Capítulo 19

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Las Cazadoras de Artemisa

Thalia me enseñó el campamento por encima y me fue presentando a algunas de sus compañeras.

- Dormirás en la tienda con ellas - dijo señalando a un grupo de tres chicas -. Son las únicas que tienen espacio en su tienda. Cuando es la hora de la comida, se toca el cuerno una vez. Cuando hay una emergencia se toca dos. Cada tienda tiene un turno de vigilancia. Tranquila, te despertarán cuando sea la hora. Ten, es una chaqueta térmica. Te mantendrá en una temperatura constante haga frío o calor, al igual que estos pantalones. Las botas te permiten andar sin hacer ruido.

Sin previo aviso la Cazadora empezó a caminar hacia el grupo de chicas.

- Estas son Cora, Laura y Megan. Ella es Jessica. Se quedará con nosotras un par de días, es la protegida de Hera.

Las chicas se quedaron sorprendidas al oír la revelación. Thalia se fue, dejándome a solas con ellas.

La primera en recuperarse de la sorpresa fue Megan.

- Hola - me dijo muy animada -. Yo soy Megan.

Aunque ya lo sabía (porque nos acababa de presentar Thalia) asentí educadamente y le di la mano.

- Encantada - le dije no muy segura.

Era una chica no muy alta y muy sonriente, piel morena, cabello oscuro y unos ojos muy expresivos. Debía de tener trece años como mucho.

Las otras dos chicas se presentaron igual que lo había hecho Megan. Cora era una chica de piel muy oscura y cabello rizado recogido en una coleta alta. Sus ojos revelaban la inocencia típica de una niña de nueve años y la fiereza de quien ha vivido mil batallas. Parecía la líder del pequeño grupo. Laura era la menor de las tres. Con la piel más oscura que Cora, también tenía el cabello rizo oscuro, aunque ella lo tenía recogido en un moño. Aparentaba la edad de Cora, aunque se notaba que llevaba allí mucho menos tiempo que ella. De hecho parecía de las últimas en haber llegado.

Me dejaron pasar hasta su tienda. Donde me cambié de ropa. Parecía una cazadora más. Quizás demasiado mayor para estar entre ellas, pero aun así me sentí parte de su pequeña familia.

Vacié mi mochila y puse el saco de dormir a un lado de la tienda. Volví a meter la ropa en la mochila y me quedé con la botella de agua en la mano.

- Jess - llamó Megan asomándose por la puertezuela de la tienda -. Hoy nos toca a nosotras hacer el almuerzo.

Asentí levantándome. La seguí hasta el centro del círculo que formaban las tiendas, donde había una pequeña hoguera. Allí nos esperaban Laura y Cora.

- Tenemos que esperar a que lleguen del río - explicó Laura.

Unos segundos después, por una esquina del campamento aparecieron un grupo de ocho chicas con diferentes tipos de peces colgados de anzuelos.

Dejaron la comida sobre una manta que había en el suelo y se dividieron en dos grupos de cuatro. Cada grupo se fue a su tienda. Tiendas que estaban al lado.

- ¿Dos grupos hacen la misma tarea? - Pregunté curiosa.

- A veces sí - contestó Cora -. En realidad depende de la tarea. Cazar y pescar lo hacemos dos grupos a la vez porque es mucha comida para transportar. Cocinar lo hace solo un grupo. Vigilar lo hacen dos grupos. Recoger el campamento lo hace un grupo. Depende de la tarea.

Cora lo explicó con tal naturalidad y contundencia que me pareció lo más normal del mundo. No cabía duda de que lo había explicado muchas veces.

- Somos siete grupos en total. La octava tienda es la de la diosa - siguió hablando Cora -. La comparte con Thalia. Normalmente está Artemisa pero si no su lugarteniente se queda al mando.

- Nos rotamos las tareas y tenemos seis turnos de descanso. En esos turnos solemos acompañar a la diosa en sus cacerías - añadió Megan.

Las chicas habían empezado a limpiar el pescado. Megan me pasó un cuchillo y yo hice lo mismo. Laura y Cora se fueron en busca de especies a la tienda-almacén. La novena del círculo, justo al lado de la salida.

- En cada tienda hay una líder, que es la que lleva más tiempo en las Cazadoras. En la nuestra es Cora - comentó Megan confirmando mis sospechas.

- Entonces, ¿Cuánto tiempo lleváis aquí?

- Yo llevo aquí seis años. Laura dos. Cora sesenta y tres - dijo Megan.

Intenté ocultar mi sorpresa.

- ¿Vais de Cacería con la diosa por la tarde? - pregunté, incapaz de satisfacer mi curiosidad.

- Por turnos. Por la mañana no cazamos porque Artemisa fue a buscarte, pero normalmente hay un grupo por la mañana y otro por la tarde. Cuando la Diosa está segura de haber cogido un rastro, recogemos el campamento y nos unimos a ella en la batalla.

Asentí con la cabeza dándole vueltas a la organización de las Cazadoras. Laura y Cora volvieron poco después de mi pequeña charla con Megan. Preparamos el pescado y lo asamos en una parrilla. Cuando todas las raciones estaban listas avisamos a Thalia, quien tocó el cuerno para avisar de la hora de comer. Todas las chicas se pusieron en fila con un plato mientras nosotras les servíamos su ración correspondiente. Cuando terminamos de servir nos unimos a las demás, que estaban sentadas con las piernas cruzadas alrededor del fuego.

- Jessica - me llamó Artemisa. Me levanté de donde estaba y acudí a la llamada de la diosa.

- Por la tarde iremos tras la bestia - me dijo con total seriedad.

Me quedé de piedra. ¡Nunca había cazado! Ni siquiera, lograba apuntar el arco en movimiento. Salí de mi estupor al ver que la diosa empezaba a mirarme raro.

- ¿Quieres... quieres que avise al resto? - pregunté un poco confusa-

- No - contestó Artemisa -. No estoy completamente segura del rastro. No conviene levantar aún el campamento. Enviaré diferentes equipos de búsqueda. Uno conmigo y otro con Thalia. Con un poco de suerte aseguraremos el rastro y mañana habrá una cacería.

Asentí lentamente, esperando a que la diosa me dijera a que grupo pertenecía yo.

- Tú y Cora vendréis conmigo. Thalia irá con Martina y Kira - añadió señalando a la hija de Zeus, que se dirigía hacia un grupo de chicas. Llevó a parte a dos de ellas -. Avisa a Cora. Os avisaré cuando sea la hora de marcharnos.

Volví a asentir, apartando la vista de Thalia. Hablé con Cora mientras terminábamos de comer. Las cuatro chicas del grupo de la tienda de al lado se fueron las primeras en levantarse y fueron recogiendo los platos.

- Les toca el turno de limpieza - me susurró Megan.

Asentí vagamente, con la cabeza aún puesta en la cacería que tendría lugar por la tarde.

Todo saldrá bien me repetía.


He tardado bastante en publicar XD

Es que he estado intentando sacarme el carnet de conducir, he tenido el examen hoy (el cual creo que voy a suspender) y he podido actualizar.

Espero que os guste el capítulo, si tenéis alguna sugerencia por favor mandadme un mensaje, intentaré incorporarlas a la historia :)


La protegida de HeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora