|Dragon Ball RA| |SAGA DIOSES|

Capitulo 18

Narrador común

      — ¡¿Có-Có-Cómo te atreves?!— grita Kira llena de ira.

     Aprieta firmemente sus puños, cierra sus ojos mientras una lágrimas cristaliza resbala por la comisura de su ojo y cae a la tierra siento absorbida inmediatamente por esta. De pronto, todo empieza a temblar de manera extraña, Anion se muestra sorprendida y un poco asustada. Pequeñas piedras comienzan a elevarse sobre el suelo, los vientos soplan incontrolables, los mares se agitan y el cielo se oscurece.

—N-N-N- ¡¡¡NUNCA TE LO PERDONARÉ!!!— grita Kira desde el fondo de su garganta.

    La Diosa de cabellos castaños que tenía su pie en el cuello de Kira sale disparada hacia una gran roca, intenta levantarse después del impacto pero la fuerza que emite el Ki de la Diosa de ojos blanco va en aumento provocando que la gravedad aumente. Kira se eleva hasta llegar al cielo, una esfera de energía la cubre totalmente mientras su grito resuena en todos los rincones del mundo.

***

Narra Kira

   Trunks... lo lamento tanto... Sé que te dije que nunca te amaría y tal vez nunca lo haga pero siempre serás parte de mí...

***

Narra Goku

     Es demasiado poderosa, pobre Trunks, debo sacarlo de aquí, a Bulma le va a dar un infarto cuando sepa lo que sucedió pero debo retirar su cuerpo. Camino unos cuantos metros, la presión de su Ki me esta aplastando, al llegar a Trunks un escalofrío me recorre la nuca.

—No lo toques— me dice una voz a mis espaldas, ¿Kira?

***

Narrador común

    La esfera de luz que cubría a Kira desaparece de pronto, un cuerpo totalmente blanco que al parecer está enteramente hecho de energía le dice con voz autoritaria al saiyajin que no toque al joven de cabellos lilas. Goku retrocede inmediatamente una vez que reconoce aquella voz, queda sorprendido al ver de quien se trataba. Kira camina hasta Trunks.

—Perdóname, Trunks— suplica.

   Se coloca en cuclillas y toca la herida del joven con la palma de la mano, una luz color rosa pálido emerge de la palma y entra en la herida. Reconstruye rápidamente los tejidos heridos, reparando todo daño que su tía le había provocado al joven. El de ojos azules jala rápidamente aire a sus pulmones, sus ojos se abren de golpe y se levanta violentamente seguido e una tos incontrolable.

   La Diosa coloca cuidadosamente su mano en la espalda del joven, de pronto Trunks siente paz. Mira directamente a los ojos de la Diosa, los cuales parece no tener. Se ha quedado sin palabras.

—Kira— musita él.

—Ponlo en un lugar a salvo, Kakarotto— dice la diosa —. Y luego regresa que necesitaré tu ayuda.

—No te dejaré— espeta el pelilila tomando del brazo a Kira.

   Los labios de ella dan una tierna sonrisa.

—Ya haz hecho demasiado, Trunks. No me perdonaría si algo más te llegará a ocurrir. 

—No lo hagas— le ruega el joven.

   Kira vuelve a sonreír pero esta vez con mayor gentileza. Con la yema de los dedos toca la frente del joven quien inmediatamente cae desmayado, ella le lanza una mirada suspicaz al saiyajin de pelo negro quien no duda en cargar al muchacho en brazos, coloca do dedos en su frente y asiente. De repente, desaparece.

—Que emotivo momento— dice Anion en tono empalagoso.

    La Diosa de energía se gira violentamente clavando sus inexpresivos ojos sobre la mirada de su tía.

—Haré que tu alma arda en lo mil y un infiernos del punto muerto— le dice Kira.

—Diosa Pura— musita Anion — ¡¡¡ERES UNA MALDITA!!!

     Kira eleva ligeramente la mirada y señalando a su adversaria concluye:

—También soy tu superior.

    Anion, furiosa, le tira un puñetazo pero el puño se detiene justo delante del rostro de Kira. La pelicastaña tiembla en su lugar.

***

Narra Anion

   ¡Imposible! Se ha transformado en Diosa Pura, en mi estado post mortem no será suficiente, ¡¿Cómo es que todo esto pasó?! ¡¿Cómo me volví tan idiota y débil?! 

   Odio tener que hace esto, pero ya estoy muerta, el vínculo que he conectado a su corazón me permite tener una segunda oportunidad. Usaré la última técnica, si fallo esta vez puedo olvidarme del cuerpo de Kira y resignarme a los mil y un infiernos.

—Tú me obligaste a hacerlo— le digo retadoramente a mi sobrina.

   Su rostro no muestra sorpresa.

— ¡¡¡EKITHO!!!— grito llena de rabia.

HOLA AMIGAS Y AMIGOS! AQUÍ LES TRAIGO EL CAPITULO 18! MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SUS LEÍDAS!

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