P.O.V. María
Salimos del avión y las nubes en París amenazaban con tormentas. El tiempo quiso ayudar a que mi cuerpo doliera más de lo habitual pero solamente con pensar que estaba con el amor de mi vida en París no permití que eso ocurriera.
Comenzamos a caminar dirección al hotel y durante todo el camino hice fotos a todo lo bonito que veíamos por la calle. El arco del triunfo, la Catedral de Notre Dame... Y el famoso puente de las Artes del cuál estoy plenamente enamorada.
- Espérame-dije soltando la mano de Pablo.
Me acerqué más de cerca al puente y observé detenidamente la cantidad de candados. Llevé mi mano a mi bolsillo y saqué de él el candado que cogí antes de irnos.
- Pablo... ¿No tendrás por casualidad un rotulador? El mío lo he debido de perder por el camino...
Tras escuchar mis palabras se acercó más a mí, miró en sus bolsillos y negó con la cabeza.
- Jolines...
- ¿Para qué lo quieres?
- ¿Tú qué crees?
Le enseñé el candado y sonreí tímidamente.
- Ah, bueno... Si es para eso... Claro que tengo.
Le di un leve golpe en su brazo después de sentir cómo la tristeza que me había recorrido el cuerpo salía de golpe como un alivio, pensaba que no iba a poner el candado en el puente durante este viaje.
- ¿Quieres que lo escriba yo?
- Si tanta ilusión te hace...
Reí después de ver su rostro burlón. Tras escribir nuestros nombres en el candado, Pablo me lo ofreció y entre los dos lo pusimos en el puente.
- ¿Listo?-dije cogiendo su mano para tirar la llave al río Sena.
- Listo.
- ¿Siempre?
- Siempre.
Cogidos de la mano tiramos la llave al río y Pablo besó mis labios. Después de mirar por última vez el candado de nuevo empezamos a andar. Sin darnos cuenta en un día ya habíamos visto todos los rincones más bonitos de París.
- Tu veux aller où? (¿A dónde quieres ir?)
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Sin ti yo me pierdo [Pablo Alborán]
Fiksi Penggemar— Segunda temporada de "Nunca Estarás Sola" — Por un momento pensé que la vida y el destino se habían puesto de mi parte después de todo, por un momento pensé que la persona que me hacía feliz todos y cada uno de los días iba a permanecer siempre ju...