Epílogo

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      Dejo que el viento me acaricie el rostro, me encuentro sentada en el fino pasto que está fuera del palacio en Kamega. Mi cabellera se ondea con la fresca brisa, he contenido las lágrimas todo el día y puedo seguir haciéndolo sin ningún problema pero. . . ya no soporto el dolor del pecho. Han pasado seis meses desde que volví a mi planeta con mi familia, ya nada ha vuelto a ser igual; ahora si somos una verdadera familia, Crizte sigue siendo un poco fría y distante pero no es como solía ser; grosera y agresiva, a demás conoció a un Dios del Onceavo Universo y creo que está saliendo. Me alegro por ella aunque también siento un poco de envidia. Mi padre intenta apoyarme en todo lo que puede pero mi madre no deja de repetir que estoy en una grave depresión que podría afecta al Universo, creo que está siendo bastante paranoica.

     Acaricio una flor de Kreseq que apenas está floreciendo, después me paso las yemas de los dedos por los labios, recuerdo el beso como si hubiera sido hace unos momentos. Todo está en equilibrio y, si, aun le guardo un poco de rencor a los Saiyajines, pero es un rencor casi nulo pero existente. He soportado mis ganas de verlo a través de los hilos sagrados; los cuales me permiten conectar mi alma con los universos.

     Suspiro. Miro a mi alrededor, nadie me esta mirando. Alargo discretamente la mano derecha al frente, cierro mis ojos y pongo mi mente en blanco. Cuando hice la Técnica Post-Mortem el punto muerto se percato de mis actos y por eso me succionó; el verdadero problema fue la fusión de algo del punto muerto con mi alma, aún no sé con certeza que es, pero por las noches me tortura con terribles pesadillas sobre alguien que asesina brutalmente a todos los que conocí y termina destruyendo el planeta. Algo en el punto muerto se fusiono conmigo.

     Me he abstenido de mis tentaciones pero ya no puedo más. Los listones, puedo verlos con la mente sin necesidad de abrir mis ojos, cada universo tiene un color distinto, aprendí a distinguirlos hace dos años. Y ahora. . .

     Logro avistar el listón de color turquesa, las puntas de mis dedos lo alcanza a tocar, el corazón me palpita rápidamente dentro del pecho; entonces una mano se posa sobre mi hombro haciéndome perder la concentración.

—Kira— dice la voz de mi padre, abro los ojos lentamente pero no lo miro, sigo dándole la espalda —Espero que no estés. . .

     Me levanto violentamente y quito su mano de mi hombro, lo confronto cara a cara, la sangre me hierve bajo la piel y los ojos se me ponen vidrioso. Tengo un nudo en la garganta.

— ¡No lo soporto!— logro por fin gritarle después de unos segundos — ¡Ya estoy harta! ¡LO QUIERO VER!

—Kira. . .

— ¡Maldita sea, papá! ¡¿No entiendes lo que siento?! ¡ES COMO SI ME DESMORONARÁ INTERIORMENTE! ¡ES CÓMO. . . CÓMO SI ME HUBIERAN ARRANCADO EL CORAZÓN!

—Agh, ¡ya cállate, exagerada!— me grita mi hermana, camina hasta donde me encuentro con los brazos cruzados sobre su pecho.

    Corro hasta ella, me le lanzo encima, estoy furiosa, ¡no puedo soportarla en este estado! ¡Le voy a arrancar la cabeza! Se cubre el rostro con los antebrazos, intento golpearla pero logra empujarme con la planta de sus pies, caigo de espalda. Me apresuro a levantarme y formo una esfera de energía violeta en mi mano, alzo el brazo para lanzarla pero alguien la detiene. Me quedo paralizada.

—Hermanos que no pelean no son hermanos, ¿verdad?— me dice la persona que me ha detenido.

    Miro sobre mi hombro, unos cabellos color lila se ondean con el viento, el corazón también se me paraliza dentro del pecho, he dejado de respirar. Deja caer lentamente mi mano. ¡Por los cielos! ¡No soy capaz de mirar atrás! ¡¿Y si es una más de mis ilusiones?! ¡¿Y si es real?!

    Elevo la mirada, mi padre se ha dado media vuelta y se ha ido caminando, su capa se ondea mientras que mi hermana me dedica una media sonrisa. Trago saliva.

— ¿Me vas a seguir dando la espalda, tonta?— dice la voz nuevamente.

   Aprieto los ojos y doy media vuelta. Unas manos me toman por los hombro pero yo no me atrevo a abrir los ojos, tiemblo en donde me encuentro y contraigo más los parpados para que las lágrimas se queden dentro.

—Hola, Kira— musita tiernamente esa persona.

    Por fin abro lentamente los ojos pero con la cabeza agachada, miro sus botas; las cuales son amarillas y con un logo de "CC". Las lágrimas en al pasto sin previo aviso, es entonces cuando elevo la mirada. Sus profundos ojos azules cruzan miradas con mis ojo (que puedo jurar se han vuelto rosas), las mejillas se me tiñen de rojo y ahogando un grito lo abrazo, escondiendo mi rostro en sus vestiduras.

— ¡Trunks!— grito con la voz temblorosa.

     Sus brazos me rodean, estrechándome contra su fuerte pecho.

—Pe. . .pero, ¿C-Cómo?

—Las esferas del dragón son muy especiales y tu. . .— me responde pero no termina la oración.

    Nos separamos ligeramente, asomo mi cabeza por un costado y veo a mi madre de pie detrás de Trunks. . . ella lo ha traído. Le sonrío y vuelvo a mirar al pelilila.

—Trunks. . . yo. . .— comienzo pero me pone el dedo indice en los labios.

—Yo seré siempre parte de ti, ¿no?— me pregunta sonriendo.

    Asiento frenéticamente.

—Y tú, Kira, SIEMPRE SERÁS PARTE DE MÍ— concluye.




HOLA AMIGAS Y AMIGOS!! *SE LIMPIA LAS LÁGRIMAS Y SE LIMPIA LA NARIZ*

 ESPERO QUE DE VERDAD HAYAN DISFRUTADO TANTO COMO YO ESTA PRECIOSA HISTORIA! AGRADEZCO INFINITAMENTE A MIS LECTORES (O SEA A USTEDES xD), A MIS VOTANTES Y SUS COMENTARIOS! NUNCA CREÍ QUE LLEGARA A TANTAS LEÍDAS Y ESTO ME HACE SENTIR MUY ORGULLOSA Y AGRADECIDA :3

¡ESPECIALES GRACIAS A LOS QUE SIGUEN MI HISTORIA DESDE EL PRINCIPIO!

ESTOY MUY FELIZ DE HABER COMPARTIDO ESTO CON USTEDES.

NOS VEMOS!

¡¡¡¡ARIGATO GOZAIMASU :3 !!!




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