Quiebre

1K 40 3
                                    

El resto de ese día no fue nada fácil pero hice mi mejor esfuerzo para ignorar las punzadas de dolor que sentía en el pecho cada vez que cruzaba miradas con mi amiga. La verdad es que para este punto yo no sabía si ella le había dicho sus sospechas a Beto pero si no era ese el caso seguro que el sospechaba algo, podía decirlo por la mirada de incertidumbre y pena en sus ojos, era como si intentara pedirme disculpas con ella.

Esa misma tarde, cuando llegué a casa luego de la escuela, me llevé una gran sorpresa cuando fue mi mamá con lo primero que me topé.

-Ups, lo siento...- dije rápido, sin molestarme en verle la cara, y retomé mi camino a mi cuarto.

-No tan rápido jovencita... no creas que no diré nada después de que te desaparecieras ayer por la noche. Si no dije nada antes es porque no encontré el momento oportuno- genial, lo que le faltaba a mi día, que mamá se hiciera la preocupada. ¿Cuál es el punto en esto si no lo había hecho jamás? No se lo reproche antes y no lo haré ahora, sobre todo porque me gusta mi independencia -¿donde estuviste?-

-Eeem... ¿una fiesta?- esa fue toda mi respuesta, eso y un encogimiento de hombros.

-Oh my god, no puedo creerlo ¡mi hija en una fiesta! Pensé que no viviría para ver este día- dijo ella limpiándose una lagrima imaginaria, como siempre ella haciendo el melodrama por las dos, ¿por qué hacer tanto escándalo por esto? Bien, es verdad que no salgo mucho para esto, más bien nada, pero no es como para hacer un escándalo de ello. Ruedo mis ojos y hago un nuevo intento para salir de su vista pero ella no parece dispuesta a dejarlo pasar -no,no,no. Antes que te encierres en tu cueva vas a contestarme al menos una cosa ¿besaste ya a un chico?- levanto mi ceja mostrando lo ridícula que me parece su pregunta pero ella solo persiste con el tema -bien bien, al menos dime si saldrás de nuevo de fiesta-

-No lo sé mamá, ¿si te lo digo me dirás tú que fue lo que pasó con mi auto?- buen momento para recordar esto, ahora que lo pienso llevo varios días sin saber de mi cacharrito.

-Eso depende de tu respuesta-

-¿Y eso que significa?-

-Si me gusta lo que digas te diré donde está, de otra forma tendrás que esperar a final de año para saberlo, que es cuando pensaba contarte de esto- no puedo creer que lo diga de forma tan despreocupada.

-Pero para eso queda más de dos meses... ¿pensabas tenerme todo este tiempo sin una explicación?- aún no sé por qué esto me sigue sorprendiendo, no es como si yo no supiera que mis padres son capaces de eso y más.

-Pues ya sabes, dame mi respuesta y veremos- al menos puedo decir con toda certeza que sé la respuesta que ella quiere escuchar, eso lo sé por los más de dos años que lleva comparándome con mi hermana Tami.

-Pienso que tal vez si, pero eso dependerá de si recibo alguna invitación-

-Bueno, si socializaras más tal vez tendrías invitaciones. Además de ese par de amigos que tienes no frecuentas a nadie más ¿Còmo esperas que te inviten?- no podía entender cuál era su problema con mis amigos, siempre diciendo lo mismo. Desde que comencé a salir con ellos mi mamá se empeñaba en menospreciarlos, esa era una de las principales razones para evitar traerlos a casa, eso y que siempre estaban hurtando mis golosinas.

-¿Y tú como sabes eso si ni siquiera hablamos? ¿A caso sabes de quién fue la fiesta a la que fui? No ¿verdad?- dije exasperada, y cuando noté que quería decir algo levanté mi mano en una señal muda para que no hablara -y ni te molestes en contestar porque mis preguntas no buscan escusas que es lo único que sabes darme. Ahora, si me disculpas, tengo un montón de trabajos pendientes y muy poco tiempo. Te veo en la cena... si decides acompañarme- termine mi frase con mi cara de aburrimiento y luego di media vuelta hacia mi cuarto.

Juegos traviesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora