MADURA «Rubius & Tú»

Me han olvidado en el cine. Capítulo 38

— ¡No quiero ir! —me quejé mientras Alex seguía jalando mi brazo arrastrándome hacia el cine.

—Y yo no quiero ver la bendita película solo —contraatacó el enano.

Intentaba obligarme a ver la nueva película de Star Wars.

—Escucha —me detuve en seco por lo cual él se quedó quieto—. No quería decírtelo pero nunca he visto ninguna película de Star Wars —éste fingió un intento de desmayo soltando mi mano de repente.

—Has herido mis sentimientos —ahora se limpiaba lágrimas falsas de la cara.

—Ya, veré la estúpida película contigo ¿vale? —suspiré rendida—. Pero deja de actuar tan mal, hieres mis sentimientos.

Él dio varios saltitos de alegría y tomó mi mano nuevamente para llevarme dentro del cine. Compró las entradas y nos ubicamos en los asientos. Había comprado dos botes de palomitas tamaño familiar y dos bebidas del mismo tamaño, además de que veríamos la película en 3D.

—Eres todo un fanboy —me burlé de él pero, debido a que la película había comenzado, lo único que hizo fue callarme lanzándome palomitas.

Dediqué los primeros 20 minutos a intentar comprender lo que sucedía aunque luego me rendí y me mantuve comiendo palomitas.

Junto a mí noté a un padre con su hijo, aparentemente de mi edad, en las mismas condiciones que yo mientras su padre veía la película animado. Toqué suavemente el brazo del chico para llamar su atención y éste volteó lentamente.

— ¿Estás aburrido? —susurre para no llamar la atención de Alex.

—Ni que lo digas —respondió. Aún con la mínima visibilidad que tenía dentro de la sala noté que el chico era castaño y de ojos claros aunque no pude determinar el color— ¿y tú?

—Yo estoy aquí por las palomitas —bromeé.

—Al menos tú tienes palomitas, este viejo tacaño no ha querido comprar nada —reí en susurro por su comentario y acerqué a él mi bote de palomitas para compartir—. Eres genial —agradeció comiendo varias al mismo tiempo—. Soy Noah.

—Soy Lydia —me presenté de igual manera—. Todos me llaman "Kath".

— ¿Has venido tú sola? —indagó un poco pero por supuesto no me molestó.

—No —respondí—. El chico de allí que está a punto de una crisis nerviosa es Alejandro, he venido con él aunque más bien me ha obligado —señalé a Alex que le faltaba poco para llorar en pleno cine. Golpeé suavemente su brazo llamando su atención—. Oye, cálmate o te golpearé —éste no le dio mucha relevancia a mi advertencia y continuó en modo Fangirl.

— ¿Es tu novio? —preguntó Noah. Me pareció demasiado curioso pero seguí sin darle importancia.

—Por suerte no lo es —exclamé estremeciéndome por la idea. Estúpido y sensual Alex.

—Ya —pareció satisfecho por mi respuesta además de las palomitas que introducía en su boca una tras otra.

—Come con calma —lo reproché—. No pienso salvarte si te ahogas.

—Perdón, mamá —respondió sarcástico.

Pasamos los que quedaba de película burlándonos de las caras de confusión que llevábamos ambos. Descubrí que estaba en las mismas condiciones que yo: obligado a ver una película sin haber visto ninguna de la saga anteriormente.

Luego de unas largas dos horas la película acabó por fin.

—Tengo las piernas dormidas, joder —me quejé intentando levantarme ya que los créditos habían ocupado la pantalla. Noah rio ante mi situación logrando que le lanzara una mirada fulminante.