Amelía:
Hoy es la cena con Leandro, miro mi despertador y veo que son las ocho de la mañana. Siento mucha flojera que ni siquiera me quiero levantar de mi deliciosa y cómoda cama, es tan grande y caliente que me tienta a querer vivir para siempre en ella pero como siempre mi yo responsable me dice que me levante y deje la flojera de lado.
Me levanto perezosamente y me pongo short de mezclilla deslavado con una blusa color blanca de manga larga y con algo de vuelo a partir de mi cintura, unos zapatos de piso blancos con un moño dorado completan mi conjunto. Por último me pongo un colla de plata con LOVE en cursiva. Cuando estoy a punto de salir de mi habitación mi hermana abre la puerta ocasionando un terrible golpe en mi nariz.
- ¡¡Tonta, ,me la rompiste!!- me duele horrores, siento algo caliente y rápidamente me tapo la nariz y corro al baño para enjuagarme. No me puede estar pasando esto a mi, odio este día y ni siquiera ha comenzado.
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Estamos en la sala de emergencias de el hospital, la nariz me sigue doliendo mucho y estoy furiosa con Andrea Van Cleef, que le diré a Leandro ya se, pensara que soy una despistada o que lo hice a propósito para no ir a cenar con el. Una enfermera nos llama y pide que entremos al consultorio. Nos levantamos y entramos.
- Buenos días Señoritas Van Cleef, ¿cual es el motivo de su visita? - pregunta una mujer algo mayor con el cabello muy rubio, trae puesta una bata blanca en donde esta anotado su nombre pero como soy una ciega no alcanzo a ver bien.
- Lo que pasa es que... por accidente creo que le rompí la nariz a mi herma...
- No creas, es completamente seguro que me la rompiste - mi vos se eleva un poco y la doctora nos mira reprobatoria mente.
- En ese caso tendré que ver que fuerte fue el daño - se levanta y se pone unos guantes blancos muy pegados a sus manos y me lleva a una camilla que esta al fondo de su consultorio. Me pide que quite la mano y comienza a tocar suavemente y me hace preguntas acerca de si me duele o no.
- Tiene usted un fractura en el tabique ya que el golpe fue bastante fuerte, así que tendremos que hacer algunos rayos X para ver que tan mal esta y después de eso se le tomaran los cuidados necesarios para que mejore - dice cuando termina de revisarme.
Creo que al final voy a tener que cancelar mi cena con Leandro, se me va a caer la cara de vergüenza. La enfermera nos dice donde quedan rayos X y después de casi cuatro horas en el hospital por fin llegamos a nuestra casa, el hospital era moderno y limpio pero no se compara con nada con mi casa. Preciosa esta en la cocina preparando la comida y entonces pienso ¿Me perdí el desayuno y el almuerzo? me dará un infarto... lo se, siento como me falta el aire y el rostro se me va de lado ¡Dios! moriré.
- Lía ya vente a comer - grita Andy y entonces me levanto y corro a la mesa, el delicioso olor de el pollo llena mis fosas... esperen un momento... el olor no llego, me quede sin olfato. Gracias Andy te amaré por esto.
- No huelo nada Andrea Van Cleef y todo es por tu culpa - digo con tono acusatorio.
- No seas dramática, será solo temporal - contesta con indiferencia.
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Primer tono... segundo tono y tercer tono ¡nada! Leandro no me contesta y con esta ya son cinco veces que trato de localizarlo para cancelar la cena ya que me encuentro indispuesta. Vuelvo a marcar pero sale lo mismo y en verdad necesito decirle que no iré a la cena, no quiero que piense que lo deje plantado. Aunque... ¿funcionara?.
Es una idea descabellada pero no tengo ninguna otra opción...
Me pongo mi vestido color rosa claro con escote de corazón y con pequeños detalles en pedrería en el borde del escote, en la cintura se ajusta mostrando mi cintura menuda y la falda es suelta y me permite moverme, me pongo unos zapatos muy altos en plateado. Mi maquillaje es de colores pastel y plata, me pongo una pulsera de diamantes en la mano derecha y en la otra un anillo de diamante rosa, mis aretes son de trébol también de diamantes blancos. Tomo mi bolso y mi saco.
