Capítulo 20

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Desearía clavarme cuchillos en la piel para poder sentir algo que no sea vergüenza, pero carezco de la valentía para hacer algo así. Comienzo a escribir un email a Ian. Escribo y borro, escribo y borro, intentando encontrar un modo de pedirle perdón por las cosas que pasaron ese día. Si tuviera que hacer un listado de todas las cosas que he hecho por las que debería pedirle perdón, podría llenar un libro entero. No había ninguna otra razón por la cual el tipo del jarrón había dado con Peter. Le dije muchas cosas a Ian, cosas que no debería haberle dicho. Le reclame por la pelea que tuvieron y por golpear a Peter. Pero algo grave había pasado, hace semanas, Peter salió de la cuadra 20 en el Hürrem Road y desapareció. Nadie la ha visto desde entonces. Ni su móvil ni sus tarjetas de crédito han sido utilizados desde ese día. Cuando antes he leído esto en un periódico, me he puesto a llorar. Estoy en casa de mis padres desde hace unos días junto a Gerardo, sí después de incesantes tramites finalmente pude traerlo a casa.
—¡Oh Gerardo! —lo miro mientras me rodea con su cola—Necesito esta vez más ayuda para afrontar esta situación.

Ahora me avergüenzo de los pensamientos secretos que tenía. Pasado mañana voy ver a su hermana.Tuve que llamarla.El daño ya había sido hecho. Se lo contaría a la policía, debía decirle a la policía que Peter estaba participando en una apuesta ilegal el día de su desaparición, Jack insistía que no debía mencionar eso pero esto,era algo importante. De hecho, puede que haya llamado a la policía de todos modos; puede que cuando llegue me estén esperando.Fue como si me cayera por un agujero oscuro sin saber cuándo llegará el impacto en cuanto leí ese periódico. Tampoco entendía por qué Jack no me había dicho nada. Diana me habló en un tono de voz bajo, como si hubiera alguien más en la habitación en la llamada que hice esa mañana y no quisiera que la oyeran.
—¿Hola?
—¿Podemos hablar de lo de la apuesta? —pregunté.
—Malia, yo no creo...yo no puedo...
—Por favor.

Vaciló un momento y luego acepto...Oh, me estoy enredando yo sola... En cualquier caso. Ahora voy sentada en el tren, con los brazos cruzados y las manos debajo de mis muslos. Así pues, intento imaginar cómo habría sido ir al museo y charlar con él mientras nos tomábamos un café . Quizá habríamos hablado de arte, o de nuestras carreras. El problema es que no sé nada de arte y nunca no he pasado mucho tiempo desde que paso lo de la apuesta estudiando. Son cosas que suceden. Nadie es perfecto. Prometí esta vez dar todo de mí para acabar mi carrera lo más pronto posible pero aquí estamos, en otro problema. Otra cosa que no me había pasado por la mente hasta ahora era como si todo esto había sido orquestado por Luke, si mal no recuerdo nunca le agrado Peter.

Día siguiente
Me despierto pensando en Peter. No parece real, nada lo parece. He de mantener la cabeza despejada. Por Peter. Por Diana. Ayer hice un esfuerzo. Me lavé el pelo, me maquillé y me puse pantalones, una camisa blanca y unas converse. Tenía buen aspecto. No dejaba de decirme que era ridículo que me preocupara por mi imagen, pues era lo último en lo que Diana iba a estar pensando, pero no pude evitarlo. Cogí el tren. Agaché mi cabeza y , recé por Peter . Una hora y media después de mi viaje en tren Diana abrió la puerta casi antes de que hubiera terminado de llamar.
—¿Malia? —preguntó al tiempo que me miraba sin sonreír.

Luego me indicó con una seña que entrara en la casa, pero por un momento no me moví. Tenía miedo. Diana se veía cansada. Y un poco desaliñada.

Espero y les este gustando la historia :)
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