Terminamos de ver la película y aunque parece no ser creíble pasaron muchas cosas: a Susan se le cayó el pochoclo, el trasero de un gordo fue a parar a la cara de Holly y a mí, bueno, a mí se me sentó al lado una señora que no paraba de llorar cada vez que pasaba algo emocionante. Las tres estuvimos de acuerdo en que la próxima vez alquilaríamos una película y la veríamos en mi departamento con cervezas.
Salimos de lo que es la parte "cines" y vemos que son las siete de la tarde.
-¿Vamos a comer?- les pregunto.
-Me leíste la mente- dijo Holly.
Compramos unos tacos y nos sentamos en el patio de comidas y nos pusimos a charlar. Después de terminarnos los tacos la charla llevó a un tema algo bizarro.
-¿Que tal estuvo tu primera vez?- le preguntó Susan a Holly.
-Estuvo genial, me gustó mucho aunque dolió algo pero luego, fue puro amor ¿Y tú Susan?
-Bien, con el camarero de una fiesta, Ron creo que se llamaba... en fin, no recuerdo mucho de esa noche, estaba muy borracha- me quedé pensando, ¿será el Ron que conocí yo en la fiesta?
-¿Y tú?- preguntó Holly, es evidente que me está hablando a mí, no hay otra persona aquí sentada.
-Lo siento, no te escuché ¿Qué me decías?- le pregunto esperando a que deje el tema de lado.
-Tu primera vez ¿Cómo fue?- me puse roja.
-Yo... bueno... verán...
-Eres virgen- dice Susan facilitándome las cosas por lo que mentalmente se lo agradezco. Asiento con la cabeza- no hay de qué avergonzarse, no hay edad para perder la virginidad.
-Exacto- comenta Holly- yo la perdí ayer.
Luego caminamos por el shopping, mirando más tiendas. Doblamos en un pasillo algo oscuro, ninguna recuerda haber entrado mientras compraba ropa. Entonces lo vimos, un cartel luminoso, con una chica en un bikini muy pequeño, en grandes letras dice: "SEX SHOP". Las tres nos miramos.
-Nunca he ido a un sex shop en mi vida- comenta Susan.
-Yo tampoco- dice Holly.
-Yo menos- aclaro.
-Estaría bueno conocer uno...- habla Susan- digo... me entra curiosidad.
-Sí... a mí también- Comenta Holly.
-Sí...- digo- y ya que tenemos la posibilidad, deberíamos aprovecharla.
-Qué más da, vayamos, no debemos de ser las únicas chicas en el mundo que entran a un sex shop.
Caminamos hasta la puerta y la abrimos para entrar en el local. Dentro, el local esta decorado con luces azules y varios estantes. Un chico está en el mostrador, nos mira.
-Hola- sonríe- ¿las puedo ayudar en algo?
-No gracias- digo- solo... estábamos... viendo- le sonrío.
-Claro, cualquier cosa pregunten... aunque no creo que necesiten de mi ayuda... se ven con bastante experiencia.
-Y lo estamos- dice Holly a lo que Susan y yo nos dieron ganas de reír.
-No lo dudo- le sonríe.
Paseamos por la tienda, no es nada fuera de otro mundo, es como... una juguetería pero pervertida.
Finalmente nos salimos de la tienda porque había cosas que ya nos asustaron de lo pervertidas que podían llegar a ser.
Después del paseo, Susan me lleva a casa en su auto y a Holly la pasa a buscar Jace. Ya son las ocho. Mientras subo el asensor pienso en Brit, la pobre debe de estar devastada. Compré cervezas en la tienda de abajo, espero que ayuden.
ESTÁS LEYENDO
Keep Dreaming
Teen FictionJulia es la hija de un famoso modista de ropa y ahora deberá empezar una nueva vida en Ámsterdam, pero allí conocerá mas que amigos, a la vez conocerá a Ash, un chico que es modelo e hijo del compañero de su padre. Pero Ash es todo un mujeriego, sin...