Tuxidos y Mascaras

Teatro Dramático

Hace dos semanas no recibimos noticias de los muchachos y tenemos una fiesta peligrosa. Hoy es viernes 26 de diciembre de 1808 y nos encontramos solas en el instituto ya que mi padre zarpó a Londres hace tres semanas. Terminamos las clases como de costumbre y nos encontrábamos en las habitaciones arreglándonos para la fiesta.

-          Te vez hermosa Elizabeth

-          Gracias Dai

-          Te falta algo –dijo mientras me pasaba la pequeña estaca de plata con el lirio-

-          Si, casi lo olvidaba

-          Para eso estoy yo –dijo Daianara mientras me ayudaba a ponerla en mi peinado alto-   

Todo parecía de un cuento de hadas. Debía admitir que nos veíamos totalmente diferentes. Daianara parecía una princesa con su traje color vino, falda voluminosa, escote en los hombros, diseños de enredaderas negras y guantes blancos. Sus prendas color plata con diamantes hacían juego con su pequeña diadema de brillantes en su medio peinado alto y rizado. Yo apenas me conocía. Debo admitir que me veía totalmente diferente con mi nueva imagen. Mi traje color anaranjado pastel se mezclaba bien con sus diseños amarillo claro. Era un traje con un corcel definido y largo. Sus faldas eran largas y acampanadas. Me sorprendía el brillo que tenia la tela de los bordados y diseños. Mi peinado es alto y deja caer unos risos atrás y dos hacia adelante quedando al lado de mis mejillas. Mis guantes eran hasta después del codo y mis prendas color oro. Les confieso que era la primera vez que usaba maquillaje y lápiz labial color rojo. Al terminar de arreglarnos Haly entro a la habitación con un hermoso vestido color dorado, lo que me sorprendió porque dejaba un poco al descubierto los pechos, sus prendas doradas, especialmente la gargantilla con rubíes que llamaba mucho la atención y guantes blancos de maya cortos. Sus cabellos sueltos y dos mechones recogidos hacia atrás dejando dos flequillos de cabellos al lado de su rostro.

-          Wow… Haly no conocía ese lado de ti –dijo Dai

-          Si lose, pero esto no me lo podría en mis sanos juicios-dijo un poco apenada

-          ¿Pero por qué? –dije un poco confundida

-          No me gustan los escotes muy provocadores y quien hizo mi maleta de trajes de fiesta fue mi madre

-          Oh… ¿A tu madre le gustan los trajes provocadores?- dije sorprendida

-          No pero quiere lo más pronto posible un yerno en la casa

-          Jajajajajaja que hará Lucas cuando visite tu casa –dijo Dai sin parar de reír

-          Eso no es todo –dijo Haly  

-          ¿Qué falta? –dijimos Dai y yo al mismo tiempo

-          Miren –dijo mientras sacaba un pequeño papel del bolso que llevaba

-          ¿Qué es? –dije muy curiosa

-          Es una lista de nombres, dijo que quería lo más rápido posible un nieto

-          ¿¿¿Qué??? –dijimos al mismo tiempo

-          Quiere ser una abuela joven

-          Eso sí es muy raro, si es por mi madre puede llegar a los ochenta y no le molesta- dijo Daianara –pero mi padre es casi igual que tu mamá, quiere un yerno lo más pronto posible.

-          Es hermoso escuchar sobre sus madres, ojala yo tuviera la misma experiencia –dije un poco triste-

-          No te preocupes Elizabeth, todavía tienes un padre que te ama y busca lo mejor para ti –dijo Haly-