Final (III)

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Luke

Por quinta vez, intenté levantar mi culo para poder salir de aquí y poder matar a cualquier cosa que se interpusiera en mi camino, sin embargo mi objetivo mental no podía realizarse ya que ellos me mantenían en una sala y supuse que habían cientos de ellos allí, ya que me sentía como si se me hubieran arrebatado toda fuerza en el cuerpo, literalmente. Tenía esa sensación amarga en mi boca y mi pecho se encontraba presionado por el sentimiento de preocupación e impotencia por cada segundo que Addison me venía a la cabeza.

Respiré con profundidad intentando no perder mi cordura y sin querer mostrar mis sentimientos ante ellos, ya que durante todos esos años de mi vida, había aprendido que hacerlo podía tener consecuencias más que espeluznantes. Así que como mis brazos pudieron, me arrastré por el suelo hasta llegar a una pared no muy lejos de mi para poder apoyar mi espalda y dejar caer mi cabeza hacia arriba, cerrando los ojos al mismo tiempo. 

Estaba en la mierda. No sabía que tenían planeado, me volvían a tener en sus manos como hará años atrás, me tenían colgando de un hilo tan fino que se iba a romper antes de que nadie pudiera hacer nada. Tenía claro que si tocaban a Addison y/o a nuestro bebe floreciendo dentro de ella, sería su manera de vencer, yo ya no lucharía más, podrían hacer lo que quisieran conmigo ya que yo hubiera perdido mi razón para seguir luchando, para intentar seguir cuerdo. 

De repente, el aire se heló como si estuviera al Polo Norte, aunque no me moví, no quería que pensaran que me influían en todos los sentidos, menos sentimientos fuera más seguridad para mi. Entre la oscuridad del lugar, unos ojos espeluznantes surgieron y se clavaron en mi cuerpo, haciéndome sentir pequeño, una sensación horrible.

- ¿Qué quieres ahora?- escupí con todo mi cuerpo tenso, manteniendo la mirada a esa cosa inhumana, queriendo parecer más fuerte de lo que era.

- Oh, vamos cálmate amigo mio, tengo buenas noticias para ti.- su voz oscura y horripilante que conseguía erizar mi piel, tenía un tono divertido que hervió mi sangre.

- No me interesa nada de ti capullo.- dije en el mismo tono que antes, y dirigí mi mirada a otro lado, como si perdiera el interés en él, cuando la verdad era que tenía más del cien por ciento.

- Vaya, pensaba que te interesaría saber que tu amada venía a tu rescate después de ser enterada del destino que le espera dulce caballero- dijo, con una gran sonrisa asomándose en esa oscuridad mientras todo mi cuerpo se paralizo ante esa información. Apreté mis dientes juntas, conteniendo las ganas de gritar y de expresar alguna gota de sentimiento- ¿Quien sabe? A lo mejor tenemos más de un destino que acabar aquí.

Mi cuerpo detectó esa indirecta como una amenaza y no pude contener el grito como negación.

- ¡No! Por favor, ¿No me queréis a mi? Siempre he sido yo, Addison solo ha sido un acontecimiento extra para vosotros- hablé con desesperación, intentando torpemente de proteger a la chica que amaba, pero sabía perfectamente que  era inútil todo lo que dijera, ellos siempre conseguirían destrozar todo rastro de amor o esperanza en mi vida-. No la toquéis, soy todo vuestro, matarme a mi, no a ella.

- ¿Pero que tendrá de divertido si ambos no tomáis las consecuencias?- río sin gracia, disfrutando de mi desesperación y de como estaba jugando conmigo si de un muñeco me tratase. Inesperadamente, sentí una energía helada agarrar mi cuello y al cabo de cinco segundos, mi cuerpo fue alzado al aire contra la pared, dejándome casi sin oxigeno. Mis pulmones pidieron oxigeno a la vez que se estrujaron con fuerza y lentamente. Justo en ese momento, se escuchó un grito de una voz demasiado familiar para mi, helando por completo mi sangre de golpe-. Oh vaya, ya está cerca tu muerte. 

Y de la nada, dejé de sentir esa presión contra mi cuello consiguiendo respirar sin embargo mi cuerpo falleció cayendo contra el suelo de manera violenta, provocando que soltara un gemido de dolor demasiado alto. Sentí como poco a poco me quedaba con menos energía, ya sin poder moverme de donde me encontraba en el suelo, mientras jadeaba en silencio sintiendo mi costilla doler como mil infiernos y en eso, escuché mi nombre ser gritado con desespero. 

Asylum #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora