Historias Wigetta. Capítulo 20

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Allí se encontraban todos con las mejillas rojas por las hostias que les había dado ¿a qué clase de lunáticos se les ocurre una broma semejante? Lo del televisor no fue la gran cosa pero vendarme los ojos, atada a una silla y ellos riendo como psicópatas no fueron buenas ideas porque, en cuanto logré liberarme comencé a propinarles palizas en plena oscuridad.

En fin, todos terminaron con golpes en la entrepierna y las mejillas hinchadas. Ellos obviamente trataban de dejarme con toda la culpa pero yo me excusaba diciendo "No debisteis asustarme de tal forma" y al cabo de tres minutos terminamos disculpándonos.

Eran las cinco de la madrugada. Derek y Chelsea ya se habían quedado dormidos hace casi dos horas y nosotros como grandes amigos ya les habíamos dibujado en toda la cara. Mangel se quejó del cansancio al igual que luego hizo Willy, así que les aventé almohadones y cobijas. Willy dormía como un ángel cómodamente sobre mi sofá mientras que los demás dormían en el suelo. Chelsea se había quedado junto a Derek en el cuarto del mismo y yo, como la cabrona que soy, me tumbé cómodamente en mi cama la cual era para dos personas pero ¿Qué cojones? Es mi cama. Egoísta y confortablemente me rendí al sueño en mi linda camita.

— ¿Resaca? —exclamé ferozmente a Chelsea y Derek—. ¿cómo cojones tenéis resaca si no habéis bebido?

—Sobre eso —Derek jugueteaba con sus manos tratando de excusarse pero Chelsea no lo ayudaba en nada ya que parecía algo desorientada—. Ayer hemos bebido algunas cervezas con ella —al señalar a la rubia y ambos volteamos hacia ella pudimos notar que, la muy idiota se encontraba intentando atravesar la pared "Harry, todavía no puedo atravesar el muro. ¡ayúdame!" repetía una y otra vez.

Los chicos ya habían regresado a sus casas, todos menos Willy ya que Vegetta no le permitió entrar. Hoy iríamos ambos a conversar con él, quería todos los detalles sobre Wigetta, desde los más románticos hasta los más sucios.

Esperamos unos momentos hasta que Chelsea pueda sostenerse por sí misma y luego partimos rumbo a la "Cabaña del amor Wigetta", que igual solo era una casa normal donde ellos vivían pero yo me encontraba en mi fantasía shipper.

Luego de tres golpes en la puerta Vegetta nos dejó pasar. Se le notaba mejor, reanimado. Seguro solo debía aislarse un poco de toda esta locura.

—He estado grabando mucho —dijo sonriente—. Me he adelantado toda la semana—.

—Genial, tendrás más tiempo para Willy —no me aguantaba más, quería que tocasen el tema pero ninguno se atrevía. Ya veo por qué Wigetta no se había confirmado antes.

—Pues yo también tengo una canal —Willy parecía algo nervioso, sonrojado a más no poder. Como Vegetta no cuide a este tío se lo robo. Ahora mismo siento muchas ganas de abrazarlo cual peluche—. Pero si es por Samu dejo de grabar y salto sobre él.

—Pues —Vege rascó su nuca nerviosamente pero antes de poder continuar Guille gritó "no puedo resistirlo" y se lanzó sobre él uniendo sus labios. Yo los observaba con una sonrisa en el rostro y los ojos iluminados, poco más lloro de emoción pero logré contenerme.

Cuando se separaron lo primero que hicieron fue sonreír y analizar mi reacción. Yo seguía de la misma forma, con la sonrisa de oreja a oreja y los ojos cristalizados. Comenzaron a contarme varias historias juntos como la vez que casi los descubren besándose o cuando Samu fingió ahogarse para que Guille, el socorrista lo bese.

Luego anécdotas sobre algunos signos que comparten como las pulseras y una que otra curiosidad sobre los "Detrás de cámaras" de Apocalipsis Minecraft 4, ya que era la más reciente. Solo diré que no se imaginan cuántas veces se habían besado durante los vídeos. Esos chicos realmente se amaban y eso me quedó más que claro cuando me contaron cómo Vegetta se atrevió a pedirle para salir a Willy, fue una escena jodidamente tierna.

—No quiero sonar cursi pero, tienen la relación más genuina del mundo —estos sonrieron por mi comentario—. ¿Por qué no lo han dicho?

—En un principio no sabíamos cómo reaccionarían nuestros amigos y suscriptores —comenzó Vegetta.

—Pero cuando ya no tuvimos dudas sobre eso nos dimos cuenta que amábamos nuestra relación secreta —finalizó Willy. Estuve de acuerdo, por supuesto.

Me acerqué al oído de Vege y susurré "No tengas dudas, él es quien, en verdad amas" por lo cual él respondió "Lo sé" de la misma manera. A pesar de todo, Willy no se sentía amenazado ni celoso por mí. Confiaba plenamente en las decisiones de Vegetta, tal y como este confiaba en las suyas. Era un acuerdo mutuo.

—Os envidio —sonreí al verlos abrazados, amándose el uno al otro—. Yo desearía un amor como el vuestro.

—Oh, amor —me abrazó Vegetta—. Ya encontrarás a tu Willyrex.

—Vaya, Vegetta —exclamó Guille—. Si sabes tú bien que no hay nadie más como yo.

—Es una metáfora, alma de cántaro —respondió este sonriendo para luego besar nuevamente a Willy. Yo soñaba con un beso Wigetta y hoy, en el transcurso de la tarde había presenciado más de cincuenta y cinco besos.

—Ya, con tanta dulzura que he visto hoy me van a dar caries —bromeé y ellos me abrazaron despidiéndose—. Los veo mañana.



MADURA «Rubius & Tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora