The dress.

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Miraba al suelo, sin ninguna idea o pensamiento en la cabeza. Los dos hombres caminaban con toda la tranquilidad y en cualquier movimiento que hacía extraño, ajustaban el agarre contra mi piel. Seguramente sus dedos ya habían formado zonas rojizas. Sin embargo, por suerte la hermana Mary ya no se encontraba con nosotros y no debía oír su chirriante voz dominante.

Suspiré rezando para llegar donde me querían llevar esas personas y me dediqué a observar mi alrededor, pudiendo ver esas paredes mugrientas y desgastadas. Pero de repente, en ese color blanco casi amarillento de la pared, empezó aparecer rastros de sangre, y fresca por el olor que soltaba ese liquido. Arrugué mi nariz asqueada y me asusté viendo como la cantidad de sangre iba aumentando por más que seguíamos su procedencia. 

Los hombres aumentaron su velocidad al caminar y me aterroricé viendo como la mancha de manos humanas ensangrentadas se encontraban marcadas a la pared. Y cuando giramos una esquina, a unos metros, encontramos a Kit, tirado al suelo con un pequeño charco de sangre justo a su lado. 

Grité su nombre desesperada y preocupada, haciendo que el girara su cabeza lentamente hacia a mi. Sus ojos se encontraban entreabiertos y de su labio inferior, le recorría un hilo de sangre hasta la barbilla. Intenté deshacerme del agarre de los dos hombres, pero estos no permitieron alejarme de ellos.

- Debemos irnos de aquí, te esperan en otro lugar.- pronunció uno de ellos, con una voz fría, sin importarle lo más mínimo la salud de Kit. 

Justo cuando, tiraron de mi e iban a caminar, el rizado nos hizo frenar con su grito.

- ¡Cuidado!

Antes de poder reaccionar, uno de los hombres fue empujado contra la pared de forma violenta por algo desconocido. Su cabeza fue golpeada con tanta fuerza que quedó inconsciente en el suelo con un hilo de sangre saliendo de su oreja. El pulso se me aceleró y mis piernas temblaron. Quedé estática y de repente, escuché un quejido justo a mi lado, para a continuación que el hombre a mi lado cayera al suelo, igual que el otro. 

- ¿Qué esta pasando Kit?- pregunté asustada y lo miré con la respiración muy agitada además que con el corazón casi sobresaliendose de mi pecho.

La bombilla que se encontraba encima mía, empezó a parpadear de forma terrorífica y yo solo pude observar a Kit, con necesitad de saber que estaba ocurriendo allí.

- Son ellos...están aquí.- murmuró como pudo y empezó a toser.

A puras penas pude escuchar sus palabras, cuando de repente, una mano agarró la mía asustándome. El hombre que había caído inconsciente detrás mio, ahora me miraba con sus pupilas negras y una sonrisa escalofriante. Grité horrorizada y forcejé para que me soltara, aunque era inútil. Otra de sus manos tomó mi segundo tobillo provocando que me cayera al suelo. Oí como Kit gemía mi nombre como grito asustado y yo mientras di patadas al aire, intentando que me soltara. Gateé hacia atrás ciega por donde iba y de repente, mi mano tocó algo. Giré mi cabeza observando que tenía uno de las porras que utilizaban ellos, las cuales eran modificadas con pinchos afilados en cada centímetros de el objeto. 

La agarré y con mi mano temblando, empecé a golpear sus manos, provocando heridas graves en esa zona, hasta que casi las destrozaba. Mis manos iban siendo salpicadas por la sangre por cada golpe e intenté no pensar en lo poco higiénico e inhumano era lo que estaba haciendo. Una vez esas manos dejaron de tomar mis tobillos, pude ver como había dejado un tono oscuro a esa zona. Fruncí el ceño y toqué mi piel, sintiendo un escalofrío horrendo al momento.

- ¡Addison detrás tuya!- gritó a todo pulmón Kit y cuando lo escuché, giré mi cabeza para ver como el otro hombre, con sus ojos negros como el carbón también, se lanzaba encima mio con un cuchillo en mano.

Asylum #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora