evité hacer comentarios.
El camino a casa de Sasuke fue realmente tranquilo, me mantuve en silencio, a decir verdad no estaba de ánimo como para salir con él, pero prefería aquello a estar todo el bendito día metida en mi casa sin alguien con quien pasar el tiempo... Al llegar, a la entrada de la casa, Sasuke se detuvo y giró sobre sus talones para mirarme.
- Muy bien, ahora, escúchame bien - Sonaba más serio de lo normal, moví mi cabeza y lo miré directamente - Tenten. Me estoy enamorando de ti, no sé por qué ni por cuánto, no sé si duela o si pueda hacerte feliz, ni siquiera puedo asegurarte mi amor eterno, porque no soy así. Porque para mí la vida tiene una muerte y todo inicio tiene un final, así de simple, pero sí puedo decir, asegurar, jurar que mientras dure esto, yo te querré más allá del mal porque en el bien cualquiera puede, pero yo quiero quererte allá donde nadie se atreve, quiero quererte en la sombra.
Sasuke hizo una pequeña pausa para mirarme directamente a los ojos y entonces volví a verlo, ese vacío, esa pobreza de felicidad, vi la oscuridad que guardaba en su alma y mi alma tembló, tenía miedo de quererlo, de que me quisiera, pero ya no podía hacer nada. Sasuke me había atrapado.
- Quiero que seas mía - Siguió hablando - y sé que hay otro que está enamorado de ti, no sé quién, pero soy consciente que él está por ahí. Pero... - Mi corazón estaba rompiéndose a cada palabra, mi mente se venía abajo igual que toda la fuerza que creí haber conseguido cuando me libré de Naruto y entonces pude sentir mi alma debatir con mi corazón, ante la idea absurda de volver a querer, de volver a sentir, de atreverme a vivir - Yo no quiero enamorarte - Eso dolió, dolió como una puñalada al corazón - No Tenten, no quiero enamorarte porque yo sé que me amas, lo sé porque no existe soledad sin compañía ni negro sin blanco, lo sé porque cuando me miras la luz aparece frente a mí y lo sé porque si no lo hicieras me habrías detenido desde el principio... Lo sé porque si no me amaras no me habrías dejado besarte.
- Tú no me has besado
- Aún - Sentí el golpe suave de su mano en mi nuca y la colisión de sabores, olores, sentimientos, sueños e ilusiones que sus labios causaron en los míos... Y entonces cerré los ojos para corresponderle, y así fue, le correspondí como nunca había hecho, como ni Naruto había podido. Su mano acarició mi cabello y terminó por rozar mi mejilla - Porque si no lo hicieras no lo habrías permitido - Dijo Sasuke hablando con sus labios aun tocando los míos.
- ¿Que me besaras?
- No, que te enamorara - Sonreí como tonta, le acaricié el rostro y entonces la imagen de Neji golpeó mi memoria, bajé la mirada y pude ver las lágrimas apareciendo en la orilla de mis ojos.
- Vale, ahora escúchame tú a mi.......
Lizeth Hinojosa.