Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)

Auto-Tune y Peleas 2

¡Para que ya no se estresen les dejo éste capítulo!

Y a lo que vamos:

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Cuando nos sentamos frente al gran escritorio de su representante los dos estábamos serios, nuestra conversación en el auto había dejado todo muy claro de ambas partes. Tom no quería que yo me quedara en Vegas si el tenía que irse a entrenar a Alemania por unos meses antes de la pelea y yo no quería volver a Alemania, especialmente después de la desagradable bienvenida de mi suegra y con pleno conocimiento de lo inútil que era al no poder pronunciar palabra en alemán.

Suspiré cuando el hombre mayor que se encargaba de Tom comenzó a hablar, le dio una ojeada a un documento impreso antes de alzar la voz y hablarnos claramente.

- Esta es la buena, Cohete. - Le dijo con una sonrisa. Tom asintió y lo miré de reojo cuando lo hizo, estaba serio, muy distinto a como usualmente lucia: despreocupado y alegre. Apreté mis manos sobre mi regazo e intenté mantener la mente abierta a las posibilidades.

- Me gusta como suena, me gusta... - Tom le dijo y se inclinó hacia el frente desde su asiento. - ¿Cuál es el plan?

- Bien, - el hombre se colocó unos anteojos para leer y comenzó a explicarnos cómo estaban las cosas dispuestas para la pelea - pelearas contra Georg Listing, es de los mejores pero le ha costado... - Tom asintió. - También es Alemán, hemos decidido que la pelea se haga allá, será más interesante ¿no?

- Sí, sí, claro. - Los ojos de Tom se voltearon hacia mí y puso su mano sobre mi rodilla, sin pensarlo puse mi mano sobre la suya y ésta dio vuelta para entrelazar los dedos con los míos. - ¿cuándo?

- En Abril. - Dijo, le dijo las fechas que se habían estado negociando y Tom le respondió que lo mejor sería a mediados de aquel mes, no supe en que se basaba para decidir eso, pero sostuve sus manos con nervios. - Cuándo se quieran ir a Alemania, ya encontré una casa perfecta en Lübeck en una zona donde hay unos... - Tom no lo dejó terminar, se echó hacia atrás en la silla al negar con la cabeza y repetir "nee, nee."

- Está muy lejos, busca algo en Potsdam que ésta más cerca y es más parecido a Berlin. - Le indicó y me echó una ojeada, lo miré fijamente y no pude evitar preguntar.

- ¿No te quedarás con tus padres?

- No, - encogió los hombros - ¿para qué? Ellos viven más lejos y mamá odia lo que hago.

Suspiré con alivio cuando supe esto, le di un apretón a su mano, si hacía un par de entrevistas por adelantado podría redactar desde Alemania y enviar a la editora mi trabajo sin problema alguno, ¿no? Le di una sonrisa a Tom cuando volvió a mirarme.

- ¿Y de cuánto estamos hablando? Saben que me va a costar mudarme a Alemania aunque sea unos meses, ¿verdad? - Tom volvió la vista a su representante.

- Pagan bien. - Respondió antes de buscar más entre sus hojas. Solté la mano de Tom, esa parte no la quería ni necesitaba escuchar. Recordé lo que me había dicho Emilie sobre las estupideces que hacia su esposo por dinero. "Tom vende su salud por unos cuantos miles..." pensé, "¿o le gustará que lo golpeen?"

- Yo... espero afuera. - Tom alzó la mirada pero no me dijo nada.

Salí de allí y me senté en uno de los sofás de la recepción, me habría gustado saber exactamente que hacer, pero no tenía idea de nada, solo de que no quería perder a Tom. Ni a él ni a mi empleo.

Crucé una pierna sobre la otra y apoyé el codo sobre mi rodilla al apoyar la barbilla en la palma de mi mano.

"Tengo que aprender alemán", pensé, "y no será fácil. Además tengo que hacerlo cuánto antes." Cambié de posición, cruzando la otra pierna. "Tengo que consultar lo del trabajo con Jen, si es posible tendré mucho trabajo los próximos meses." Me eché hacia atrás en el sofá y cogí mi móvil para ver la hora. "Podría comenzar a trabajar en una novela corta..." Guardé el móvil y me di cuenta de que no tenía idea de que hora era.