4. La cita.

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Narra Elliot:

Amelia parece muy sorprendida lo cual no entiendo, lo único que le estoy pidiendo en un beso. En verdad no entiendo a las mujeres.

--¿Tan horrible te parezco como para no besarme?—no me contesta--. Responde!!

--No te besare, es absurdo que quieras un beso mío, apenas nos conocemos.

--No te alteres, además solo es un beso ni que te estuviera pidiendo matrimonio—que exagerada es esta mujer, otra en su lugar lo haría sin pensarlo.

Pero ella no es como las demás...

--Está bien, pero no se lo cuentes a nadie ¿de acuerdo?—suelta un sonoro suspiro.

Me acerco lentamente a su rostro y la miro directamente a los ojos para después mirar sus labios entre abiertos. Sus labios se sienten un poco fríos y tensos pero poco a poco me responden tímidamente. Y lo que pretendía ser un beso tierno, se convirtió en uno apasionado y urgente cuando ella dejo pasar su lengua.

Nuestros corazones iban muy acelerados, jamás imagine que Amelia fuera tan apasionada y sensual cualquiera a simple vista la catalogaría como una niña inocente e inexperta. El hecho de imaginarla besando a otros hombres de la misma manera que a mí, hacía que sintiera unos enormes celos.

Cuando me separe de ella la imagen que tenía en frente me dejo sin aliento, sus mejillas estaban sonrojadas, sus labios estaban irritados por el beso, estaba un poco despeinada y sus hermosos ojos estaban muy dilatados y tenían todavía los rastros de la pasión.

--Creo que no estuvo nada mal—dije aclarándome la garganta.

--Tienes toda la razón, ahora que tienes tu premio podrías llevarme a mi casa por favor—se veía muy incómoda.

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Llegamos a su casa, abrí la puerta para que pudiera salir del auto. La atmósfera estaba muy tensa.

--Sé que te parecerá descabellado lo que te diré, quería saber si ¿quieres salir conmigo?—me siento como un adolescente hormonal.

Amelia solo me miro y asintió y por un momento me sentí muy bien era como si ella fuera la única persona que llenara el vacío en mi corazón.

--Entonces paso por ti el sábado por la tarde.

--De acuerdo, entonces nos vemos hasta el sábado, adiós.

Cuando estaba a punto de llegar a mi departamento mi padre me llamo y me pidió que fuera la empresa. Yo sé que es lo que quiere, necesita saber mi respuesta a lo del famoso y estúpido plan que tiene.

L a verdad no sé qué hacer, por un lado está el amor que le tengo a mi padre y por el otro están los sentimientos que estoy comenzando a sentir por Amelia. Todavía siento el sabor de sus labios y pongo cara de tarado, tal vez no esté tan mal que acepte, así podre estar mucho mas cerca de ella.

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--El señor Donovan lo espera en la sala de proyecciones—la secretaria de mi papá es muy joven y atractiva no me sorprendería que estuviera follando con ella; entro a la sale de proyecciones y veo a mi padre mirando por la ventana, tiene la mirada perdida.

"Bad Girl" La venganza a penas comienza...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora