Otra vez una familia...

Capítulo 35

Luego de que los chicos se vallan, mejor dicho que los echaran, me puse a pensar en los viejos tiempos que viví con todos ellos. Los momentos tristes, los felices, las peleas, las reconciliaciones, los paseos, las canciones desafinadas, los conciertos, los ensayos, todo.

Mi vida dio un giro inesperado desde que los conocí. Arme una familia, conocí lo que es tener el corazón roto, lo que es el amor no correspondido, aprendí a confiar en las personas, que es algo que me costó mucho. Con el tiempo pude saber que no todas las personas te usan para su beneficio.

Y todo esto es gracias a ellos, que me aceptaron con todos mis errores y siempre estuvieron para enseñarme cosas de la vida.

***

Estaba contando ovejas, cuando se abre la puerta y entra el mismo doctor que la otra vez.

-Buenos días ¿Cómo te sientes?

-Buenos días. Me siento bien, aunque un poco débil.

-Es normal. ¿Hablaste con tus amigos?

-No, hoy les voy a contar. Hoy vienen todos.

-Me alegra que te decidieras a contarles. Si me permites, te doy este folleto en el cual explica ciertas cosas que deberías tener en cuenta.

-Gracias... si es algo de alguna institución para anoréxicas... ya estuve en una y... fue peor, lo único que me hace bien es realizar una lista diaria en la cual me informe lo que tengo que hacer y a qué hora.

-Supongo que hay algunas que no les gusta tener esta enfermedad y tratan de buscar alternativas que funcionen. Bueno, tengo que seguir con mi visita diaria. Nos vemos luego.

-Nos vemos.- Este doctor no es como los mucho que tuve. Deje el folleto sin ver en la mesa de luz, y lentamente caí en los brazos de Morfeo.

Muchos brazos abrazándome o revolviéndome el pelo me despertaron. Confundida me asuste por la repentina acción. Cuando vi que eran ellos no pude evitar despertar de golpe y abrazarlos... y llorar.