Matt ojeaba su móvil despreocupado y, al advertir nuestra llegada levantó la mirada hacia nosotros y sonrió.
— ¿Te ha gustado el espectáculo, cabrón? —rio sonoramente al igual que Rubius—. Pringaos, ambos sois unos pringaos —volteé fingiendo estar enfadada pero una pequeña risa escapó de mis labios.
— ¡Vamos! no eres española —se quejó Rubén—. ¿Pringaos? ¿no me dirás "boludo"? —la verdad es que el acento argentino, aunque sea imitado, se le daba muy mal a este tío.
—Claro que no, ¡estoy en España, joder! —forcé un pequeño tono español del cual todos terminamos riendo.
—Estás loca, Kath —dirigí rápidamente la mirada hacia Rubén con asombro ¡Acababa de revelar mi nombre secreto!
— ¿Kath? —dijo Matt entre pequeñas risas.
—Rubén, ahí te la has jugado —le propine una bofetada.
— ¡Hostias! ¿qué coño te he hecho, joder? —frotó levemente su mejilla, al parecer aún adolorida.
—hombre, la has tenido merecida.
—Ya, tíos, ¿estoy pintado acaso? —Matt reía desde el anonimato por nuestras gilipolleces.
—Pues, ya hemos visto que no —dije formando una sonrisa y comencé a reír antes hablar—. ¡Las pinturas no hablan! —solté varias carcajadas bastante sonoras. Matt me siguió el rollo y comenzó a reír, mientras que Rubius hacía un Facepalm negando con la cabeza.
—Has pasado demasiado tiempo con el gilipollas de Vegetta —yo sonreí para luego seguir riendo por mi chiste malo. Parece que los chicos se habían caído bien—. Ya vayámonos, Kath. No vaya a ser que tu tío real se aparezca por aquí —asentí con la cabeza y, ya después de habernos despedido de Matt, volvimos a mi apartamento. Con todo lo que había pasado parecía que Rubius había olvidado el asunto del vídeo lo cual agradecí.
Al llegar me lancé sobre el sofá, lo cual Rubius imitó al encender el televisor. Veíamos Hora de aventuras cuando mi móvil comenzó a sonar. Observé a Rubén quien hizo un gesto en plan "No haré nada, tómalo tú" entrecerré los ojos asegurándome de que no hará nada estúpido y tomé el móvil. Era Vegetta.
— ¡Vegettita, corazón! —dije al responder su llamada.
— ¡Lydia, amor! —escuché a este del otro lado de la línea. Amaba jugar a los novios con él.
— ¿A qué se debe la dulce llamada de mi novio? —Rubén volteó hacia mí como si la exorcista hubiese entrado en su cuerpo con los ojos y boca abiertos como platos, estaba a punto de decirme algo pero hice un gesto de que callara. Coloqué el altavoz para que Rubius se alterara aún más.
—Pues quería saber si mi novia querría pasar a visitarme y tal vez grabar un gameplay —sonreí y Rubius hizo un pequeño bufido que Vegetta fue capaz de oír—. ¿Te encuentras con alguien?
—Sí, amor. Rubius me ha recogido del instituto —Vegetta por dios no cortes el rollo ¡sigue!
— ¡Rubius! ¡compañero! ¿cómo te ha tratado la loca de mi novia? —Samuel, oficialmente te amo.
— ¡Vegetta! —fingió entusiasmo mi amigo—. Tu novia me ha tratado de maravilla.
—Está bien —Vegetta carraspeó un poco la garganta para aclararse la voz—. Amor, ¿vienes o estas muy ocupada?
—Claro, Vegettita ¿cuándo te he fallado yo? —se escuchó una leve risa de la parte de mi novio falso.
—Está bien, te espero en dos horas —sonreí un poco—. Debo irme a grabar Apocalipsis Minecraft con Willy.
—Vale, no me dejen sin mi vídeo —ambos reímos—. Adiós, corazón.
—Adiós, linda. Te amo —no podía creer que había dicho eso. Se la ha jugado un poco pero soy Lydia, me da igual.
—Yo también te amo —terminé la llamada y sonreí estúpidamente. Al voltear noté que Rubius me fulminaba con la mirada. Parecía que en cualquier momento me mataría—. ¿Y a ti qué te sucede?
—No me has dicho que Vegetta era tu novio —su mirada parecía que iba a quemarme si pudiera.
—No te lo he dicho porque no es verdad —reí un poco y él volvió a abrir su boca y sus ojos como platos.
— ¿Que has dicho? —parecía estar flipando en colores ahora mismo.
—Somos novios falsos —aclaré entre risas—. Sólo eso.
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MADURA «Rubius & Tú»
FanficLydia es una chica un tanto peculiar de 18 años. A pesar de estar en su último año de escuela secundaria y tener muy buenas notas se salta las clases y su reputación precede todos los antecedentes escolares. Sin dudas siempre está en boca de todos y...