La escuchó llegar, conocía sus pasos mejor que nadie y sabía perfectamente que ella estaba ahí, dudosa entre tocar la puerta o llamarle al celular así que tomó su camisa, se la puso, fue hasta la puerta y le abrió... Él la recibió con la misma cara de siempre, esa que él estaba acostumbrado a poner, ella por otro lado lo encontró con una hermosa pero tímida sonrisa.
- Adelante - Dijo él intentando no pintar una sonrisa como la de ella.
- ¿Estás viviendo solo, en un apartamento como este? - Ella miraba el lugar de arriba abajo, sorprendida - ¡De verdad que te gusta exagerar!
- Puedes acomodarte en el cuarto que está a lado del baño, yo estoy durmiendo en el que se encuentra al final del pasillo - Dijo él al momento que levantaba la maleta de la chica para poder llevarla a su recámara - Dime Hinata... - Hizo una pausa que a ella le molestó en sobre manera - ¿Cómo está ella?
- Bien, mejor de lo que esperas - La molestia la había hecho dejar de tartamudear - Neji ha estado cuidándola bien - Lo vio con una mirada turbia, cargada de odio y de ternura al mismo tiempo, él se sorprendió al encontrar en ella una mirada como esa - Vaya que Tenten te ha vuelto loco ¿No, Sasuke? - Entraron en la recámara.
- Claro que no, no seas idiota - Lo había hecho molestar - Yo no soy la clase de imbécil que le llora de esa manera a una mujer, además, no es como si la hubiese perdido - Ella al escuchar sus palabras sonrió tristemente
- Por ahora - Sentenció Hinata y Sasuke la miró un tanto sobresaltado - Neji está dispuesto a estar con ella y a Tenten no parece molestarle - Sasuke soltó una pequeña risa y eso la molestó aún más - Lo cierto es que Neji es un hombre muy diferente a ti - Continuó haciendo esa sonrisa burlona desapareciera completamente del rostro de su acompañante. Ella notó que aún tenía el poder en muchas de las cosas que sucedían en la vida de Sasuke Uchiha - Él es cariñoso y tranquilo, un hombre que tiene el corazón lleno de amor, contrario a usted que parece tener un hoyo negro en el pecho - No pudo evitar señalar el pecho de Sasuke - Neji tiene una mirada suave, una de esas que usted, señor, jamás ha sido capaz de dedicarle a nadie - Hablaba como la señorita que se le había enseñado a ser hasta que su voz comenzó a quebrarse - Él es un hombre que ama, que permite que le amen, que no tiene miedo, él está tan lleno de vida que puedes notar cómo sus manos vibran y en su pecho arde un fuego que tú no podrás tener jamás, Neji es muy distinto a ti, ¡Es TODO lo que tu jamás llegarás a ser!
- Y aun teniéndolo a él a un lado, fue de mi de quien te enamoraste - Los ojos de Hinata no soportaron más y comenzaron a deshacerse en lágrimas. - Aun así te enamoraste del que odia, del frío, del que no será jamás lo que tú quieres que sea y por ello que sé que no he perdido a Tenten - Hinata tapó sus ojos en un intento por detener sus lágrimas y fue caminando hacia atrás hasta que su camino se agotó y quedó pegada a la pared - Verdad es que Neji es un millón de veces más bueno que yo, pero Tenten y tú tienen tanta bondad en el alma que les es imposible alejarse de aquellos que apenas tienen luz en los ojos.
- Lárgate - Le señaló la puerta y sus lágrimas se detuvieron al instante - ¡Lárgate ya! - Gritó con tanto enojo que estaba segura que Sasuke había pegado un brinquito - ¡Eres un imbécil! ¡Estás vacío! - De pronto sintió cómo las manos de Sasuke la tomaban por los hombros, destapó sus ojos, levantó la mirada y tuvo la sensación de que su corazón quería encogerse al ver esos negros ojos frente a ella.
- Mírame entonces - Le dijo él - Mira lo vacío que estoy, mira cómo la oscuridad me consume por dentro - Ella intentó apartar la mirada - ¡Mira la estupidez de la que te enamoraste! - La sacudió para volver a llamar su atención.
- ¡Ya basta! - Suplicó mirándolo a los ojos en un intento por hacer que parase - Detente
- ¡Entiéndelo ya! - Gritó Sasuke - ¡Estaba tan malditamente enamorado de ti que no pude quedarme a tu lado! - La soltó y vio como ella se abrazaba a si misma - ¿No entiendes que dejé de amarte por tu propio bien?
