Capítulo 10

7.7K 449 27
                                    

Sueños

Estuve un par de minutos sin hablar.

- ¿El Tártaro? - Pregunté incrédula - No puede ser. Es un lugar que temen hasta los dioses ¿Porqué iba a desarrollarse ahí una guerra?

- No lo sabemos. Apolo sólo ha visto donde se desarrollaría la guerra y las personas clave para vencer. No hay una profecía clara - contestó Hera desolada.

- Pero no entiendo por qué la guerra ha de ser en el Tártaro. Si hay una guerra será para derrocar a los dioses, o sea a vosotros. ¿No tendrían que venir al Olimpo? Ya lo han hecho antes.

- Ya te he contado todo lo que sabemos. Te prometo que te contaré todo de lo que sea informada. Sin secretos - añadió con una sonrisa -. Siempre he querido tener una hija... Y tú eres lo más parecido que he tenido nunca.

Se desvaneció tras esa frase. Me había conmovido mucho con lo que había dicho, pero no podía dejar de darle vueltas a lo de la guerra en el Tártaro. Estaba sumida en mis pensamientos cuando Hera volvió a aparecer frente a mí. La miré extrañada y me sonrió.

- Se me había olvidado una advertencia: no se lo puedes decir a nadie. Los olímpicos no quieren la ayuda de los semidioses, no deben ser informados hasta que sea estrictamente necesario.

Volvió a desvanecerse. Me tiré en la cama dando un salto, me quedé dormida en cuanto mi cabeza tocó la almohada.

Una sala de mármol blanco apareció ante mis ojos. Sólo el centro estaba iluminado, yo me encontraba en una de los bordes en penumbra. Un majestuoso trono de hierro en el centro, una mujer joven totalmente cubierta de oscuridad se sentaba en él y hablaba con un chico menudo, arrodillado ante ella. No reconocí al chico, pero sí a la mujer: Nix. Agucé el oído y me acerqué sigilosamente, aún por las sombras.

- ... Suficientes! - Gritaba Nix enfurecida.

- Lo sé, mi señora, pero no puedo conseguir más apoyos sin revelar los datos de la conquista... - dijo el chico.

- ¡Pues revela parte del plan! - Dijo Nix - ¡Todos aquellos que apoyaron a Cronos, también me deben ayudarme a mi!

- Señora - dijo tímidamente el chico -. La mayoría murieron hace dos años en la guerra. Y los supervivientes no querrán bajar hasta la parte más oscura del Tártaro. Y el hijo de Poseidón ha hecho fieles al Olimpo a muchos de ellos...

- Que le den a ese semidiós. Ya me ha burlado una vez. No podrá impedir mi victoria - interrumpió Nix - ¿Cuál era la otra noticia? - Añadió más calmada.

- Hera tiene una nueva protegida.

- Una mortal - rió Nix -. No tengo de qué preocuparme...

No pude evitar sentir una punzada de ira.

- Es poderosa...

- No más que yo - sentenció Nix -. Seguiremos con el plan establecido. El uno de septiembre, empezará la guerra.

La imagen se volvió borrosa y aparecí en una sala completamente distinta. Decorada en su totalidad de negro. En el centro un trono hecho de huesos. El palacio de Hades. El dios estaba sentado en su trono mirando a la doble puerta que tenía en frente. Dicha puerta se abrió de golpe y por ella entraba Nico.

- Has tardado más de lo que creía - comentó Hades.

- Me he entretenido por el camino - contestó Nico bruscamente con un tono frío -. ¿Para qué querías verme, padre?

- Para explicarte porqué has de dar clases a la niña mortal - contestó el dios de buenas formas.

Nico no contestó. Se quedó mirando a los ojos de su padre. Unos ojos capaces de aterrorizar a pueblos enteros. Hades suspiró y apartó la mirada.

- Te pareces mucho a tu madre...

- Eso no explica por qué voy a tener que aguantar a la cría esa - interrumpió Nico.

Sentí una punzada de dolor por el tono despectivo.

- No es culpa mía - dijo Hades imponente -. Y baja ese tono si no quieres que te tire a los Campos de Castigo.

Nico se puso pálido como la cera (más de lo habitual, que ya es decir) y bajó el tono de voz.

- Entonces, ¿de quién es la culpa? - Dijo Nico irónico. En el tono se le notaba la ira apenas contenida.

- Afrodita me lo pidió - dijo Hades encogiéndose de hombros.

- ¿Afrodita? - Preguntó Nico incrédulo - ¿Y por qué le haces caso?

- Bueno... Digamos que me ayudará con una cosa para Perséfone... Pero eso no es asunto tuyo - Dijo a Nico, y con un movimiento de la mano le hizo desaparecer -. Ya puedes irte - añadió mirando en mi dirección.

Con un movimiento de su mano todo desapareció.

Me desperté sobresaltada cuando aún no había amanecido. Hefesto vino a buscarme a la hora prevista y me llevó de vuelta a las fraguas donde habíamos estado el día anterior.

- Durante esta noche he terminado el camuflaje del arco, el carcaj y las flechas - me dijo Hefesto rebuscando en el cajón de una de las mesas -. Aquí está - añadió sacando un pequeño prendedor en forma de media luna (imagen en galería) del cajón -. Tienes que lanzarlo al aire para transformarlo en el arco - comentó.

Lo lancé al aire y miré como se transformaba en pleno vuelo. Metí la mano izquierda por la correa del carcaj y con la derecha cogí una de las flechas. También con la izquierda cogí el arco, puse la flecha en posición y apunté hacia la estantería de las armas. Lo hice todo de forma automática.

- Vaya... - Dijo Hefesto impresionado - Parece que lo llevas en la sangre. Apolo no tendrá mucho trabajo - medio rió el dios.

Bajé el arma y la examiné con atención. El arco no tenía ninguna imperfección. El carcaj, también plateado, llevaba mi nombre completo gravado. Las flechas (doce idénticas) hechas por mí misma el día anterior parecían adaptarse a la perfección a los otros elementos. Miré agradecida al dios, que me devolvió una sonrisa.

- Bien - dijo Hefesto -. ¿Daga o espada?

Hola chic@s ya les dije que subiría más seguido ;P, aquí tienen la prueba. A partir de ahora subiré todos los lunes (espero), volviendo a lo que hacía el año pasado. Gracias por leerme! Dejad correcciones y opiniones en los comentarios. Si tenéis alguna sugerencia mandádmela por privado :)

Por cierto chic@s, voy a empezar una nueva novela que es un crossover entre Percy Jackson y Harry Potter. Se llama Semidioses mágicos. Me encantaría que me dijesen que les parece la idea :D
Ya he subido el prólogo, léanlo si quieren ;)


La protegida de HeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora