Día de cine

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Al fin Sábado, bueno o al menos mitad del sábado. Me acosté con una súper borrachera y dormí hasta las cinco de la tarde. Me siento en la barra de la cocina y hay una nota.


“Julia hoy tengo una presentación importante, no volveré hasta tarde.
besos, Papá
PD: te compré medialunas!! Disfrútalas!”

Genial, mi padre no estará en todo el día y no podré hacer nada por mí misma, definitivamente si salgo en la ciudad me voy a perder, pero si no lo hago me voy a morir del aburrimiento. Me tomo un buen vaso de chocolatada y me como las medialunas. En la noche anterior no me llegué a poner el pijama porque apenas mi cabeza tocó la almohada me dormí. Mi estado debe ser espantoso. Voy al baño y me saco el maquillaje, me peino el pelo y me lavo los dientes. Listo. Mucho mejor. Me saco la ropa de anoche y en su lugar me pongo un short y una remera bastante suelta con una pluma negra en el medio, en los pies, por supuesto mis vans. MMe acuesto en ka cama y cierro los ojos, todavía me duele la cabeza de anoche.
Pero de repente un pensamiento inoportuno viene a mi cabeza ¿Ash de verdad me ama? Ja, río para mis adentros, ése chico… no es mi tipo, él solo me quiere usar, aunque por otro lado sus palabras sonaron muy convincentes. Bah, hoy es sábado, lo que significa que tengo un gran día por delante, bueno, no tan grande pero aunque sea sí una parte.
Agarro mi celular y le mando un mensaje a Ashley.
-¿Hacemos algo hoy?
-¡Sí!
-¿Vamos al parque?
-Julia, ¿recién te despiertas no?
-Em… sí ¿por?
-¡Está lloviendo idiota!
-Ups…
-Jajaja pero podemos ir al cine.
-¡Sí! ¡Suena genial!
-Bien, te paso a buscar en media hora, estate lista.
-Ok J
Bloqueo la pantalla de mi celular y me cambio mi short por un pantalón verde ajustado y me dejo la remera anterior. Voy al baño lo más rápido que puedo, agarro la planchita y me comienzo a planchar el pelo. Tengo una gran cantidad de pelo, por lo cual no creo que en media hora me alcance, pero en fin, me encanta vivir al límite. Voy a la mitad del mi planchado de pelo cuando suena el timbre. Mierda llegó Ashley.
-¿Quién es?
-Soy yo idiota abre- dice Ashley del otro lado. Apreto el botón que abre la puerta de abajo.
-Sube.
-¿No estás lista no?
-Te quiero mucho- le digo.
-Eres una idiota.
Corto el portero y vuelvo al baño corriendo. Para cuando Ashley toca la puerta yo ya estoy lista. Agarro mi celular y una pequeña cartera donde llevo la plata. Abro la puerta y me encuentro con una Ashley con los brazos cruzados y una mirada amenazadora.
-¡Apúrate!- me dice- ¡Llegaremos tarde a la función!
Me toma el brazo y me introduce en el ascensor. Salimos y vamos corriendo hasta el auto, nos subimos y Ashley comienza el camino. Un silencio incómodo nos rodea.
-No creas que no lo sé- me dice mientras mira fijamente el camino.
-¿Qué cosa?
-Vamos Julia, te besaste con Ash.
-¡Oh! Así que el niñito no aguanta menos de un día y ya se lo cuenta a todo el mundo.
-No boba, él es mi mejor amigo y me cuenta todo.
-No entiendes, me dijo que no se lo diría a nadie.
-Y si no quieres que nadie se entere ¿para qué estuviste con él?
-Estaba borracha- le dije. Me mira y se ríe.
-Bien, no le diré a nadie.
Realmente le agradezco mucho. Ashley estaciona en la tercera fila del estacionamiento. Hacemos la cola para sacar los boletos. Ashley se fue a comprar pochoclo y unas bebidas. Estoy a mitad de la fila, veo la cartelera y me fijo los horarios. Miro de arriba hasta abajo buscando la película pero una voz me interrumpe.
-¡Siguiente!- grita la chica de la caja, voy donde ella.
-Em… sí, hola quiero dos entradas para Sinsajo, ¿a qué hora está?
-Hay una función dentro de cinco minutos.
-Genial, quiero ésa.
Teclea un par de cosas y se imprimen dos boletos. Me los estira, le pago y voy donde Ashley. La rubia sale de entre un montón de gente con dos bolsas de pororó medianas. Le levanto la mano al lado de la puerta para las salas para que me vea. Ella me ve y viene hasta aquí. Le estiro las entradas al chico de la puerta. Nos indica la sala a la que debemos ir y pasamos.
La sala está totalmente oscura y están pasando las propagandas. Mientras subo las escaleras me tropiezo pero logro recuperarme. Escucho la risa de Ashley a lo lejos.
-Cállate idiota- le digo y se vuelve a reír.
Paso por delante de un montón de gente, pidiendo más de mil veces permiso y me siento al lado de Ashley. Comienzo a comer mi pororó y me concentro en la película que recién empieza.

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