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-Bien, Niall, esta operación se realizará en unas semanas, ¿Que dices?.-El médico observó al rubio emocionado, esperando encontrar la misma expresión en el chico pero este sólo movía sus manos en su regazo y tenía su cabeza hacia abajo.

Maura hizo una mueca y murmuró unas disculpas al médico cuando supo que el chico no respondería.-¿Has estado comiendo bien, Niall?.

-¿Y eso que importa?.

-¡Niall!.-Su madre exclamó y el médico asintió con lentitud, comprendiendo el estado en el que se encontraba. Solía pasar, de vez en cuando, los pacientes podían recaer.

-Esta bien, no importa señora Horan.-Comentó.-Pero dígame usted, ¿Ha estado comiendo bien?.

-No demasiado.

-¿Algo en especial para que eso suceda?.-Miro a iall esperando que dijera algo, pero nuevamente, guardo silencio.-Niall, no se que es lo que este sucediendo, pero para poder hacer la operación es necesario que te alimentes bien, ¿Si?.

-No quiero ninguna operación.

-Niall.-El hombre suspiro.-Esperaste años para que algo así sucediera, ahora no...

-No quiero.-El hombre negó con su cabeza, soltando un suspiro.

-Bien, puedes salir Niall, tengo algo que hablar con tu madre.-El rubio se paró con cuidado, abriendo su bastón y comenzando a caminar mientras deslizaba el bastón por el suelo. Cuando cerró la puerta detrás de si, el doctor observó a la mujer con preocupación.-Creo que debería llevarlo a un psicólogo, suele suceder que no terminan de aceptar el estado en el que se encuentran pero no es bueno.-Maura asintió con rapidez.

-Haré lo que sea por él y por su bienestar.-Le aseguró, el hombre sonrió con cariño.

-Lo sé, Maura, eres una buena madre.-La rubia apretó sus labios y se paró de su asiento.

-Nos vemos en la próxima consulta, doctor.-Esquivo el elogio por parte del hombre y forzó una sonrisa. Este le devolvió el gesto mientras la veia alejarse.

Maura soltó un suspiro, ¿Como haría para que su hijo aceptara ir a un psicólogo?

(...)

El pequeño Theo observaba a su madre y su padre discutir desde la parte trasera del auto, con sus ojos picando por las lágrimas. A él no le gustaba ver a sus papis gritarse y, últimamente, sucedía a menudo.

Estaban estacionados frente a la casa de los padres de Greg pero este no quería que su hijo viera a su tío. Decía que era una mala influencia, ¿Que tal si su hijo terminaba siendo como él?

Aunque, pero aún, era ser un gay reprimido y frustrado que torturaba a cualquier persona que tuviera la libertad de ser como quería.

-¡Él no es una buena influencia para Theo!.-Grito Greg, Denise sólo lo observaba neutra. Ya ni siquiera le importaba que le estuviera gritando.

-Tu no sabes lo que es bueno para él.-Comentó con tranquilidad.-Si tu no quieres entrar, bien, pero Theo y yo visitaremos a Maura y a Ni.-Sentenció y salió del auto, dirigiéndose a la puerta trasera para poder abrir la puerta.

Segundos después se encontraban frente a la puerta de entrada, esperando a que alguien abriera. Greg se había ido, luego de insultar un poco más a su esposa y diciendo que volvería en dos horas para buscarlos.

-¡Cariño, que bueno verlos!.-Maura sonrió con sus ojos brillantes, pues había estado esperando la visita de ellos desde hacía un tiempo.-Pasen, pasen.-Se hizo a un lado, no sin antes dejar un sonoro beso en la mejilla del más pequeño, quien soltó una risita mientras ingresaba corriendo a la casa.

A través de tus ojos-Narry StoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora