Él volvió a fruncir el entrecejo. Ya habían pasado seis días desde que nos embarcamos y era la primera vez que podía hablar a solas con Jack.
- Determinada cosa, ¡eh? ¿Por qué no me dices qué cosa es esa que te hace sentir mal?
- No he dicho que se tratara de mí.
- Malia...
- ¡Oh, de acuerdo! - admití con fastidio -. Es el tipo para el que debo de trabajar. Casi siempre que me acerco a él, sé que él sabe algo que yo no.
- ¿En serio? No creo, Malia.¿Y te has mareado de verdad? ¿Has llegado a vomitar alguna vez?
- Sí, una vez, pero... bueno, eso fue el primer día, justo cuando acababa de descubrir quien era él.Jack se acarició la poca barba que tenía, mientras hacia un análisis sobre lo que yo acababa de decir. Descartó de inmediato lo que sospechaba, sin siquiera mencionarlo.
- ¿No podría ser que cree haberte visto en algún sitio? Digo porque lo creas o no, tú Malia eres una persona difícil de olvidar.
- ¿Cómo no se me había ocurrido?Me levanté de un brinco.
- ¿Adónde vas?
– Iré a preguntarle ciertas cosas que nos sacaran de dudas.
–¡Maliaa!
- Bueno, le diré la verdad. Es un arrogante, pero... bueno, no tan insensible. Nos veremos más tarde, Jack.
- No hagas nada que le obligue a castigarte, ¿me lo prometes?
- ¿Acaso es mi padre?–bufé–Pero en todo caso lo prometo.Iba despistada dirigiéndome con determinación cuando choqué contra él.
- ¡Ajá! - exclamó él al verme–Pareces haberme adivinado el pensamiento, Milo.
- ¿Por qué?
-Has adivinado que quiero hablar seriamente contigo sobre tus hábitos de baño...o, mejor dicho, sobre el hecho de que nunca te bañas.
- ¿Cómo se dice...?
- Oh, vamos, Milo. Compartes mi camarote...
- No porque yo lo haya pedido - dije.
- A pesar de todo, hay ciertas normas que respeto. Entre ellas, el aseo personal o, por lo menos, el olor a limpio.¿Así que a él le molestaba mi olor? ¡Cielos, que ironía! Hasta se hará justicia divina. Él continuó:
- Y como tú no has hecho un esfuerzo por respetar mis normas...
-Permítame decirle que...
- No vuelvas a interrumpirme - me interrumpió, con tono más autoritario -. El asunto ya está decidido. De ahora en adelante, usarás mi bañera para bañarte correctamente. Comenzarás hoy mismo. Y eso, jovencito, es una orden. Así que te sugiero que pongas manos a la obra ahora mismo. Dispones del tiempo hasta la hora de la cena.Abrí la boca para protestar, pero la elevación de la detestable ceja dorada me recordó que no debía desobedecer una orden.
- Sí, señor - respondí, remarcando señor con el mayor desprecio.<<¡Cómo puedes decirle a una señorita que huele mal, pedazo de idiota!>>, pensé pero él no sabe que soy una chica. Decidí bañarme como él lo había indicado a decir verdad necesitaba un muy buen baño. Después de un rato ya estuve lista para seguir con mi farsa de Milo. Ya era tarde así que me acomodé con la mucha facilidad.
- No me digas que piensas dormir con toda esa ropa, ¿eh?–preguntó curioso
- Pues así es, señor.
- Mira, no he querido darte a entender que tendrías que pasar toda la noche levantándote para traer cosas, ¿sabes? ¿Es eso lo que suponías? He notado que en estos últimos seis días has estado durmiendo así.
- No.Siempre duermo vestido.
- Como quieras. Yo también tengo mis costumbres para dormir, aunque creo que son bastante opuestas a las tuyas–hizo una pausa–Deja de decirme "señor", mi nombre es Ian.¿Qué significaba eso que dijo al principio? No tardé en descubrirlo: el hombre se puso de pie y, encaminándose hacia la cama se quitó la ropa. <<Oh, Dios; oh, Dios; no me puede estar pasando esto. No es posible que este hombre camine así, desnudo y mostrándome una imagen trasera de su persona.>> Pero así era, para escándalo de mi sensibilidad femenina. <<No te ruborices, estúpida. Nadie puede oír tus pensamientos, salvo tú, y ni siquiera los has completado>>
- ¿Quieres apagar las lámparas?
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Collingwood
Mystery / ThrillerMalia Collingwood es una joven excepcional pero cuando la solitaria chica regresaba de buscar pistas sobre sus verdaderos padres su vida da un giro y se despierta el día después de su decimoctavo cumpleaños. Enjaulada, detrás de unos barrotes, es d...