Capítulo 17 (¿cita doble?)

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—Estás bien, no te preocupes —repitió Beth con tono cansado.

—¿Qué no me preocupe? ¿por qué debería preocuparme? ¡No estoy preocupada! —contestó Anne dejando, por un segundo, de mirarse en el espejo de cuerpo entero de su habitación para encarar a la rubia. Bethany la miró elevando las cejas, intentando ocultar una sonrisa—. Lo que estoy es ansiosa e impaciente —esta vez el rostro de Beth reflejó sorpresa e intentó descifrar lo que le pasaba a su amiga o el por qué ahora le apetecía lo que iba a hacer— ansiosa e impaciente por que toda esta horrible y traumática experiencia termine —sentenció Anne.

—En el fondo lo estás deseando, y lo sabes —comentó Katy pasando las páginas de una revista, pero antes de que Anne pudiera quejarse o decir algo para contradecir lo que acababa de decir, siguió hablando— ¡Bueno! Sorprendentemente en ninguna revista mencionan nada de tu cita con Thomas de esta noche —tiró la revista al montón de éstas que se había formado al lado de la cama de Anne, en las cuales habían comprobado que Thomas no se había ido de la lengua y le había contado a nadie lo de su cita.

—Menos mal, mejor dicho, ¡mas le vale no haber dicho nada! —cogió los pendientes de la mesa y se los empezó a poner—. Oye Beth, ¿puedes llamar a Ele o a Audrey para preguntarles si están listas?

—¡Quieres relajarte! —contestó la rubia—. No te preocupes, todo va a salir bien, vuestra... ¿cita doble? Bueno, técnicamente no es una cita doble... Es más como una... —Anne cogió uno de los cojines de la cama y se lo lanzó a la cara— ¡Vale, vale! Ya la llamo —salió de la habitación mientras marcaba en su móvil el número de Eleanor.

En teoría, el plan de esa noche era que Anne y Thomas... saliesen, mientras que Eleanor y Roscoe hacían lo mismo, solo que Eleanor debía asegurarse de quedarse cerca de la otra pareja, por si acaso Anne necesitaba una escapada de urgencia o algo similar, para que pudiera contar con Ele para ayudarla a huir. Aunque claro, ninguno de los chicos sabía absolutamente nada.

El timbre sonó y Katy saltó de la cama para ir a ver quien era. A los pocos segundos volvió arriba, con la respiración un poco entrecortada por haber subido corriendo unos veinte escalones. ¡Un récord para ella!

—"Ya-sabes-quien" está aquí, y no es Voldemort —le dijo para luego abrir la puerta de la habitación y empezar a empujar a Anne fuera. Beth, que estaba en el pasillo, las siguió escaleras abajo para luego dirigirse a la puerta de la entrada, donde el moreno las esperaba. Estaba apoyado en el marco de la puerta con una mano metida en el bolsillo del pantalón mientras que con la otra se rascaba la barbilla. Cuando levantó la cabeza y vio a Anne una sonrisa apareció en su cara. Esa sonrisa que tanto le caracterizaba.

—Bueno chicas, os llamo luego, ¿vale? —dijo Anne girándose a sus amigas.

—¡Estupendo! Aunque no va a ser necesario, nos vamos a quedar aquí, esperándote —habló Katy mientras enganchaba su brazo con el de Beth y Anne la miró expectante—. Alguien tiene que cuidar de tu casa mientras no estás, ¿no?

-Umm... no sé, a lo mejor mis otros quince hermanos puedan ayudar con eso —contestó en un susurro la morena remarcando la palabra quince.

—¡Venga ya! Estoy segura de que la mayoría saldrán —respondió Beth—. Pero bueno, no quieres tener a tu chico esperando, ¿verdad?

—¡Wow! Vale, a ver, ¿desde cuándo es mi chico? —dijo Anne poniendose de brazos cruzados.

—Eso ahora da igual. Tú solo ve y divertiros, a no ser que quieras quedarte aquí esperando a que tu familia venga y bombardeen a Thomas con toda clase de preguntas y amenazas —Katy volvió a empujarla hasta que quedó al lado de Thomas, que había permanecido callado todo el tiempo, sin enterarse de la conversación.

No me llames princesa #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora