Subo al Audi de mi padre, rumbo a la escuela. Veo que mi padre tiene unas ojeras tremendas, me pregunto a qué hora habrá llegado anoche. Su cara no invita a que le hablen así que prefiero no hacerlo, me pongo los auriculares y dejo que la música me envuelva. El auto frena en la puerta de la escuela y me bajo, por supuesto luego de darle un beso en la mejilla a mi padre como forma de saludo. Atravieso la puerta y me cruzo con Jannet.
-¡Julia!- exclama- ¿cómo estás?
-Bien ¿y tú?
-Bien- suena la campana y caminamos al salón 20.
-Vamos a sentarnos allí, hay dos asientos libres de más para Ashley y Beatrice.
-Sí, no los había visto.
Nos sentamos en dos bancos, de atrás de todo por supuesto. Beatrice entra primero y detrás Ashley, les hago señas para que se sienten en los bancos que están delate nuestro.
-Hola chicas- dice Beatrice.
-¿Van a ir a la fiesta?- dice Ashley.
-Hola Ashley, ¿cómo estás? Yo bien gracias por preguntar- Ashley me saca la lengua y las cuatro nos reímos.
-Bueno, ¿van?
-¿Qué fiesta?
-Una fiesta que organizan los chicos hoy a la noche.
-Sí, seguro que voy- dice Jannet.
-¿Tú vas Julia?- pregunta Beatrice.
-Em… sí, ténganme en cuenta.
-Bueno, vienen a mi casa y luego desde allí vamos a la casa de Thom.
-Bien, luego pásame la dirección- le digo a Ashley.
-Sí, claro-dice la rubia- pásame tu número.
Por fin suena el timbre y es hora del receso, nos dirigimos a la cantina, donde están los chicos. El comedor está lleno de gente, aún más que ayer. Veo que hay unos chicos que ayer no estaban y también parecen de fútbol americano. Agarro una manzana, igual que ayer, no sé por qué es que las chicas comen tan poco y tan sano, debe de ser una dieta para las porristas, pero aunque yo no lo sea, una dieta no me viene nada mal. Nos sentamos en la misma mesa que ayer, con los mismos chicos. Ash al verme me sonríe y se me queda mirando fijo ¿iba en serio eso de que si me agarraba no me iba a dejar ir? Porque ya en verdad me está asustando, y mucho.
-Hola chicos- dice Beatrice sentándose al lado de Jace.
-Hola- saluda Thomas y luego le da un beso a Ashley.
-¿Cómo están?- pregunta Jannet que automáticamente se sienta arriba de Cale.
-¿Cómo crees?- le dice Ash.
-Sí, ya lo sé- le dice Beatrice.
-¿Saber qué?- les pregunto confundida mientras me siento en la silla.
-Volvieron los presumidos- dice Thomas señalando hacia atrás.
-No me lo menciones de nuevo- dice Ash- porque voy y le parto la cara a ese agrandado.
-Chicos…. No entiendo- Ashley me mira y me sonríe.
-Bueno- me dice Ashley- resulta qué, esos niñitos son de cuarto año, y nosotros de quinto, pero se ve que porque les ganaron un partido.
-En el cual nos faltaban dos jugadores- añade Cale molesto.
-Ya se creen los dueños del colegio.
-Qué idiotas- digo finalmente.
-Ya lo dijiste Julia- me dice Jannet.
Termino de comer la manzana a la vez que toca el timbre, nos levantamos de la mesa y cada uno se fue a su salón. Estoy en la clase de historia y me doy vuelta para hablar con Ashley o Jannet, pero ambas están dormidas y Beatrice no está en ésta clase, aunque en realidad no me viene nada mal dormir si es que quiero sobrevivir ésta noche. Por más que ayer haya dormido mucho, todavía no me acostumbro al horario y de vez en cuando me despierto a la mañana, a eso de las tres porque el sueño se me fue y luego vuelve el sueño y me vuelvo a dormir. Veo el mapa que el profesor está usando en el pizarrón, es un planisferio, está China, se me van cerrando los ojos, voy más a la izquierda y está Estados Unidos, más abajo está México y…Me empieza a vibrar el bolsillo, es mi celular. Abro los ojos y la clase está vacía, ¡ya se habían ido todos y yo me dormí! ¡Que vergüenza!, es mi papá el que está llamando.
