POV Anne
En el momento en que pisé la enorme casa del primo de Beth, no pude arrepentirme más. Mi primer pensamiento fue: '¡Pero que mierda estoy haciendo yo aquí!'
Y es que, no sé muy bien cómo, pero las chicas habían terminado convenciéndome de que debía ir a la estúpida fiesta que iba a dar un primo de Bethany después del estúpido baile de agradecimiento al que Thomas (gracias al cielo) no se presentó. Así es, ¡El Señor me quiere!
Pero bueno, como iba diciendo, allí estaba yo, con la mirada en las diferentes luces de colores que salían de todas las ventanas, junto con una estruendosamente alta música. La fiesta no era para nada algo tranquilo o medio normal, sino más bien todo lo contrario.
-¡Bieeen! - gritó Eleanor ilusionada -. ¡Al fin algo de marcha!
Y sin decir más salió corriendo cogiendo de la muñeca a la que más cerca suyo estaba para así no irse sola ante esa impredecible... masa de gente, que resultó ser nada más y nada menos que una muy sorprendida Katy, que no estaba acostumbrada a ese tipo de ambientes. Ella era más de jugar a las cartas con su abuela pacíficamente mientras escuchaba música clásica de fondo y tomar cafés los domingos al medio día.
-Bueno, ¿pensáis mover esos traseros en algún momento? - inquirió Audrey mirándonos expectante a Beth y a mi, que tras mirarnos entre nosotras y llegar a un acuerdo silencioso, cogimos cada una un brazo de Audrey y echamos a andar hacia las enormes puertas de esa gran mansión dispuestas a divertirnos un rato.
No pasó mucho tiempo antes de que perdiera a todas las chicas de vista, ya que cada una se dirigió a donde mas entretenida les parecía lo que en esos lugares se estaba haciendo.
Yo, por mi parte opté por salir al jardín de aquella enorme casa, donde había un panorama de lo más divertido:
Varios chicos estaban sentados en los bancos repartidos por el patio, o bien besuqueando a alguna chica que estaba prácticamente encima suyo, o bien sujetaban vasos de plástico rojo en sus manos, y cantando al son de la música.
Al otro lado, en la piscina, la situación estaba completamente descontrolada: un montón (y me refiero a un porronazo) de gente estaba al rededor, o en el interior de aquella gran piscina. Estoy segura de que si alguien tirara un alfiler allí se pincharían ocho personas antes de llegar al suelo.
Un golpe en mi hombro me hizo darme la vuelta y dejar de admirar a aquellos alocados jóvenes. Supongo que mi cara de sorpresa no pudo ser mayor al ver quien se encontraba tras de mí, y al parecer él lo notó, pues dejó escapar una enorme carcajada. Eso me permitió darme cuenta de el claro olor a alcohol que emanaba Theo, de pie frente a mí.
-Buenas noches, Anne - remarcó mi nombre por algún extraño motivo que desconozco, pero en ese momento tenía cosas mayores en la cabeza, así que no le di gran importancia.
-¿Qué haces tú aquí? - '¡Muy bien Anne! Premio a la reacción más estúpida de la semana!'
Mi voz interior fue acallada por otra risa de Theo, solo que esta vez se tambaleó un poco, perdiendo por unas milésimas de segundo el equilibrio.
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No me llames princesa #Wattys2016
Teen Fiction-¿Qué puede ser mejor que estar conmigo, princesa? -¿Es acaso esa una manera cutre de ligar? Además, se realista ¿Quién, en su sano juicio, querría salir con alguien con el ego más alto que el Everest? - Dijo Anne ignorando cómo la había vuelto a ll...