El rostro pálido toca mis brazos mientras me aferro a su cuerpo sin vida, las lágrimas al pasar los segundos se convierten en pequeñas cascadas de agua salada que recorren mis mejillas y caen al suelo mezclándose con la gruesa mancha escarlata que rodeaba la escena, tomo su pequeña mano y la aprieto como si fuera lo único que importara en ese momento, puedo sentir como mi corazón se fragmenta en miles de trozos pequeños y filosos que pierden todo el sentido mientras desgarran mi interior, ya no vale la pena vivir en este mundo sin las personas que amo. Cierro los ojos y deposito un cálido beso en la frente de Rex, pongo su cabeza en la arena mientras quito la máscara antigases que cubre la mitad de su cara.
–Tú lo mataste... ¡¿Cómo pudiste?! ¡Era solo un niño!
–¡Cállate!, agradece que no fuiste tú. Muchachos vámonos. –Dijo el hombre de la cara quemada.
–Maldito, lo pagarás.
–¿Ah sí? Que me puede hacer una chica estúpida como tú, sin armas, sin fuerza y sola; somos cinco y tú eres una.
–Mohamed, mejor vayámonos ¿sí?, ya hicimos mucho, tenemos la comida y el agua, ya no quiero más muertes. –Dijo un hombre calvo y gordo que estaba recostado en un tronco.
–Tienes razón Broks, larguémonos de aquí.
Ese hijo de puta va a pagar por la muerte de mi hermano... limpio las lágrimas que estaban en mi mejilla y al bajar el brazo siento el pequeño cuchillo que siempre guardo para mi defensa personal, mientras están distraídos cargando las provisiones en el aerodeslizador, agarro el arma con todas mis fuerzas y me siento dispuesta a clavarselo en la garganta.
La adrenalina invade mi cuerpo, mi corazón se agita a un punto en el que la respiración se me corta por unos segundos, mis músculos se tensionan y el miedo y el dolor que sentía desaparecen por una fuerte ira y deseos de venganza, mis piernas se preparan para una difícil carrera y mis brazos se alistan para dar un corte fatal.
Corro sin detenerme y uso todas las fuerzas de mis piernas para dar un salto y poder alcanzar su asqueroso cuello, con la mano derecha agarro la horrible cara quemada y con la izquierda doy un corte certero en la garganta de mi enemigo, la hoja afilada de la daga destruye todo lo que se encuentra a su paso; en solo cuestión de segundos las gotas de sangre se convierten en un torrente rojo sin fin que le da más color al gris paisaje, una sonrisa inesperada sale de mi rostro al ver al asesino de mi hermano caer de rodillas intentando detener el sangrado, tratando de mirar hacia atrás y verme a los ojos, lo único que pude pensar fue escupir en la tierra y levantar mi dedo del medio en forma blasfema para demostrarle mi odio.
–¡Mohamed! –Grita el hombre gordo con cara de estúpido mientras saca un arma de su chaqueta.
El cuerpo de Mohamed cae a la tierra humedecida por su sangre y en esos momentos me doy cuenta que estoy en peligro de muerte, mi corazón me dice que no abandone el cuerpo de mi hermano, pero mi cerebro da la orden de huida para intentar salvar mi vida.
–¡Está muerto! –Grita Broks mientras sostiene el cuerpo de su amigo. –¡Maten a esa hija de puta!
Los tres hombres restantes me miran mientras sacan sus armas y en mi mente solo está la palabra "corre"; mis piernas obedecen una orden involuntaria y empiezan a correr hacia lo más profundo del bosque, en mi huida trato de esquivar todas las ramas y troncos pero no logro ver casi nada de lo que tengo adelante, solamente puedo oír los disparos de mis perseguidores, miro hacia atrás y aún me siguen disparando, una bala impacta uno de los árboles que tengo al frente dejando a su paso un zumbido en mi irritante en mis oídos; siento algo caliente que roza mi brazo derecho pero en estos momentos no le prestó atención y sigo corriendo a las profundidades del cementerio que tengo al frente.
La fatiga ya está causando sus efectos en mi cuerpo pero sigo corriendo para salvar mi vida, sin esperarlo un tronco me hace perder el equilibrio y caigo por una pendiente muy inclinada, doy vueltas en el suelo y me golpeo con todo lo que se encuentra en la colina, cuando parece que mi caída llegaría a su fin, mi cabeza choca contra una piedra y quedo algo mareada; mis párpados se vuelven muy pesados, poco a poco voy perdiendo mis sentidos, me tumbo en el suelo y no logro ver nada, hago un fallido intento de abrirlos pero se han convertido en plomo, solo puedo escuchar unas voces débiles que parecían estar muy lejos.
–¿La logras ver?
– No, la pendiente está muy alta, de seguro está muerta.
–Al menos nos hizo el favor de deshacernos del cadáver, vámonos de aquí...
Todo está muy confuso, siento un fuerte dolor de cabeza y en el brazo derecho, al ver la herida, esta se hace un poco más dolorosa. Me quito la camisa y la rompo para hacer una especie de venda y así cubrir la herida para que no se infecte (si es que ya no lo hizo) no sé cuántas horas estuve inconsciente pero ya va a oscurecer, tengo que salir rápido de este sitio.
¿A qué lugar voy a ir? Mi mente es un torbellino confuso de ideas y miedos, pero algo la detiene, la muerte de Rex, mis lágrimas se escapan gozando de una libertad que nunca quise darles, de todos los dolores que siento ahora, el de mi corazón es el peor.
Toco mi mascara antigases y noto que hay una pequeña grieta en el vidrio, mi preocupación aumenta, si no salgo de aquí moriré muy pronto ¿pero vale la pena vivir estando sola? Mis lágrimas caen de nuevo y esta vez no soporto, grito con todas mis fuerzas para lograr sacar el dolor que siento en mi interior. No sé cuánto tiempo estuve gritando y llorando, pero no logro escuchar mi voz al hablar; mierda no logro ver nada, tendré que pasar la noche aquí. El frío penetra todo mi cuerpo incrustandose en mis débiles huesos, reacciono de manera involuntaria y todo mi ser tiembla, solo cierro los ojos y espero a que sea de día para largarme de esta podrida naturaleza.
El sol se asoma por las desérticas montañas orgulloso de que hoy las nubes tóxicas no cubran sus rayos, las sombras de los árboles apuntan a mi dirección y logro divisar el humo de lo que sería una cabaña a unos cuantos kilómetros en al noroeste. Mi cuerpo está lleno de golpes y moretones.
Quito la improvisada venda de mi brazo con un poco de dificultad, me duele, la sangre se secó y se pegó a la tela. Mis labios están resecos, me veo y noto que estoy sucia por la tierra, en estos momentos mi cabello debe ser una mierda azul.
Camino en dirección de la cabaña que divisé hace unos minutos, esta es una de las pocas veces en mi vida que le encuentro algo de belleza a esta naturaleza muerta, las gruesas y diminutas partículas de polvo flotan en el aire, mientras son reflejadas por los rayos del sol; las ramas inertes combinan en una perfecta armonía, mis ojos admiran el paisaje por unos momentos y luego me dispongo a caminar.

ESTÁS LEYENDO
El Nuevo Edén
Fiksi IlmiahEn un futuro no muy lejano la humanidad está al borde de la extinción, la crisis ambiental desatada por las constantes guerras nucleares destruyó gran parte del planeta, dotándolo de un aire tóxico que eliminó la mayoría de plantas y animales, dejan...