Este capítulo me ha quedado muy corto y, cómo no he actualizado ayer (y me tocaba) voy a hacer una minimaratón de dos capítulos cortos :3
Espero que les guste y procuraré no retrasarme en los siguientes capítulos :)
Minimaratón 1/2
Primer día de entrenamiento
Cuando me cansé de ver la televisión decidí mirar qué había en las estancias contiguas a la sala. La primera puerta que crucé (La más cercana al ventanal) daba lugar a un dormitorio espacioso pero simple. Las paredes eran diferentes a las de la sala, pues en ellas no había columnas. Estaban cubiertas por un papel pintado morado claro y blanco. Encontré una estantería con los marcos de fotos que antes estaban en mi habitación y mesillas de noche a ambos lados de una cama blanca con dosel. A la izquierda había una ventana que supuse era la continuación del ventanal de la sala y, al fondo (al lado de una de las mesillas) otra puerta.
Crucé esa segunda puerta y en lo primero en lo que reparé fue en que no había ventanas. Encendí un interruptor de la luz y me encontré un gran vestidor con tres armarios sin puertas: el primero contenía toda la ropa que guardaba en mi casa, perfectamente doblada; el segundo tenía vestidos de estilo griego de muchas formas y colores y ropa que supuse era de entrenamiento; y en el tercero estaban mis zapatos al lado de otros nuevos de diferentes estilos, aparte de algunos accesorios. Al girarme me di cuenta de que al lado de la puerta había un espejo y dos sofás.
Salí del vestidor y reparé que en el lado opuesto a la ventana del dormitorio, había otra puerta. Entré y aparecí en un cuarto de baño enorme. Había una ducha con masaje en una esquina, pegada a otra puerta. Un lavabo, una taza de baño y una bañera se situaban a lo largo de una de las paredes y, justo en frente de la puerta de la que acababa de salir, había un jacuzzi. Un enorme espejo atravesaba las cuatro paredes de la estancia, desde el suelo hasta el techo.
Decidí cruzar la puerta que estaba al lado de la ducha y me encontré de nuevo en la sala de estar. Volví al dormitorio y entré en el vestidor. En el armario que contenía mi ropa encontré uno de mis pijamas y me acosté en la cama.
No pude conciliar el sueño durante un largo rato. Estaba ante el comienzo de una nueva vida. Era la protegida de una de las diosas olímpicas más importantes. Y, sobre todo, había abandonado a mi familia y a mis amigos. No habían pasado ni unas horas y ya echaba de menos a Isaac. Con estos pensamientos de añoranza me quedé dormida.
Desperté con la luz intensa que provenía de la ventana. No ha sido un sueño pensé emocionada y asustada a partes iguales. Me di una ducha rápida y entré al vestidor para escoger ropa. En el armario con la ropa nueva encontré unos bonitos shorts vaqueros y una camiseta negra de tirantes que, curiosamente, eran de mi talla. Me giré hacia el espejo del vestidor y me observé con atención.
Mi cabello liso rubio estaba húmedo por la ducha que acababa de tomar. Bajo los ojos verdes tenía unas leves ojeras debido a la falta de sueño. Los labios mostraban la seriedad con la que me había tomado esta nueva vida. Mi figura atlética y delgada, marcada por la ropa ajustada, demostraba que quizás sería buena en el combate.
Me sequé el pelo y me lo recogí en una cola de caballo. Encontré mi maquillaje en uno de los cajones del lavabo pero decidí que no era buena idea. Por último me puse unas de mis viejas zapatillas de deporte. Me sorprendí al ver a Hera al salir a la sala.
- Buenos días, Jessica - saludó amablemente. Traía su cabello marrón chocolate recogido en un moño y un vestido similar al del día anterior, pero en un color marrón claro.
- Jess - corregí automáticamente -. Y buenos días - añadí rápidamente con una sonrisa.
Me devolvió la sonrisa y se sentó en la una de las sillas de la mesa del comedor.
- Bien tu primera clase. Hoy es Historia. - Empezó Hera.
- ¿Historia? Y mañana qué, ¿matemáticas? - dije divertida.
- No me refiero al tipo de historia que das en el colegio, me refiero a la historia de los dioses - contestó pacientemente.
- Pero a mí me gusta mucho la "mitología" - dije haciendo comillas con las manos - la griega sobre todo, así que no creo que haga falta esta clase.
- Está bien, pero supongo que sabes sólo lo que saben los mortales.
- Supongo - contesté insegura.
- Bueno los "mitos" como tu los llamas - dijo con repugnancia - son reales. Al menos la mayor parte de los griegos y romanos lo son. Hay algunas cosas que se han ido inventando los mortales sobre nosotros durante los últimos siglos, pero lo esencial es que tanto dioses y monstruos griegos como romanos existen.
- Vaaale - dije alargando la "a" y sentándome a su lado en la mesa -. Pero entonces, ¿existe otra diosa romana para el matrimonio?
- No - dijo riendo divertida - Yo me puedo transformar en romana si es lo que quiero.
- Ajá - dije a modo de asentimiento.
- Pero en eso nos centraremos después. Los griegos son más poderosos, leales y de confianza que los romanos, así que lo que hay que potenciar es tu parte griega.
- Vale. La verdad me gusta más la cultura griega.
Hera sonrió a modo de complicidad y continuó hablando.
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La protegida de Hera
FanfictionUna mortal normal es llamada al Olimpo, escogida por la diosa del matrimonio para ser su protegida. En el olimpo se entrenará durante un tiempo, luego bajará al Campamento Mestizo, donde una profecía la espera. En el campamento hará amigos verdadero...