Salgo de mi cuarto y camino despacio y silenciosamente por la casa para que Andy no me escuche. Tengo ganas de gritar de felicidad cuando llego a la puerta de el ascensor, presiono el botón de recepción y las puertas se abren. Cinco minutos después me encuentro saliendo por la puerta de el edificio. Tomo un taxi y le digo la dirección de el restaurant.
Cuando llego puedo notar que el ambiente es muy ostentoso y elegante, la señorita de la entrada me pide mi nombre.
- Me están esperando - contesto mientras busco con la mirada a Leandro.
- A nombre de quien esta hecha la reservación - dice la joven y le contesto amablemente, me indica que la siga, puedo observar a las personas hablando tranquilamente o haciendo negocios pero todos tienen algo en común y es que se pudren en dinero. Cuando llegamos a la mesa asignada ya se encuentra mi cita, se ve muy guapo con ese traje color negro y su corbata rojo sangre, sus ojos me recorren de pies a cabeza y la sensación que produce es bastante agradable, a que mujero no le gusta sentirse deseada aunque sea solo una vez.
- Te ves espectacular Amelía - dice con tono seductor al mismo tiempo que me ayuda a sentarme, su mirada es como la de un depredador acechando a su anhelada presa.
- Debo decir lo mismo Leandro, te ves sumamente guapo con ese traje - el sonríe ante mi cumplido y me agradece. Un mesero nos lleva la carta y nos deja para que podamos ordenar. El menú es bastante... caro, hay desde ensaladas sencillas hasta los platillos más caros y extraños. Le pido a Leandro que pida por mi y cuando el mesero llega ordena salmón al horno y pide una botella de Moet y Chadon .
Trato de no tocar mi nariz, me punza y me duele y lo peor de todo es que creo que mi acompañante lo ha notado porque me mira con esos ojos llenos de duda. Le sonrió y continuamos conversando. Tiene dos hermanas mayores llamadas Elizabeth de 29 años y Sarah de 35, ambas son casadas pero no tiene hijos, sus padres murieron en un accidente de auto cuando el tenía dieciséis años y desde pequeño mostró gran pasión por la medicina al igual que su padre.
Todo transcurre con normalidad entre risas y bromas mientras que nos acercamos poco a poco hasta que estamos a unos centímetros de distancia y puedo sentir su aliento a menta y notar la suavidad de sus labios carnosos y tentadores .
- Amelía... - susurra, me encanta como suena mi nombre en sus labios, es como si lo acariciara. Sus labios rozan los míos y de pronto siento en terrible dolor y sin poder evitarlo gimo de dolor.
- ¿Que ocurre?- pregunta preocupado.
- Es que hoy en la mañana tuve un pequeño accidente y me rompí la nariz... pero no es tan grave que digamos - contesto tratando de quitarle importancia a lo sucedido. El me mira reprobatoria mente y me revisa con sumo cuidado, estarás pensado que soy una tonta al quitarme el yeso y yo contestare que ni siquiera se como me lo pude quitar.
- Esto no tiene buen aspecto Amelía ¿en que estabas pensado?.
- En que no podía quedar mal conmigo y además estuve tratando de localizarte pero jamas contestaste - digo en defensa propia.
Se acerca a mi y me besa de forma tierna mi nariz lastimada, me quejo un poco y ambos reímos, nos miramos y despacio nos vamos acercando hasta sentir nuestros labios juntos en un casto y sincero beso...
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Hola!! Aquí les dejo otro capitulo más para que lo puedan leer y lo amen o lo odien. Recuerden que los quiero mucho.
Bss
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"Bad Girl" La venganza a penas comienza...
Teen FictionNUNCA debieron humillarme y burlarse de mi!! Ahora es la hora de que comiencen a pagar todos y cada uno de los que me lastimaron a mi y a mi familia. Todos se arrepentirán, los haré sufrir... El mas que nadie se arrepentirá de haberme usado, solo de...