El Nuevo Edén

RECLUTA

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"Querido diario. Desde que me uní al ejército ha pasado un año. La comida de este lugar es una mierda pero al menos puedo comer todos los días, el escuadrón de Dimitri me espera con ansias para cumplir las misiones, él hizo un par de llamadas para que me transfieran y poder irme con ellos. No los he vuelto a ver desde hace siete meses, que fue su última visita, el entrenamiento que me han dado es muy fuerte, al principio eran diez horas diarias de ejercicios intercaladas, además de que el entrenamiento mental también fue duro pero me ha servido de mucho, ahora soy más fuerte y ágil que antes.

El entrenamiento especial que Dimitri solicitó para mi ha surtido efecto, mi cuerpo está preparado para el combate. Hoy me notificaron que era solicitada para reunirme con el escuadrón, al fin voy a dejar este lugar de mierda y viajaré con los chicos, no es que odie el lugar pero sinceramente su comida es la más mierda que hay."

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Guardo mi diario en la mochila y acomodo el equipaje para salir de este lugar, el sol se esconde en las edificaciones de Ciudad Paraíso y su campo de fuerza al reflejar la luz lo hace en forma de un arcoíris semicircular, el pavimento agrietado debajo de mis pies detiene la botella de agua que dejo caer de una manera muy tonta mientras tocaba la pared de hormigón que me acompañó durante ocho meses de largo y doloroso entrenamiento, un jet aéreo se acerca por el norte y una mano se asoma agitándose como si no hubiera un mañana, mi nombre se escucha en un eco profundo y la cabellera morada cada vez es más visible, una inesperada sonrisa aparece en mi rostro de manera involuntaria y siento que mis mejillas se calientan un poco y mis ojos se humedecen un poco de la alegría al ver al idiota de Rayan acercándose cada vez más.

Siento el impulso de mover las piernas enérgicamente para acortar la distancia que hay entre nosotros pero me detengo antes para no chocar con el jet, Rayan con sus botas militares toca el suelo y de inmediato corre con los brazos extendidos, no puedo retener más mi impulso y mis piernas se mueven enérgicamente, mis brazos rodean su espalda y en ese momento siento que no hay nada mejor en el mundo que abrazar a el único amigo que he tenido en un largo tiempo, sus brazos me aprietan fuerte la espalda y siento que una pequeña gota de agua recorre mi cuello, al separarnos sus ojos humedecidos y una gran sonrisa me observan y un pequeño beso se postra en mi mejilla; un cosquilleo en mi estómago que no puedo describir se apodera de mí y mis mejillas se tornan de un color rojizo reflejado por la máscara antigases de Rayan (la cual se vuelve a poner), el acomoda un poco mi cabello y toma mis manos mientras las balancea en el aire.

–Te extrañé mucho Anee.

–Me hiciste falta idiota, ¿no notas algo diferente?

–Sí, ahora tienes sostén. – Dice entre risas.

–Tú nunca cambias idiota. – Digo entre risas mientras golpeo su hombro con mi mano.

–Anee, han pasado muchas cosas desde la última vez que nos vimos.

–Mierda, ¿de qué me he perdido estos meses de exilio?

–La guerra inició y se extendió, la mayoría cree que el gobierno subestimó a los humanoides; ellos esperaban que fuera corta, pero los hijos de puta han resistido y son muy buenos, su tecnología no es menos avanzada, es distinta, los enfrentamientos son horribles, nunca se había visto una guerra así, pero lo bueno es que vamos ganando, relativamente pues ya se ha ocupado parte de su territorio y todos los daños los ha sufrido su planeta, no el nuestro, el continental aumentó al doble el presupuesto de la guerra, o sea nos pagan más, y aumentará el pie de fuerza, en pocas palabras, pronto iremos al Nuevo Edén, a pelear o morir, pero iremos.

Nos dirigimos al jet y una larga cabellera rosada se asomaba por una de sus ventanas, la chica de ojos peculiares miraba fijamente al horizonte, deambulando en la inmensidad del paisaje y no se había percatado de nuestra presencia.