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Maura se encontraba preocupada esperando a que el oculista dijera algo. Habían ido al médico, quien los había enviado directamente hacia allí. Niall se removía con incomodidad mientras el doctor hacia unas cuantas pruebas con él, intentando descifrar que era lo que sucedía con el pequeño. La mujer mordió su labio, sabía perfectamente que estaba sucediendo, aunque le ocultaran que era lo que tenía. Niall, su pequeño bebé, con tan sólo once años comenzaba a perder la vista. Primero veía algo borroso las cosas que estaban un poco lejos luego...luego dejaría de ver.

A los dieciséis años, Niall estaba pasando por una situación difícil. Había perdido casi por completo su visión, cuando más la necesitaba. Estaba comenzando a explorar el mundo, las personas y todo su entorno y, de pronto, su problema avanzó con rapidez, completando su última etapa que había llevado un par de años. Y ahora ya no veía, sólo distinguía algunos bultos, no era mucho, pero lo salvaba de la completa locura en la que podía llegar a caer. No era una experiencia linda y sus familiares y amigos intentaban no tocar aquel tema, aunque siempre terminaban haciendo enfadar al rubio sólo por ofrecerse a ayudarlo. ¿Qué harías tú si tienes a una persona ciega frente a ti, a la que aprecias mucho, casi destruyéndose porque quiere hacer las cosas solas? Sin duda querrías ayudarlo, protegerlo, pero Niall estaba pasando aquella etapa tan difícil para todos. Se negaba a pensar que iba a quedar ciego para siempre y, también se negaba a pedir ayuda.

Un día, meses después de que Niall perdiera su vista, el rubio se dirigía con su, ahora mejor amigo, bastón hacia el baño. Maldijo cuando chocó contra una mesa, pegándose en su pierna. Soltó un suspiro frustrado, tanta oscuridad lo agobiaba, sólo necesitaba ver algo de color y las formas bien definidas por un momento. De pronto, mientras movía su bastón por el piso buscando algo con lo que pudiera llegar a chocarse, escucho la voz de su madre no muy lejos de allí:

"Me preocupa Ni" La mujer sollozaba mientras decía aquello, Niall frunció su ceño. ¿Por qué le preocupaba a su madre? ¿Había hecho algo mal? ¿Se habría enterado de que, sin querer, tiro su jarrón favorito al suelo?

"Mamá, él podrá con esto" La voz de Greg resonó y el rubio estaba cada vez más intrigado, quería saber que era lo que pasaba. "Es un chico fuerte, estoy seguro de que superará su problema" había dicho su hermano, Niall mordió su labio, quedándose quieto en su lugar.

"No lo sé...¡Ya no siquiera quiere hablarme, además ha echado a Liam y Zayn cuando vinieron a casa!" La mujer estaba realmente preocupada y el oji-azul se sentía mal por aquello. Su madre no tendría que estar preocupándose por él. Tendría que estar haciendo su vida, cuidando de Greg y atendiendo a su padre. En cambio, había dejado su trabajo y pasaba todo su día junto a Niall, aunque éste varias veces la tratara mal.

"Tranquila, es sólo la impresión, cuando se acostumbre pasará" El rubio quería reír, porque no pensaba que pudiera acostumbrarse aquello pero...dos años después podía decir que si, se había acostumbrado a la oscuridad, a los bultos que sólo podía ver a veces y, muy rara vez, llegaba a distinguir el color azul. Al menos era algo. Luego de que su madre lo obligara a ir al psicólogo para superar lo suyo, comenzó a tomar el tema con cierta gracia. Y, al menos, ya tenía de vuelta a sus amigos con él.

Aquella mañana Niall se había despertado de un humor muy bueno, se había puesto la ropa que su madre había dejado sobre su cama, como cada mañana, y había caminado hacia la cocina sin demasiada dificultad. Con dos años de experiencia había logrado aprenderse los lugares de la casa y los muebles que podían llegar a molestarle o no. A decir verdad, era todo un logro ya que...

"¡Mierda!" Niall llevo su mano hacia su entrepierna donde se había golpeado con, al parecer, un nuevo mueble.

"¡Dios, Ni, olvide avisarte!" Maura se apresuró a acercarse a él y posó su mano sobre el hombro del chico, no quería que se ofendiera por querer ayudarlo. "Lo siento, bebé, tu padre quiso agregar una mesa nueva y..." el rubio la interrumpió.

A través de tus ojos-Narry StoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora