Intenté salir del apartamento pero la multitud que se encontraba en mi sala lo impidió. Está bien, Rubius me lo impidió. Sin dejar de hablar con Mangel, al verme me cogió por la cintura. Me esforcé sin resultados repetidas veces zafarme de su agarre.
— ¿Recuerdas cuándo nos conocimos, Kath? —preguntó este mirando a Mangel y luego a mí. Yo asentí con la cabeza y sonreí al recordar ese día.
—Recuerdo creer que justo en ese momento mi vida terminaría —mi tono era suave para que Derek no se preocupara pero todos se encontraban en silencio y atentos a mis palabras ¿por qué cojones siempre hacían eso?—. Pero luego un tío de gafas y acento encantador se sentó junto a mí y el gilipollas que se encontraba frente a nosotros se le piró la pinza tirando papeles dentro de su boca —sonreí de lado y Rubius me aferró más hacia él—. En ese entonces no sabía que eran Youtubers, pero sin dudas vosotros habéis nacido para esto chicos —esta vez me referí a todos los presentes en la sala, excepto Derek, Chelsea y yo, por supuesto—. Me alegráis la vida. Cada día que paso aquí, me apego más a vosotros. Sois el sol que ilumina mis días nublados, por más cursi y tonto que suene —luché por contener las lágrimas que nublaban mi vista pero finalmente una que otra lágrima rebelde escapó cuando todos se acercaron a abrazarme y diciendo cosas tiernas como "eres la hostia" o "nos caes mazo de bien" por un momento, me sentí parte de una familia unida y compañera. Mi móvil sonó interrumpiendo la escena. Era un texto de Vegetta.
"Lo lamento Lydia, por todo. Sé que no debí hacerlo y créeme que en verdad me ha gustado pero no trata sobre eso sino que ¡Estoy saliendo con Guillermo, joder! Lo hemos mantenido en secreto por casi tres años y ahora llegaste tú, pero es algo que no quiero discutir en un texto. Te veo cuando los demás parguelas se hayan ido de tu apartamento"
Los nervios se apoderaron de mí. Quedé pálida como un papel, ¿Samuel tiene una relación con Guillermo hace tres años? No puedo creer que Wigetta, después de todo, se haya confirmado ¡y soy la primera persona en enterarse! Mi instinto shipper se estaba liberando frente a todos con caras completamente desentendidas. Comencé a hiperventilar una y otra vez hasta que, luego de varios minutos, solté un fuerte grito que creo había llegado hasta la Antártida.
— ¿Lydia, estas bien? —la preocupada voz de Rubius fue la primera en escuchar. Me derrumbé sobre el sofá. Parecía tener convulsiones pero solo estaba contenta a morir.
— ¡Mujer! ¡ya reacciona! —también había logrado apartar a Mangel de su odioso Iphone.
— ¿Pequeña? ¿está convulsionando? —Alex parecía súper alterado, corría de aquí para allá gritando y preguntando si debía llamar una ambulancia.
— ¿Lydia? —Willy entró en escena con su dulce voz y abrazándome logró calmarme—. Ya, pequeña ¿qué ha pasado? —se apartó un poco de mí para poder mirarme a los ojos. Yo sonreí abiertamente y gritando "lo sé, ya lo sé todo" volví a abrazarlo fuertemente, él algo anonadado me correspondió—. ¿Qué es lo que sabes? —susurró aún abrazados y yo de la misma manera susurré "Wigetta es real". Willy se separó para dirigirme una tierna sonrisa—. Me alegro que lo sepas.
Mangel chocó conmigo al caminar rumbo a la cocina, llevaba su móvil nuevamente en la mano. Estaba hasta las narices de este tío y su estúpido Iphone así que, de un manotazo se lo arrebaté. Luego de varios largos minutos discutiendo para que le devuelva el móvil acordamos que no se lo entregaría hasta que acabe la noche. Obviamente no pude resistirme a averiguar la razón por la cual nunca se despega del móvil y, aunque había prometido no hacerlo revisé sus mensajes.
*Conversaciones extrañas con un tal Dylan (su foto era una calavera)
*Llamada también con ese tal Dylan
*Un chat con el tal Dylan (Llevaba la misma calavera de foto de perfil)
*Intercambio de estados con el tal Dylan
Allí sí que no pude ver nada de nada así que lo cerré apenas entré, no sin antes dejar un pequeño Tweet
*Un comentario de su madre en una foto suya diciendo "Que rellenito estás hijo"
Me cansé de su móvil y lo dejé sobre mi refrigerador sin que se diera cuenta. Subí lentamente a la mesada para alcanzar la cima del mismo y casi me mato al bajar pero ya había tenido práctica, pues allí era donde solía esconder los cigarros de mi padre cuando intentaba que deje de fumar, cosa que nunca conseguí pero nunca perderé la esperanza de que tome consciencia de los peligros que trae fumar.
Al volver a mi sala los chicos se encontraban fingiendo jugar un videojuego en mi consola que se encontraba apagada. Les miré con cara de "¿Que cojones hacéis ahora?" pero ellos no me dieron importancia y continuaron con la vista fija en el televisor apagado. Parecían haber visto un fantasma puesto que se encontraban pálidos y petrificados.
— ¿Qué ha pasado? —pregunté al pararme frente a ellos. Quienes respondieron aún sin dirigirme la mirada.
—Tu casa está malditamente embrujada —dijeron a coro, parecían poseídos por un demonio o algo así.
— ¿De dónde habéis sacado eso? —me crucé de brazos desinteresada mientras recogía los mandos que seguramente ellos habían lanzado al suelo. Probablemente han estado jugando a Outlast o Until Dawn y les ha saltado un screamer.
—Tu televisor —dijo Alex con la voz temblorosa—. Tenía un mensaje con sangre.
—Nos encontrábamos jugando tranquilamente a Little Big Planet —comenzó Rubius—. Cuando tu televisor se apagó de repente y el mensaje "You're going to die" apareció en letras rojas que parecían escurrir sangre —lo miré desconfiada—. Willy tiene una foto.
— ¡Si tómalo! —me aventó el móvil y salió corriendo hacia mi habitación. Vi la imagen y para mi gran sorpresa no había nada pero ¿qué cojones es eso? creo que veo algo allí detrás. Una mano tomó rápidamente mi pierna haciéndome caer.
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MADURA «Rubius & Tú»
FanfictionLydia es una chica un tanto peculiar de 18 años. A pesar de estar en su último año de escuela secundaria y tener muy buenas notas se salta las clases y su reputación precede todos los antecedentes escolares. Sin dudas siempre está en boca de todos y...