La boda de mi amiga

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Campanas, trajes, flores y amor en todos los rincones era lo que describía el día más especial de mi amiga Daianara. Todo era hermoso, la gran iglesia adornada con flores azules y verdes, una larga alfombra blanca marcando el paso de la novia y una música inconfundible de una boda. Todos se saludaban y escogían lugar para sentarse. Todos eran familiares y amigos cercanos de la pareja. Se puede decir q estábamos en familia.

Daianara era un manojo de nervios, verla de esa manera me estresaba demasiado. Pero no paso mucho tiempo cuando partimos para la iglesia. Las puertas se abrieron y comenzó la marcha nupcial. Todo fue algo completamente mágico, ver los rostros de los novios cruzarse en ese momento. Verlos unir sus miradas hizo que deseara que ese momento fuera de Zacarías y mío.  

La novia lucia bellísima de blanco y faldas pomposas. Parecía una princesa vestida de brillo plateado. El novio se veía guapísimo de negro y tuxido de pingüino. La rosa azul en su bolsillo principal le daba un toque romántico en su aspecto.

Los votos continuaron hasta decir “acepto”, un tierno beso serró la ceremonia y los novios salieron de la iglesia unidos como marido y mujer.

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La recepción se llevo a cabo en los jardines de la mansión del Alba. Las rosas blancas le daban un aire fino y delicado. El sol estaba en su punto perfecto y el día permanecía fresco. Los invitados gozaron de langosta y ensalada, seguido de vino de uvas blancas. El pastel de bodas fue partido y entregado a los invitados. El vals no faltó en ningún momento y los invitados acompañaron a los novios después de su primer vals.

La fiesta se extendió hasta el anochecer, que los invitados comenzaron a retirarse.

-         Hasta ahora todo fue un éxito.

-         Gracias a Dios que si, estaba muy nerviosa.

-         Si lo sé, tuve que echarte aire cuando veníamos de camino en la carroza.

-         Muchas gracias Elizabeth, no sé qué haría sin ustedes.

-         De nada. Oye… ¿Dónde está Haly?

-         Creo que se dónde encontrarla.

Nos dirigimos dentro de la mansión y justamente en la sala están Lucas y Haly. Nos escondimos para no interrumpir la conversación y sin poder aguantar comenzamos a escucharla.

-         ¿Qué tenias que decirme Haly?

-         Pues… es que llevaba varias semanas sintiéndome extraña.

-         ¿Extraña? –dijo mostrando curiosidad-

-         No podía comer nada sin regresarlo y todo lo que me da deseo de comer son dulces.

-         ¿Fuiste al doctor?

-         Si

-         ¿Tienes algún problema? –dijo preocupado-

-         No exactamente.

-         ¿Entonces?

-         Pues… vas a ser papá.

Hubo un incomodo silencio de cinco segundos. Lucas rompió el hielo con un grito de alegría y un abrazo tierno hacia Haly. Nosotras, aguantando las ganas de gritar igualmente, salimos de la mansión en busca de los demás. Mientras salíamos de la mansión, brincando y gritando de la alegría, fuimos sorprendidas por el esposo de Daianara.

-         ¿Por qué tanta alegría?

En ese momento salieron Lucas y Haly de la mansión. Lucas corrió hacia Armando y lo abrazo muy contento.

-         ¿Qué sucede Lucas? –pregunto muy confundido-

-         ¡Voy a ser papá!    

La cara de Armando cambio rotundamente de confusión a alegría. Eran demasiadas buenas noticias durante este día. Todos se dirigían a la mansión a buscar a mi padre y a Zacarías para darles las buenas nuevas. Cuando me disponía a unirme a todos, escuche un extraño sonido cerca de la gran fuente.

Camine hacia la gran fuente y mire por los alrededores. No pude ver nada fuera de lo normal y me incline a ver el agua cristalina y limpia de la fuente. En ella pude ver un reflejo turbio por el movimiento del agua. Por su forma pude saber que era mi reflejo en el agua. Pero en ese momento otro reflejo acompaño el mío. Me voltee rápidamente para ver quién era pero un saco de batatas cubrió mi cabeza dejando todo oscuro. Esa persona me llevo en sus brazos y pude saber que estaba lejos de la mansión porque no pude escuchar más el sonido de la fuente.          

Tuxidos y MascarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora