aceptando lo inevitable (Editando)

Capítulo XXVII - Yo quiero estar contigo

-¿Ya estás aquí?-Dijo Alice asomándose por la puerta de la entrada, mi cara tenía que ser un poema porque se acercó corriendo.-¿Estás bien? ¿Ha pasado algo?

-Sí, sí, estoy bien.-Dije soltando a Eros y dejando la correa en su sitio, de pronto sonó el teléfono de Alice y yo ya sabía quién era incluso antes de que ella llegase a él.

-Perdón, voy a ver quién es...-Dijo disculpándose por no poder seguir preocupándose por mí.

-Tranquila ve a cogerlo, sé que es importante.

-¿cómo sabes...?-Dijo sin terminar la pregunta, supongo porque entonces vio el nombre de quien llamaba y lo entendió todo.-¿Bianca?-Empezó a decir.-Tranquila, respira, no pasa nada, sí, no te había dicho nada porque acaba de llegar, no, de verdad que no le había dicho por dónde estarías.-Pausa para escuchar lo que le decía.-¡¿Y yo cómo iba a saber por dónde mierdas ibas a estar dando una puta vuelta?!-Respiró hondo.-Vale perdón, no quería gritarte pero me molesta que pienses esas cosas de mí.-Javi bajó y se la quedó mirando.-Sí, yo le he dicho lo que te pasa por la cabeza.-Javi me miró sin saber qué hacer, yo me encogí de hombros.-Joder Bianca, pues ha venido a ayudarte, porque te quiere al igual que tú a él.-Esta vez fue ella la que me miró y yo no aparté la mirada.-Bianca, deja de engañarte, todos sabemos que todavía lo quieres, eres tú la única la que quiere hacer que no es así, hasta él lo ha admitido.-Otra pausa para escucharla.-Mira Bianca, di lo que te dé la gana, a nosotros ya no nos engañas, solo lo haces a ti misma, te dejo, piénsalo, ha vuelto por ti y no por mí, yo no le apunté con una pistola y le obligué a volver.-Y así colgó.

-¿Qué ha pasado?-Preguntó Javi, que solo había escuchado un cuarto de la conversación.

-Me he encontrado con Bianca cuando he sacado a pasear a Eros, sinceramente iba sin rumbo y nos hemos chocado... ni siquiera la había visto, he sabido que era ella cuando la he escuchado.

-Ahora entiendo la llamada.-Dijo él.-¿Te ha dicho algo?

-No, solamente me ha dicho que está con alguien y que no puede hacer nada.

-Joder...-Dijo Alice suspirando, sabía que todo esto a ella también le hacía daño porque sufría cuando la gente de su alrededor también lo hacían.

-Alice, lo he visto y tienes razón, todavía... todavía me quiere, sus ojos no brillan como lo hacían antes y aunque diga que está bien sé que podría estar mejor, al igual que yo, créeme que soy el primero extrañado en decir esto pero... voy a hacer lo que sea por volver a estar juntos y esta vez voy a hacerlo bien, sin escondernos, sin preguntarme que pasará, sin preocuparme por si algún día nos peleamos...-Mi hermano me miró con los ojos abiertos, Alice tenía los ojos enajenados en lágrimas y me miraba también alucinando, estaban de foto pero sinceramente, si yo me hubiese estado mirando también me habría quedado de la misma manera.

-Dani... nunca te había imaginado diciendo esas cosas tan preciosas y me encanta y te voy a ayudar en lo que sea para recuperarla, no lo dudes.-Dijo Alice después de respirar hondo y secarse las lágrimas que se le escaparon.

-Hermanito... creo que por fin estás madurando.-Dijo dándome un par de palmadas en la espalda.

-Gracias... o eso creo.-Dije yo.-Volviendo al tema... no tengo ni idea de cómo hacerlo todavía.

-No sé... contigo no va a querer quedar... quizá podemos hacer una encerrona pero...

-Alice no la empieces a liar.-Dijo Javi.

-Que no...-Dijo poniendo los ojos en blanco.

-No, encerrona no quiero, de momento, pero... ¿Y si empezáis a hablarle de mí?