El gran muro de piedra se extiende por toda la ciudad mientras se conecta con las torres y crea una hermosa barrera eléctrica que la ilumina, miles de rayos atraviesan los cielos de Electra, se puede sentir la electricidad en el ambiente, la ciudad no tiene casi árboles porque obviamente sería un atractivo para que los rayos bajen hasta la tierra, pero los habitantes de esta ciudad para no dañar la naturaleza han dejado crecer largas cadenas de helechos y enredaderas florales que se extienden por todo el lugar.
A medida que avanzamos las casas son más grandes y más sofisticadas, los espacios de mercados y áreas de animales se van disminuyendo y son reemplazadas por amplios campos de entrenamiento militar, vemos la última torre de nuestro recorrido por el muro e Isabela se apresura a colocar el penúltimo explosivo, ya hemos rodeado toda la parte norte de la ciudad en busca de las torres y esa era la última, el brazalete nos nuestra nuestro siguiente objetivo, caminamos en dirección suroriente pasando por gran puente de roca, debajo se extiende un río que proviene de las montañas que están al norte y que al parecer atraviesa toda la ciudad.
–Chicas... al parecer ese es el reactor eléctrico.
–Que carajos... ¡es una pirámide enorme! Eso de la punta parece ser plata o algún metal plateado, miren como todos los rayos de la ciudad son atraídos hacia la punta, creo que los captura y manda la energía bajo tierra, es impresionante; le tomaré una foto con mis lentes... ¡listo! Bueno es hora de poner los explosivos que faltan y notificar al cuartel. –Dice Isabela.
–¿Quién quiere hacer los honores?
–Anee no ha colocado ninguna ¡que ella los haga!
–Gracias Isabela, pero sé que tú quieres hacerlo.
–¡Gracias Anee, eres la mejor!
–Yo me encargaré de colocar el mecanismo que apagará las pirámides, ustedes encarguense de los explosivos.
Dimitri le dio dos cargas a Isabella para que vaya al extremo norte, mientras que yo voy al sur; el lugar se encuentra un poco solitario, a diferencia de los anteriores sitios, aquí no hay casi nadie a excepción de unos cuantos soldados que patrullan periódicamente.
Al llegar pongo en mi mano el pequeño círculo negro e intencionalmente me recuesto en la estructura, coloco la carga e instantáneamente se mimetiza sin dejar huella de que está ahí, un ligero ruido avisa que ha sido sincronizada con las demás y lentamente me alejo caminando.
–πολύ χαριτωμένο έτσι δεν είναι. – Dice un humanoide alto de cabello blanco.
Olvido que tengo el traductor apagado y disimuladamente toco mi garganta para activarlo.
–¿Me puedes repetir lo que dijiste? Es que no estaba prestando atención...
–Repito, muy linda, ¿no es así?
–Oh sí, me parece linda...
–Mi nombre es Thorim ¿y el tuyo? No pareces de por aquí.
–Me llamo, Anee... thim y soy de Fotiá.
–Los de Fotiá son un poco más oscuritos.
–Es que desde pequeña viajé mucho... y casi no vivo allá.
–¿Eres una exploradora?
–¡Si! Y exploro mucho y estoy de exploración aquí...
–Que estupendo, ¿y a que lugares más has viajado?
–Mmm... ¡ISABELA NO!
Las delgadas y ágiles manos de Isabela cortan el cuello de Thorim, sin esperarse el repentino deceso su cuerpo cae y se retuerce ahogándose en su propia sangre; Isabela sacude su cuchillo empapado y lo guarda en el estuche de su cinturón de combate, Thorim me mira desde el suelo con su último aliento, una gran mancha azul se extiende por el suelo mientras Isabela se percata de que no haya nadie viéndonos.
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El Nuevo Edén
Science FictionEn un futuro no muy lejano la humanidad está al borde de la extinción, la crisis ambiental desatada por las constantes guerras nucleares destruyó gran parte del planeta, dotándolo de un aire tóxico que eliminó la mayoría de plantas y animales, dejan...