"Bad Girl" La venganza a penas comienza...

37. Lo juro...

Ese estúpido despertador se ha vuelto mi enemigo desde que comencé la universidad hace ya casi tres semanas, me levanto con bastante pereza de mi gloriosa cama y entro a el baño para darme una no muy relajante ducha porque ya llego bastante tarde a mi primera clase. Siento el agua deslizarse por mi cuerpo y relajando mis músculos. Salgo del baño y con paso apresurado me dirijo a mi vestidor, tomo unos jeans un poco rotos y una camisa blanca y para el frío me pongo un suéter con diseños navideños pero sin exagerar, busco entre mis zapatos algo cómodo y discreto. Me pongo unas vans  negras y tomo mi mochila negra y salgo corriendo de mi habitación.

En la cocina se escuchan las voces de Andy y Preciosa quienes le hacen monerías a el bebé, cuando notan mi presencia me ofrecen un poco de fruta picada pero desisto y me despido de ellas con un respectivo beso en la mejilla y  a mi sobrino le doy un abrazo de oso provocando que suelte quejidos leves, tomo las llaves de mi auto y me celular y tomo el ascensor.

- Hasta luego - le digo a el nuevo portero y el me responde con un movimiento de cabeza.

El trafico de esta cuidad en verdad me molesta mucho pero como dice Leandro, me voy a acostumbrar. Desde hace una semana y media nos hemos estado viendo más a menudo y nuestro lazos van creciendo cada vez más. Por otro lado mi hermana me sorprendió al decirme que esta saliendo con el sexy doctor, recuerdo que se veía un poco nerviosa al no obtener respuesta de mi parte pero es que sinceramente estaba en un shock al saber semejante noticia aunque debo reconocer que me puse muy feliz al saber que estaba rehaciendo su vida y dándose una nueva oportunidad para amar. Yo estoy tratando de hacer lo mismo con mi vida, he llegado incluso a pensar que lo de la venganza es algo absurdo y lo mejor sería olvidar esa etapa de mi vida para poder comenzar con otra sin ningún contratiempo pero luego recuerdo que tengo asuntos pendientes con la perra de mi prima y las ganas de hacerla pagar vuelven a renacer con más potencia.

Llego a la universidad y estaciono mi auto de forma un poco brusca por no decir violenta y salgo de el. Corro por los jardines y siento como me hace falta el aire en mis pulmones y eso que Leandro y yo corremos juntos por las mañanas los fines de semana, llego a el salón y veo que todos están comenzando a salir de el aula y comienzan a dispersarse por el pasillo, con la mirada busco una cabellera oscura ondulada cuando siento unos brazos rodear mi cintura, volteo y me encuentro con la persona que estaba buscando.

- Eres una desgraciada, me dejaste abandona junto a mi hormonas revolucionadas por el demasiado atractivo profesor de  Historia - me dice cuando estamos frente a frente, desde que conocí a Amber se ha vuelto mi mejor amiga y la quiero mucho.

- Se me hizo tarde, el despertador no sonó - me defiendo aún sabiendo que el maldito despertador sonó más de lo que debería.

- Haré como que te creo - entrecierra los ojos y ambas caminamos en dirección a la cafetería, el olor del café recién hecho inunda mis fosas nasales llenándolas de un delicioso olor, pedimos dos americanos y nos sentamos cerca de los enormes ventanales para observar a los alumnos morirse de frío, comenzamos a platicar y a bromear.

- ¿Quien soy? - pregunta una vos profunda cerca de mi oído causando que mi piel se estremezca, no necesito adivinar porque ya se quien es...

- No se supone que estabas en el hospital haciendo guardia - respondo con voz acusadora causando que Leandro ría suave y varonilmente. El besa mi mejilla y se sienta al lado de mi y es así como los tes comenzamos a platicar sobre el clima y el idiota de Donald Trump. El reloj de la cafetería marca las diez de la mañana, dentro de veinte minutos tenemos periodismo deportivo con la profesora Vargas quien no es muy amable que digamos, nos despedimos y nos dirigimos a el aula, el resto de la mañana se pasa lenta y de forma aburrida...

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Son las cinco de la tarde del viernes y Amber y yo quedamos de ir a bailar a un nuevo lugar en donde solo hay música latina, termino de ponerme mis pendientes de diamante en forma de plumas, me miro al espejo mirando aprobatoria mente mi reflejo, escogí un vestido corto hasta el mulso de encaje blanco con escote en V sensual pero sin parecer ramera, me puse unos tacones blancos de plataforma y deje mi cabello suelto pero y mi cartera blanca con toques plateados. Mi celular comienza a sonar, lo tomo y vero que se trata de Leandro quien ya esta abajo esperándonos, es bastante temprano pero es que primero vamos a ir a cenar los tres junto. 

Amber se ve preciosa con ese vestido corto color durazno con escote en la espalda dejando ver sus lunares que le dan un aspecto aniñado, lleva puesto unos zapatos de piel con cintas y unos pendientes enormes de oro y su cabello lo lleva en un moño italiano despeinado pero eso sí, sus labios siempre de ese color rojo tan potente. 

Llegamos a el lugar y conversamos de forma amena y nos divertimos bastante. Leandro no se ha separado de mi desde que paso por nosotras y eso en cierta forma me hace sentir algo extraño en mi estomago no se lo que es pero no quiero dejar de sentirlo, no por ahora.

Después de la cena nos dirigimos a el lugar, se ve que esta en ambiente y poco a poco comenzamos a mover nuestras caderas de forma sensual y un tanto atrevida pero a la vez elegante, las manos de Leandro se posan en mis caderas y comenzamos a movernos al ritmo de la canción.

- Bailas bastante bien pequeña - susurra en mi oído para después seguir bailando, pasan cinco canciones más y  nos vamos a sentar mientras el va por bebidas, siento una mirada sobre mi que me hace sentir un poco incomoda, observo por todos lados pero no logro visualizara nadie.

- Esto esta que arde amiga, amo a los latinos - grita Amber mientras mueve sus caderas de forma extraña mientras ríe, sonrío ante su emoción pero no dejo de sentir cierto temor.

(...)

Se ve más hermosa de lo que puedo recordar y eso en verdad me molesta porque puedo notar como la miran de forma lujuriosa los hombres de el lugar, cuando la vi entrar al lado de ese hijo de perra me morí de celos. Es tonto pero no puedo evitarlo, la sigo viendo como mía y solo mía, de nadie más. Mi hermano toca mi hombro y me giro para poder observarlo mejor.

- ¿Que sucede ?

- El detective Franco encontró el lugar donde viven, no esta muy lejos de aquí - me informa. Desde que le llego la foto de su hijo no hemos escatimado en gastos para encontrarlas y gracias a eso por fin las tenemos cerca pero a la vez tan lejos, pero no por mucho tiempo... eso lo juro.

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Hola chicos, no me maten. Lamento no escribir estos días pero es que no he tenido tiempo pero como ya casi se acercan las vacaciones juro por lo más sagrado que  actualizare  más a menudo.

Los amo!!!

Bss

P.D. He recibido algunos mensajes acerca de que Elliot no es muy guapo que digamos y que mejor lo cambie por otra personas así que nuestro nuevo Elliot es...

COLTON HAYNES!! Espero que estén conformes con este cambio