|Dragon Ball RA| |SAGA DIOSES|

Capitulo 13

Narra Kira

    Miro a Trunks directamente a los ojos, él si trae puesta sus ropas, ¿pero que hace él aquí? ¿Estaremos muertos? Los ojos se me llenan de lágrimas, no, él no puede estar muerto. ¡¿Qué estoy pensando?!

    Sacudo rápidamente la cabeza y me le quito de encima con las mejillas enrojecidas y las manos cubriéndome el pecho. Él se levanta de inmediato y ambos nos damos media vuelta para evitar mirarnos.

— ¿Qué haces aquí?— le pregunto aun sonrojada.

—No lo sé, ¡ni siquiera sé que es este lugar!

—Pues... ya somos dos.

    Flexiono mis rodillas y las pego a mi pecho para luego poner mi mentón sobre estas.

—Toma... póntelo— me dice Trunks. Miro sobre mi hombro, se ha quitado la camisa y me la está ofreciendo, aprieto los ojos y se la arrebato de las manos. Me la pongo rápidamente y me levanto.

—Gracias, híbrido— le digo intentado hacer desaparecer el rubor de mis mejillas. Pero no me responde.

      La camiseta me llega justo por debajo de los glúteos y las mangas me llegan un poco arriba del codo. Es negra... y huele muy bien. El de pelo lila no me mira, se mantiene dándome la espalda, desvío la mirada al suelo, ya no hay sangre y no logro escuchar las voces dentro de mi cabeza.

—Espero que un día me puedas perdonar— mascullo sin mirarlo.

—No sé si eso pueda ser posible— me dice con la voz endurecida.

     Instantáneamente los ojos se me llenan de lágrimas, me cubro el rostro con ambas manos, después las quito y lo confronto.

— ¡Tú no tienes ni la más mínima idea del infierno por el que tuve que pasa desde que era una niña!— le grito.

      Entonces se levanta violentamente y se acerca a mí, clavando su mirada sobre mis ojos.

— ¡Esa no es justificación para hacer lo que hiciste!— me rezonga.

—Tú no tuviste que sufrir toda tu vida, ¡eres un malcriado y egocéntrico, idiota!

      Con el puño cerrado me golpea en el pómulo izquierdo, caigo al suelo, mis manos sienten nuevamente el tibio líquido, la sangre vuelve a fluir por el suelo. La ira me invade internamente, no puedo herirle...

      Me toco la zona herida mientras lo miro, el golpe me ha dolido bastante, al parecer... aquí somos iguales.

— ¡Maldito híbrido!— bramo.

— ¡Nunca te perdonaré por lo que hiciste!

      Ya no lo soporto más, con la mano abierta le planto una bofetada en la mejilla, las lágrimas me recorren los pómulos y caen de mi mentón, ¡lo he golpeado! Mis dedos quedaron pintados al rojo vivo en su piel, se toca la herida con la yema de los dedos sin aparar la vista de mis ojos.

—Me... me...— musito a punto de romper en llanto —Me... arruinaste la vida.

      Sus pupilas se dilatan y su rostro muestra sorpresa.

—Por tu culpa... estoy...— hago una pausa, caigo sobre mis rodillas me cubro el rostro con las manos —Estoy prensada a ti... aunque no te ame...

— ¿Eso qué significa?

— ¡Que no podre amar a otra persona que no seas tú!— grito —Además...— mis mejillas se pintan de rojo —... Creo que... nunca podré amarte... así que estoy jodida.