- ¡Yo no quería que me protegieras! - Sasuke abrió los ojos como platos ante la sorpresa de que ella fuera capaz de debatir contra él en el tema del amor - Yo no quería a este Sasuke - Continuó - ¡Yo quería al Sasuke que lastima, al que hace daño! - Le lanzó un golpe al pecho y supo enseguida que solo lograría hacerle cosquillas mas sin embargo era tal su liberación al golpearlo que continuó haciéndolo - ¡Yo no necesitaba que me protegieras, solo quería que me amaras, eso era todo lo que pedía! - Dejó de golpearlo y sintió cómo su cuerpo iba rindiéndose poco a poco hasta caer al suelo - Ella no va a caer... Ella no va a amarte - Le lanzó una mirada retadora, una de esas que ni ella sabía que tenía - Te vas a quedar solo y por fin vas a ver lo imbécil que fuiste al abandonar a la chica que amabas, al dejar por segunda vez un amor puro...
- Hinata ¿No lo entiendes? Un corazón puro necesita un amor negro, alguien que lo lastime, que lo hiera, que lo tome y lo abandone constantemente, por eso es que viniste a buscarme ¿No es así? - Sasuke se puso en cuclillas para poder mirarla a la cara, la tomó de la barbilla para hacer que ella lo mirase y apagó con un solo vistazo aquella llama de rebeldía que poco antes había aparecido en los ojos de Hinata - Dime ¿No te sentiste aliviada? - Las lágrimas volvieron a aparecer en los ojos de ella - Deja de mentirte a ti misma... Hinata, eres más egoísta de lo que todos creen ¿Verdad? Lo único que pensaste en cuanto vine a Francia fue que yo estaría lejos de Tenten y que iba a olvidarla ¿Estoy equivocado? - Ella negó con la cabeza, él la soltó y se levantó del suelo - Estoy seguro que al igual que tú, ella tampoco me olvidará - Se dio la vuelta y salió del cuarto sintiéndose satisfecho.
Había pasado la noche llorando y ahora su rostro estaba hinchado, dolorido y hasta un tanto rojo. Él por otro lado había pasado cada segundo deseando jamás haberle dicho aquellas cosas... Deseaba no haberse equivocado, anhelaba correr a abrazarla y pedirle perdón pero no, una vez más, la idea de que ambos estarían mejor si evitaban juntar sus corazones podridos le resultaba lo más coherente, lo más saludable... lo menos doloroso. Él odiaba hacerle daño y se odiaba por tener esa extraña necesidad de protegerla, cuidarla y defenderla incluso de él mismo.
- ¿Dormiste bien? - La escuchó detrás de él y su corazón pegó un brinco
- Claro. - Contestó él, escondiendo su rostro de ella.
- ¿Quieres desayunar? - Le puso una mano en la espalda y entonces Sasuke sintió cómo su escudo se desmoronaba - Yo hago la comida, te espero en la cocina - Le dio la espalda y un escalofrío le recorrió la misma cuando él la abrazó.
- Perdón - Le acarició el cabello - Lamento haberte maltratado. Perdón, de verdad siento haber gritado. No quise ofenderte ni lastimarte... No quería herirte pero no logro dejar de hacerlo, siempre estoy haciéndote daño y es eso lo que quiero evitarte al alejarte de mi. Necesitas encontrar a alguien que te ame como tú mereces, que te llene y te haga sentir viva. Alguien que no tenga un hoyo negro en el pecho - Le besó la mejilla y ella no pudo evitar pintarle la mano en el rostro.
- Tú me haces sentir viva ¡Entiéndelo! -Lo vio tocar su cachete, estaba más que asustado. Todo el rostro de Sasuke gritaba terro, parecía haber visto al mismísimo diablo... Era la primera vez que ella lo golpeaba con tanta fuerza, la primera vez que una cachetada se plasmaba en el perfecto rostro de aquél hombre al que ella tanto amaba. - Crees que me conoces todo ¿no? Pues no, Uchiha, yo voy a demostrarte que no sabes nada de mi - Se levantó un poco dando un pequeño salto para poder alcanzarlo... Se lanzó clavando sus labios en los de él.
LIZETH HINOJOSA.