Capítulo 22 parte I

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Narra Ian
No soporto sentirme rechazado. Necesito aprender a perder un poco mejor. Ahora me avergüenzo de mi comportamiento con Malia. No quiero que ése sea su último recuerdo de mí. Quiero volver a verla, que me vea mejor. Y tengo la sensación de que si voy a verla, me ayudará. Ella es así.Necesito llegar al final de la historia. Necesito contárselo a alguien, sólo una vez. Decirlo en voz alta. Si no lo hago, me comerá vivo. El agujero de mi interior, el que me dejaron, se hará más y más grande hasta que me consuma del todo.Voy a tener que tragarme el orgullo y la vergüenza e ir a verla. Tendrá que escucharme. La obligaré. Necesito que ella escuche lo que sucedió esa tarde con Peter.
Liam piensa que estoy en el cine . Llevo quince minutos delante del hogar de los padres de Malia, mentalizándome para llamar a su puerta. Después de lo que pasó la última vez, tengo miedo de cómo me pueda recibir. He de demostrarle que lo siento. Ha de quedarle claro que no pretendo seducirla. Solo necesito hablarle. Ya ha pasado al menos dos  semanas desde que llego a buscarme hecha un furia. Cuando llego a su puerta y llamo al timbre se me acelera el corazón. Las luces están encendidas pero nadie abre. No es tan tarde son apenas las nueve y media. Quizá me ha visto fuera o quizá está en el piso de arriba y cree que si me ignora, me largaré. No lo haré. Ella no sabe lo determinado que puedo ser. Una vez que tomo una decisión, soy una fuerza imparable.Vuelvo a llamar, y luego una tercera vez. Finalmente, oigo pasos en la escalera y la puerta se abre. Ella lleva solo una bata de daño de color beige, lo único que la mantiene unida a su cuerpo es un delicado lazo en su cintura. Se ve un poco cansada. Va descalza y con el pelo un poco mojado. Tiene el rostro sonrojado.
—¡Ian! —dice sorprendida, pero no enfadada, lo cual es un buen inicio—¿Sucede algo? ¿Peter? ¿Sabes algo de él? Visite a Diana el otro día y bueno como era de esperarse no estaba nada feliz.
—Lo siento —digo, y ella se hace a un lado para dejarme pasar.

Me conduce a la cocina. Está hecha un desastre: hay platos apilados en la encimera y el fregadero, y cartones de comida vacíos llenan hasta arriba el cubo de basura. No puedo evitar preguntarme si alguna vez le ha pasado por la mente limpiar este desastre. Me quedo en la puerta y ella me mira.
—Siento el desorde, es solo que mis padres se fueron ayer. Y bueno no soy muy buena con esto.

Se queda mirándome un rato, hasta que dice:
—¿Qué pasa? —pregunta. La expresión de su rostro es absolutamente neutra.
—He de contarte... —comienzo a decir, y luego me callo porque no puedo hacerlo de buenas a primeras— Quiero pedirte perdón. Por lo que ocurrió la última vez. No debí besarte ni mucho menos haberte lastimado de esa manera pero es que estabas hecha una furia y no sabía qué hacer.
—No pasa nada —dice ella—. No te preocupes por eso.
—Por favor, Malia.
—Ian, ya no puedo seguir con esto.
—Ya lo sé, ya lo sé. No puedo.Llegamos muy lejos. Estábamos muy cerca. He de contártelo ,que paso con Peter. Sólo una vez. Y luego me iré, te lo prometo. No volveré a molestarte.

Ella ladea la cabeza. Noto que no me cree. Piensa que, si me deja hablar, ya nunca se librará de mí.
—Escúchame, por favor. Sólo por esta vez. Necesito a alguien que me escuche.
—¿Y tu hermano? —pregunta. Yo niego con la cabeza.
—Por favor, escúchame.
—Como buena anfitriona, entonces. ¿Quieres un poco de jugo de naranja?

Me lleva al salón. Nos sentamos en extremos opuestos de una mesa. Mis manos se aferran al vaso. Le doy un sorbo. No es tan fácil compartirlo. Sé que he de empezar a hablar. Si no lo hago ahora, puede que no llegue a tener nunca el valor de decir las palabras en voz alta. Podrían quedarse atascadas en la garganta y ahogarme mientras duermo.
—Cuando dejé Hürrem Road ese día, fuimos a mi casa de campo en las afueras. La casa estaba muy aislada, el vecino más cercano se encontraba a unos seis kilómetros. Al principio, todo estaba tenso entre todos. Pasamos ocho días sin ver a nadie. Peter me veía preocupado y yo no sabía qué hacer. Vi cuando saliste de ese sitio porque yo le había avisado a Travis y a Jack sobre lo que estaba pasando en ese sitio. Ellos estupidamente pensaron que si Peter te veía reaccionaría pero no fue así. El día que peleamos en aquella fiesta le deje muy claro a Peter que debía mantenerse alejado de ti, Malia.

Ella me miro con un gesto de incredulidad pero me dejo continuar.
—El tipo del jarrón estaba buscando a Peter y Luke fue quien le informo de su llegada a Inglaterra. Me entere apenas unas horas después de poner un pie en este país. Había contratado a un tipo para lo encontrará y lo investigará. No creía que fuese a dejar así todo ese tema, sin rastro ni nada. Le dije a Peter que se mantuviera alejado de ti porque ese tipo podía ser capaz de lastimar a cualquier persona que estuviese cerca de él. Quise advertir a Diana pero él me lo impidió, pensaba que podía solucionar todo.
—Típico de Peter—dijo ella— pero no aclara mucho el asunto de que este desaparecido y tú aquí.
—No he terminado. —prosigo—Por eso entre al Hürrem Road para ver cómo podía resolver las cosas. El tipo probablemente ya te había visto y eso me preocupo. Entonces me uní a la apuesta al inicio Peter se mostró un poco incomodo, pero después las cosas fueron calmándose. Hasta que Peter le volvió a ganar al tipo y este literalmente tiro la mesa por los aires. Dijo que Peter hacia trampa. Amenazo con matarnos ahí mismo. Algunos de sus compañeros intentaron calmarlo, ahí fue cuando este saco su pistola y nos dijo que hiciéramos exactamente lo que decía. Entonces ofrecí ir a mi casa del campo, le dije que se la podía dejar junto al jarrón, Peter quiso intervenir pero le deje muy claro con una mirada que esto no se iba a resolver fácil. Un poco incrédulo me miro el tipo y dijo que quería ver la propiedad y que llamará a mi abogado para que hiciéramos el traspaso lo más pronto posible. Que debíamos no decir nada a nadie más o te mataría a ti, Travis, Jack y que nos dejaría vivos para que cargáramos con esa culpa para siempre. Por eso Peter no quería que estuvieras ahí ese día. Ese tipo es peligroso.

Saludos. Espero les esté gustando la obra.
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