-¿Hola?
-Hija al fin, te estuve llamando un montón de veces ¿dónde estás?
-En la escuela papá.
-¿Qué haces ahí? Hace veinte minutos que tuviste que haber salido.
-Es que… me atrasé- le mentí.
-Ah… bueno, te fui a buscar pero no estabas así que me tuve que ir.
-¿Tendré que volver caminando?
-Sí hija, a menos que tengas plata para un taxi.
-Bueno está bien, adiós.
-Chau- y luego corta.
Okey Julia, nunca más te vas a quedar dormida. Salgo del salón y veo al conserje limpiando los pasillos, por suerte está escuchando música y ni se da cuenta de que existo. Voy rumbo a la salida, pero paso por la sala de profesores y el chico de pelo negro está tratando de abrir la cerradura con un invisible. Trato de pasar por detrás de Ash sin que me vea pero es inútil.
-Julia Colins- dice el con su hermoso tono de voz- ¿qué haces aquí?
-Lo mismo te iba a preguntar- le contesto- me quedé dormida en clase y bueno, digamos que me dormí de más- él se ríe- ¿tú qué haces aquí?
-Solucionando mis exámenes- resoplo.
-Bueno, espero que puedas solucionarlo. Adiós.
-Sabes, te iría a buscar ahora mismo y te haría pagar por dejarme en la puerta ayer, pero como verás tengo que solucionar esto primero- me dice- así que mejor vete antes de que cambie de opinión.- luego vuelve a fijar su vista en su invisible y la cerradura.
Comienzo a caminar por la calle, cruzo una cuadra, dos y ya me pongo los auriculares, tres cuadras, cuatro. El edificio queda a unas veinticinco cuadras, así que me quedan bastantes canciones por escuchar. Ya comienzo a sudar a la cuadra número 20, aunque para mí parecieron cómo cincuenta cuadras largas e infinitas.
Me paro en la puerta del edificio, al fin llegué. Felicidad extrema, ya son las dos y media, me había tardado cómo una hora en llegar a mi casa. Toco el botón del ascensor y éste comienza a subir, nunca pensé que iba a extrañar tanto ésta música irritante. Abro la puerta y me voy directamente a ponerme mi malla. Mientras estaba en el ascensor noto que hay un piso que dice “pool” es decir pileta en inglés. Es genial, ¡hay pileta en el edificio!, nunca me sentí tan feliz en mi vida. Agarro una toalla, me pongo las ojotas y apreto el piso para ir a la pileta. Las puertas se abren, una gran pileta se extiendo por todo un piso. Para mi suerte no hay nadie así que tiro la toalla en una de las reposeras, me saco las ojotas y un short que me había puesto y ¡pum! Me tiro a la pileta. Salgo de la pileta a las cuatro y tengo un hambre terrible. Voy al departamento y mi padre está sentado viendo tele.
-¿Sabías que tenemos pileta?- el abre sus ojos como dos platos.
-¡¿Tenemos pileta?!- dice el ya parándose del sillón y subiendo las escaleras para ir a ponerse una malla.
-Sí papá, tenemos pileta- le digo yo abriendo la heladera y comiéndome un sándwich que apareció de la nada.
-Adiós hija- dice mi papá con la malla puesta y una toalla en su mano. No evito reírme.
-Adiós papá- el cierra la puerta.
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Keep Dreaming
Teen FictionJulia es la hija de un famoso modista de ropa y ahora deberá empezar una nueva vida en Ámsterdam, pero allí conocerá mas que amigos, a la vez conocerá a Ash, un chico que es modelo e hijo del compañero de su padre. Pero Ash es todo un mujeriego, sin...