39. Volviendo a caer en tus deliciosas redes de amor

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Tres días desde el ardiente encuentro con Elliot, estoy recostada en mi cama con la tarjeta entre mis manos en la espera de que llegue mi valentía para poder llamarlo y pedirle explicaciones que en su momento ignore pero que ahora son necesarias para mi, las cosas con los chicos ya no son lo mismo y ellos se han dado cuenta y como los caballeros que son han decidido darnos tiempo para analizar lo que estamos pasando, Andy esta incluso peor que yo y en cierta forma me alivia que exista otra persona más infeliz que yo pero me deprime saber que se trata de mi adorada hermana.

Salgo rumbo a la cocina y tomo un helado de chocolate y un tarro de nutella para aliviar mis penas, justo cuando estoy a punto de entrar a mi habitación la puerta de Andy se abre y deja ver a una desanimada y cansada mami, le enseño el helado y ella asiente y ambas entramos a su habitación, Ángel esta dormido en su cuna ajeno a lo que ocurre a su alrededor, el es el único inocente en todo este problema y por eso lo protegeremos con nuestra propia vida si es necesario.

Escogimos una película romántica, la más romántica posible: Ghost, la sombra del amor, tenemos preparados pañuelos por las lagrimas, al final de la película ambas estamos llorando a moco tendido y sin poder contenernos, poco a poco Andy se va quedando sumida en un profundo sueño, me levanto de la cama y salgo sin hacer ruido de su habitación, entro a la mía y tomo el maldito teléfono y marco esos jodidos números que solo me torturan desde hace tres días.

- Diga- escucho la voz tan varonil de Elliot y tomo aire.

- Mañana en la dirección de la tarjeta a las dos de la tarde - trate de sonar lo más distante posible y fui directo al grano, pero por dentro estaba nerviosa y me sentía como una adolescente hormonal.

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Me pongo un vestido rojo con escote en V que no muestra mucho pero me da un toque sensual, tiene un cinturón dorado debajo de los senos haciendo que se vean un poco más grandes, me pongo unos tacones de color piel con tacón de once centímetros, mi cabello va suelto y lacio y solo llevo labial rojo y delineador junto con pestañas postizas y rimel causando que mi mirada se vea más pequeña, tomo mi saco y  mi cartera, las llaves de mi auto estén en la cocina , las tomo y salgo de el apartamento. Veo que dirección es la de la tarjeta y conduzco hasta el lugar es un enorme edificio llamado "El Belaire" ubicado en Manhattan, en el Upper East Side, el portero me pide mi nombre y que deje mis datos.

- El ascensor más grande es el que la llevara a Penthouse - dice y me indica el camino, presiono el único botón y las puertas se abren dejándome ver un enorme espejo y  unos pequeños sillones, tomo asiento ya que el edificio tiene a lo mucho como 20 pisos y apenas voy en el segundo. Pasan cinco minutos y las puerta se abren y permiten que vea a un bien vestido Elliot con un enorme ramo de rosas blancas en sus manos.

- Te vez espectacular Lía - besa mi mano y me entrega las rosas, siento mis mejillas ruborizadas y bajo la mirada tratando de evitar que una enorme sonrisa florezca en mis labios, el levanta mi mentón y me obliga a mirarlo directamente a los ojos, puedo notar el deseo en su mirada y sus labios entre abiertos muestran sus ganas de besarme, lo se porque yo me encuentro en la misma situación.  Me ofrece su brazo derecho y ambos caminamos en dirección a su comedor, el lugar es pequeño pero esta bien distribuidos además de lujoso.

- Supongo que debes querer cenar - dice Elliot ligeramente nervioso lo cual me satisface mucho, solo asiento mientras me quito mi saco, noto como pasa saliva y mira a otro punto de el apartamento para evitar verme a mi. La cena estuvo realmente deliciosa y hace mucho que no reía tanto con alguien, ese es el efecto que causa el en mi persona.

- Lía  debes prometer que escucharas sin interrumpirme, aunque lo que diga sea horrible no debes interrumpirme - dice serio y yo solo asiento - todo empezó cuando...

Mientras el hablaba yo sentía ganas de llorar y gritar, no puedo creer que el y su maldito padre hayan sido capaces de semejante atrocidad, mataron a mis padres sin ningún sentido, jugo con mis sentimientos y me destrozo por completo solo por ambición y sed de poder.

- Espero que puedas perdonarme Lía - dice con tono arrepentido y suave, lo miro y lo único que siento es odio.

Odio a mi misma porque a pesar de todo lo que acaba de decirme sigo sintiendo un inmenso amor por el y eso me llena de coraje e impotencia porque soy consciente que se estúpido amor seguirá presente sin importar nada. Se que me arrepentiré el día de mañana pero ahora lo que quiero es vivir el momento con el hombre que amo y amare siempre.

Me acerco a el y lo beso salvaje mente, el se muestra sorprendido pero después reacciona y responde a el fogoso beso, nuestra lenguas juegan y nuestros dientes muerden y nuestros labios succionan, nos separamos y el me lleva a la alcoba y comienza a besar mis labios y mi cuello de forma seductora y sensual, gimo al sentir su miembro erecto rozar mi feminidad ya húmeda por los besos compartidos, me quito los zapatos y le arranco la camisa mientras el besa mi cuellos y acaricia mi muslo cerca de mi monte de venus, sus manos abandonan mi pierna y mi cadera para posarse en el cierre de mi vestido y comenzar a bajarlo lentamente, sus labios vuelven a mi boca y muerden lentamente, ahora solo me encuentro en una diminuta braga de encaje rojo, no llevaba sujetador, el me mira mientras se quita el pantalón y su bóxer mostrándome su miembro en todo su esplendor, besa mis pezones y los succiona y con su otra mano pellizca mi otro pezón para después viajar a la zona donde mis muslos se unen  y me acaricia suavemente, introduce un dedo y yo suelto un sonoro suspiro, cuando introduce dos suelto un pequeño grito. Me terminar de desnudar y siento como va resbalando, gimo su nombre suavemente mientras el continua adentrándose en mi, sus embestidas se vuelven más furiosas y ansiosas hasta que ambos llegamos a el clímax deseado.

Besa mis labios tiernamente y me abraza hasta que ambos caemos rendidos y nos dormimos uno en los brazos del otro... eso es todo lo que deseo en este instante, un amanecer con él y solo él... olvidando el hecho de que mañana volverá a ser como antes, volverá el vació y la soledad a mi corazón.

Volví a caer en las deliciosas redes de su amor... esa es mi condena



"Bad Girl" La venganza a penas comienza...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora