Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)

Ahora Son Dos

Bueno, espero  no les molesté la hora... ni el día... 

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Lo habíamos hablado, no teníamos prisa pero queríamos hacerlo todo antes de su gran pelea con Listing.

Mis padres de volvían locos con todo el asunto y los padres de Tom eran una historia muy similar.

A pesar de que todos estuvieran felices (sorprendentemente la madre de Tom nos había felicitado alegremente), también todos pensaban que era demasiado pronto. 

Emilie estuvo entusiasmada con la noticia, nos escribíamos con regularidad y cuando le di la noticia, ella solo me dio la bienvenida al club.  

La cosa que nadie comprendía era por qué Tom y yo estabamos intentando planear una boda en dos meses. 

Suspiré cuando lo vi corriendo con Olly detrás suyo. Habíamos salido a correr, pero como era usual yo me quedé atrás y ahora estaba siguiéndolo a un paso que aunque era bastante rápido no era tan rápido como el suyo. 

- ¡Si no continuas perderás el ritmo! - Me gritó Tom. 

- ¡Pero estoy corriendo! - Le grité apenas con un poco de aliento. 

- ¿Segura? - Vi a Tom girar la cabeza con una sonrisa burlona en el rostro. - ¿Cómo? ¿Estás cansada? ¡No me has dejado tocarte desde que llegamos! 

Lo cierto era que mientras dormiamos en una cama que no era la nuestra sino la de la habitación de invitados en la casa de su hermano yo no me permitiría hacer nada con Tom. No podía pensar en lo incómodo que sería con Bill si él se diera cuenta... simplemente estaría muy mal. 

Seguí a Tom sin decirle nada más y cuando terminamos apenas me podía mover, sentía ardor en las pantorrillas y en los músculos arriba de las rodillas. Olly pareció notar mi descontento y fue a lamerme las piernas como diciendo "anda, no está tan mal", el animal podía seguirle el paso a Tom sin problemas. 

- Entonces... ¿qué has pensado sobre la boda? - Le pregunté a Tom. 

Él encogió los hombros. 

- Me gustaría que fuera en casa... en donde nosotros vivimos, Vegas. - Asentí, parecía una idea justa ya que ni su familia ni la mía vivía ahí. - ¿Tu? 

- Quiero que sea contigo. - Bromeé y lo vi reírse. 

- Qué mala suerte, pensaba enviar a Bill en mi lugar. - Me respondió. - Nada que una peluca y unos meses sin afeitar no puedan cubrir. 

Me reí solo un poco porque me dio tos al quedarme sin aliento, a mí me costaba mucho trabajo recobrar el aliento a diferencia de él. 

- En realidad solo he pensado que no quiero nada grande, ¿qué tal si nos casamos en un jardín? Solo con tu familia, mi familia y uno o dos amigos. Nada de iglesias ni 200 invitados por confirmar, una cena y luego ¡bam! Somos marido y mujer. 

Tom asintió y cogió mi mano. 

- ¿De verdad es eso lo que quieres? - Me preguntó, mirándome a los ojos.

Le sonreí y asentí con la cabeza, eso era todo lo que necesitaba y era más de lo que quería. Se lo dije y a pesar de que tenía la frente sudada él me besó la frente. 

- ¿Qué quieres tú? - Le pregunté.

Tom encogió los hombros. 

- Creo que también quiero eso. - Me respondió con una mano en la cintura. - Me gusta la idea, de seguro así no habrá fotos en internet.