Me encontraba realmente nervioso, a decir verdad llevaba ya casi un año sin verla siquiera, por lo que me resultaba bastante desconcertante encontrarla en plena playa, ahí donde menos esperaría verla, sentí cómo la boca se me secaba y una extraña temblorina me atacaba el cuerpo, tuve la necesidad de correr y abrazarla, de rodearla con mis brazos y no soltarla jamás, pero sabía que lo único que ganaría con eso era lastimarnos, porque, si, nos lastimaríamos mutuamente.
Noté cómo algo halaba mi camisa, giré un poco mi rostro para mirar a la persona que intentaba llamar mi atención, y así, sin perderla a ella de vista, pude ver a Sakura a mi lado. Sentí cómo mi corazón intentaba detenerse ante la simple y nada grata idea de hacerle daño a aquella mujer... De pronto, detrás de Sakura apareció Tenten, parecía preocupada, quise mantener la mirada en ella, quería saber qué era lo que la acomplejaba en ese momento...
- Sasuke, te hablamos- Dijo Tenten molesta, yo me encontraba perdido entre un mar divagante de ideas, de objeciones y dolores
- Si, si, perdón, te escucho - Le contesté intentando concentrarme en ella
- ¿Qué miras? - Preguntó Sakura alzando la mirada y poniéndose de puntas. Fue entonces que mi impulso por protegerla apareció
- Nada - Dije poniéndome frente a ella con el afán de obstruir su mirada - ¿Saben? Necesito hacer algo - No esperé una respuesta y mucho menos una reacción, solo me di la media vuelta y me alejé, necesitaba salir de ahí, quería (desesperadamente) encontrarla, además no quería ser visto en aquél estado. No por Tenten. Lo único que yo podía hacer en ese momento era tratar, vanamente, de esconder mi desesperación y mi nerviosismo... Me alejé de las chicas, incluyendo a Hinata... Me fui sabiendo que Sakura se encontraría destrozada una vez que se enterara, pero esa no era mi prioridad en aquél momento.
Con la mirada logré encontrar a aquella mujer. La seguí por al menos diez minutos. Planeaba averiguar todo lo que me fuese posible... La vi detenerse frente a un chico de cabello negro y piel blanca, se abrazaron y entonces sentí cómo mi corazón saltaba... En cuanto se separaron y ella se hubo sentado al lado del hombre yo actué de manera precipitada y antes de que me diera cuenta ya me encontraba caminando lentamente frente a ellos
- ¿Sasuke? - La escuché preguntar, sonreí en mis adentros al pensar que mi plan de último minuto había servido, me giré un poco para mirarla
- ¿Karin? - Pregunté fingiendo estar asombrado
- ¡Sasuke! ¿Cómo has estado? - Abrí los brazos por instinto y como yo había supuesto, ella se lanzó hacia mi, me rodeó el cuello y yo la tomé por la cintura y así, sin pensar siquiera, nos hundimos en un abrazo que a mi se me antojaba interminable
- Karin... - Pronuncié su nombre en voz baja, así como quien no desea ser escuchado - He estado bien - Dije alzando un poco la voz y volviéndola a bajar antes de pronunciar - Extrañándote... - La sentí temblar entre mis brazos y, como pasaba cada vez que ella temblaba, no pude evitar sentirme poderoso, arrogante, altanero, y hasta soberbio al ser consciente de lo que en ella causaban mis palabras, mis roces, mis pensamientos, todo.
Miré de reojo al hombre detrás de ella, ese que nos contemplaba, el que me observaba directamente, así como deseándome la muerte. Él me vio mirándolo y entonces le sonreí prepotente
- Yo también te he extrañado, Sasuke - Sentí la vibración de mi alma y el tambalear de mi cuerpo... había pasado tiempo desde la última vez que ella había pronunciado esas palabras para mí, y hasta entonces había olvidado cuán indefenso era yo al estar ante ella.
El hombre que se encontraba como espectador, aclaró la garganta, como regañándola y ella dio un pequeño salto sobre su lugar, al parecer sorprendida de haber olvidado la presencia de aquél inútil, Karin me empujó un poco y yo chasqueé con la boca, molesto ante la ausencia de su cuerpo
