MADURA «Rubius & Tú»

Camino al aeropuerto. Capítulo 15

Detuve mi música al entrar al instituto. Llevaba un libro abrazado a mí y mis cascos ya reposando en mi nuca. No quería dejar mi música pero debía prestar atención a todo, especialmente hoy. Ayer Vegetta me había pasado algunas canciones que llevaba en su móvil y desde entonces no me he despegado de mis cascos. Apenas crucé el portal Solange y Matt se acercaron y comenzaron a caminar a mi ritmo junto a mí.

—Matt, ¿algo que sea preciso que sepa? —no volteé al hablarle. Me sentí la jefa de una gran empresa, aunque creo que esto se asemeja más a una mafia.

—Nada importante —le dio una ojeada a la libreta que llevaba con él—. He escuchado a varios chicos hablando de ti en los baños, te adulaban y cosas así; y Solange me ha dicho que las chicas de años menores te tienen mucha envidia.

—Perfecto —abrí mi casillero y dejé allí el libro que llevaba para luego tomar lo que necesitaba para química. Sin voltear seguí conversando con Matt—. ¿Tienes algo para mí hoy?

—Sí, un chico llamado Fred quiere hablar contigo —cerré con fuerza mi casillero y, luego de un bufido miré a Matt.

—Más le vale ser bueno —dije rodeando los ojos—. Mi tiempo es muy valioso.

Todos reímos y nos dirigimos a la clase de química. Hoy, luego de la escuela, los chicos me llevarían al aeropuerto a recoger a Chelsea, Derek y la persona misteriosa. Estaba entusiasmada por volver a ver a mis amigos pero mucho más por ver a la extraña persona la cual mi madre había colado en el viaje.

Luego de la estúpida clase me dirigí a mi "reunión" con el tal Fred quien resultó ser un guapo chico dos años menor que yo, deportista y músico el combo perfecto, lástima que simplemente no estaba interesada. ¡Estoy rodeada por los youtubers más guapos del planeta, joder!

—Lydia Price —pronunció aquel adonis lentamente y con ironía en su tono—. Sabes he oído mucho de ti. Rumores; la reina del instituto, amiga del gran Rubius, problemática, la típica chica que rompe las reglas —sonreí orgullosa de lo que se decía sobre mí. Él rio para sí mismo y luego volvió a hablar—. Pues déjame decirte que el único "Rey del instituto" aquí soy yo y si tienes en mente competir conmigo aceptaría cualquier tipo de apuesta.

—A ver si comprendo, ¿me convocas a mí, que tengo cosas mucho más importantes que hacer, solo para desafiarme? —él sonrió cínico, sonrisa la cual borré con mis siguientes palabras—. Escúchame bien Freddy, este es mi instituto y todo el mundo me obedece solo a mí, no perderé mi tiempo con un niñato que intenta hacerse notar —con la boca bien cerrada ese extraño tío dio media vuelta y volvió por donde vino.

—Excelente trabajo, Lydia —me aduló Matt. Sonreí y continué mi día en el instituto, en mi instituto. Comenzaba a cambiar de opinión sobre el viaje y el nuevo instituto. Ya no creía que era mala idea mudarme aquí. ¡Solo miradme! soy la reina del instituto con título y todo, soy amiga de unos sexys youtubers y vivir sola era la frutilla del postre, ¿Qué más podía pedir? todo era perfecto. "No invoques a la mala suerte, el karma puede jugarte en contra cuando menos te lo esperas" recuerdo a Guille haber dicho eso en algún momento pero ahora mandaba a la mierda el karma y grité—. Nada puede salir mal.

Al salir del instituto los chicos estaban en poses completamente sexys. Alex y Mangel ojeaban sus móviles y platicaban; mientras Rubius, Vegetta y Willy se recargaban en el carro con gafas de sol puestas. Oí como mis admiradores comentaban sobre ellos.

— ¿A qué se debe la sobrecarga de swag? —los chicos se percataron de mi presencia dejando lo que estaban haciendo para correr a abrazarme. Después de las cálidas muestras de afecto de parte de mis sexys amigos nos dispusimos a subir al carro de Willy—. Oigan, ¿tienen pensado que todos viajemos allí?