Al escucharlo sentí cómo la esperanza regresaba a mi
- ¿Estás loco? - fingí molestia - Es mi amiga, estuvo enamorada de mi y tú eres demasiado viejo para ella - continué con mi regaño y vi cómo Itachi comenzaba a molestarse poco a poco - ¿Me estás diciendo que viniste hasta Francia sólo para escupir una sarta de estupideces?
- Estoy diciendo que vine avisarte porque ella es tu amiga. Sólo por éso -trató de defenderse
- No, viniste aquí para ser mandado de regreso como un chiquillo de 10 años que pide a su madre un juguete demasiado caro. Eres más idiota de lo que pareces - Vi en su mirada cómo explotaba
- Estoy decidido y no puedes evitarlo, Sasuke. - Ahí estaba. Era mi momento
- No puedo evitarlo ¿Dices? Perdona, Itachi, pero ¿Desde cuándo en ésta familia se puede tomar una decisión propia? Necesitas mi aprobación para obtener la de Madara y lo sabes - Lo escuché chasquear con la boca y supe que había dado en el clavo
- Maldito mocoso. Dime que demonios quieres - Le mostré mi sonrisa arrogante antes de responder. Ésta era la primera vez en años que Itachi necesitaba de mi para lograr algo e iba a sacar provecho de aquello...
- Déjame casar con Tenten.
- ¿Estás chiflado? - Itachi se levantó de la silla, pero yo no me moví ni un milímetro. Itachi tenía un objetivo y haría lo que fuera por lograrlo, lo sabía.
- Sí, lo estoy - Lo reté con la mirada - Si quieres casarte con Sakura Haruno vas a tener que aprobar mi matrimonio con Tenten - Itachi sonrió y sentí a mi alma se tambalearse. Su seguridad había vuelto y éso no era bueno.
- Lo haré - dijo y yo estuve a punto de gritar de la emoción, pero no, nunca frente a él - Voy a aceptar tu matrimonio con Tenten si logras quitárselo a Neji Hyuga. Una vez que logres arrebatarle al Hyuga su tesoro, yo aceptaré tú matrimonio sin chistar - Sonreí, extendí mi mano hacia Itachi
- Un Uchiha nunca retira su palabea, lo sabes - El ceño de Itachi se frunció
- Mocoso hijo del diablo. Tienes la sonrisa misma de un demonio - Me dijo antes de sonreír de vuelta
- Los demonios también tienen hermanos. No creas que yo soy el único con ésa sonrisa - Estrechó mi mano y ambos nos retiramos
____________________
Lo escuché de los labios de Sakura: Sasuke estaba en camino a Konoha
- Perra mentirosa - Estaba enojada, quería matarla ¿Cómo se atrevía a jugar así con los nervios de los demas?
- No estoy mintiendo, Tenten. Te digo que viene en camino, hace dos semanas salí con su hermano mayor en una cita para matrimonio y hoy me llamó para decirme que Sasuke, él y yo saldríamos juntos mañana ¡Te lo juro! - Un nudo se formó en mi garganta. Le creía. Sakura jamás me haría algo así ¿Verdad?
- Vale, gracias por avisarme, pero mi novio va a molestarse si se entera que viniste hasta mi casa sólo para contarme ésto - Le abrí la puerta en señal de que quería que se fuera de mi casa
- ¡Socarrona! Te dejo para que tu cerebro lo procese, pero no digas que no te advertí - Sakura se fue y yo no pude hacer más que caminar hasta el centro de la sala y desplomarme ahí.
Las lágrimas caían como cascadas por mis mejillas, mis ojos parecían estar derritiendose dentro de las cuencas que los contenían... Me acosté en posición fetal, me abracé a mí misma y poco a poco fui regresando a la realidad. Me levanté, miré el reloj y caí en la cuenta que habían pasado ya 3 horas desde que Sakura me había visitado
Me di un baño y me preparé para la llamada. Sabía que no tardarían más de dos horas en llamar e invitarme a recibir a Sasuke e Itachi.
Esperen... ¿Sakura dijo cita para matrimonio? ¡Jesús! Ella de verdad estaba en un nivel bastante superior al mío.
Escuché sonar el celular...
_____________
Miré de reojo el reloj. Estaba sentada en mi cama, mirándome en el espejo... Sabía que debía haberlos acompañado, pero la idea de ver a ésos dos encontrarse de nuevo resultó más que asqueante.
Recordé las palabras de Sasuke "Itachi aprobó mi matrimonio con Tenten" lancé la almohada contra el espejo, como deseando romperme a mi misma por ser tan débil. "Ahora lo único que me separa de ella es tu hermano" grité repetidamente mientras me levantaba de la cama. Continué gritando, destendí la cama con la intención de tirar las sábanas al suelo, tomé las almohadas y las arrojé en dirección al peinador, tomé el espejo y lo hice caer. Detuve mis gritos y me arrodillé frente a los restos del mueble antes mencionado. Comencé a llorar...
"Discúlpame, Hinata" fue lo último que lo escuché decir antes de que cerrara la puerta y me dejara a mi al borde del abismo, sentada en una cama matrimonial en la que sólo dormía una persona, encerrada en una recámara en la que él había estado conmigo más de 3 veces y en la que ahora solamente nos encontrábamos mi alma rota y yo. "Discúlpame, Hinata" fue lo último que me dijo antes de tomar el avión que lo alejaría de mi para siempre... Antes de ir a buscar a otra mujer... A alguien que no era yo.
LIZETH HINOJOSA.
