REY DOMINISHT

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La gemela de cabello negro me arroja una ametralladora RPD, mientras que a Rayan, le entrega dos pistolas y un pequeño lanzagranadas con tres municiones; la nave asciende para brindar apoyo aéreo mientras que nosotros nos preparamos para lo que se avecina, Andrómeda cuenta la flechas que le quedan, seguido de la manga de su vestido sacó una espada delgada y la mueve en el aire para probar su velocidad.

Henniel empuña su espada plateada y se dispone a dirigir el ataque, mientras Marshall recarga su arma de rayos cristalinos. Mark aún con sorpresas escondidas saca una jeringa de su cinturón e inyecta una especie de líquido azul en su brazo normal, luego carga su pistola.

–Estén atentos, necesitamos ir a terreno alto para cubrirnos mejor, pronto vendrás más. – Dice Henniel señalando unas leves colinas que estaban en dirección al castillo.

La predicción de Henniel fue acertada, llevábamos poco tiempo corriendo cuando varias siluetas aparecieron a lo lejos disparando rayos eléctricos, Shamg afortunadamente los esquiva, de manera inmediata lanza varias granadas de humo para darnos más chance de llegar y contra ataca disparando hacia la niebla.

En poco tiempo llegamos a la colina, pero ya nuestra batalla había empezado, Henniel, se encuentra luchando con varios de los guardias reales, su ágil espada desmiembra a sus oponentes, mientras que con una elegante sincronía esquiva los ataques de sus lanzas. Andrómeda la protegía desde lejos, pues disparaba sus flechas a los que Henniel no podía alcanzar, facilitando su defensa.

Marshall repelía los ataques a distancia con sus rayos, mientras que Shimg lo apoya cubriendo su espalda, ambos parecen una torreta pues sus múltiples ataques sincronizados dan de baja a una gran cantidad de soldados. Rayan un poco confundido le dispara a varios humanoides, pero es golpeado por uno de los lanceros.

Su oponente intenta atravesarlo en varias ocasiones, aunque él lo esquiva y trata de dispararle pero su arma se traba; antes de que el guardia pudiese hacer algo, Shamg le vuela la cabeza de un disparo.

–Ten más cuidado novato. – Dice Shamg.

Mark apoya a Henniel en el combate directo, él había robado una de las lanzas y con ella repele varios de los ataques, a su vez golpea a sus oponentes para que la Duquesa termine de matarlos. De su prótesis disparó varios dardos que hacen estallar a los jinetes de unos enormes felinos azules con apariencia de tigres.

Del norte aparecen más jinetes e inmediatamente me dispongo a contenerlos con mi ametralladora, antes de que me pudiese dar cuenta, uno de ellos salta detrás de mí y con su pata me golpea en la espalda, lanzándome a una gran distancia; me levanto del suelo un poco mareada, pero de manera inmediata siento un puntazo en mi pierna, seguido de una fuerte descarga eléctrica.

Uno de los guardias incrustó su lanza en mi muslo, el poder de la descarga es tanto que no puedo moverme, poco a poco todo mi panorama se va oscureciendo aunque logro ver varias gotas de sangre, seguido de una silueta quitándome el artefacto de mi pierna.

–Anee ¿estás bien?

–¿Quien eres? Ah, eres Rayan, pues me siento muy adolorida. – Susurro mientras saco el cristal de curación y lo coloco en mi pierna para cauterizar la herida. –¡Agg, esto duele como el demonio!

Con la ayuda de Rayan me levanto y veo como otro jinete se acerca corriendo hacia nosotros, aturdida trato de dispararle pero no logro atinar, una figura de cabello blanco salta sobre mí y con su espada corta la mitad de la cabeza del felino, su jinete sale despedido en el aire e inmediatamente es atravesado por una de las flechas de Andrómeda.

Marshall lanza una gran cantidad de discos negros hacia todos los oponentes, y en pocos segundos explotan decorando el aire con sangre y entrañas. Ya quedaban pocos soldados de la realeza, Andrómeda al ver que ya no tenía flechas balancea su fina espada y comienza a luchar con uno de los soldados.

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