Buzón de Quejas

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// ¡Volví!

¡Espero que les guste!//


Entré al departamento con ganas de romper algo. Tanto tiempo desperdiciado... Jake me lo había dicho: trabajando en la televisión y en Las Vegas era una pésima combinación...

El resto de la noche ignoré las llamadas de Tom y hablé con mi agente, preparándome para enviar mi renuncia y arreglando las cuestiones legales; pero no sabía como hacer para no contarle sobre todo el asunto a Tom, ni siquiera se lo conté a Jen, me quedé frente al sofá viendo televisión e intentando calmarme.

Iba y venía entre la molestia y la frustración; el hecho de que mi teléfono no dejara de sonar no me ayudaba en absoluto...

●●●

Al día siguiente estaba más tranquila desperté tarde como nunca y me tomé mi tiempo en la ducha con el teléfono apagado, me vestí y desayuné frente a la televisión. Un par de horas después de pararme de la cama llamaron a la puerta, fui a abrir y me encontré a Tom, él estaba ya cambiado después de su sesión de entrenamiento matutino. Me aparté y lo dejé pasar. Él se dio la vuelta y me observó por momento en el que me sentí torpe, rara y desganada...no estaba de humor para bromear y reír con Tom, que por el ejercicio estaba de buen humor por las mañanas.

- Te estuve llamando pero no contestas, pensé que te había pasado algo... - Encogió los hombros y le sonreí en agradecimiento por su preocupación. Se veía que no sabía que hacer consigo mismo, estábamos de pie el uno frente al otro en medio del cortísimo pasillo entre la puerta de entrada y la sala de estar. 

- Estoy bien, como puedes ver... - me reí suavemente e intenté actuar con normalidad pero Tom acortó la distancia y colocó su mano sobre el costado de mi rostro y frunció el ceño.

- ¿De verdad? - Incliné la cabeza hacía su mano y puse la mía sobre su antebrazo al darle una sonrisa tensa que debería de lucir mucho más como una línea que una sonrisa. - ¿Es por algo de lo que hablamos ayer?

Asentí con tristeza.

- Sí, Tom... es solo que... - suspiré abatida, Tom dio un paso al frente y frunció el ceño de nuevo.

- Mira, si no estás segura... no tienes que hacerlo, tal vez es muy rápido para ti... yo lo entiendo, es que yo...

- No, no Tom... - Cogí su rostro en mis manos del modo que el lo hacía con el mío. - ¡Me mudaré contigo hoy mismo si tu me dejas! - Él me dedicó una sonrisa de lado y asintió rápidamente pero continuó examinándome con sus ojos cafés. - Lo que pasa es que renuncié.

- Bueno Anna, ya encontraras otro trabajo, de todos modos, ellos no te valoraban. - Intentó consolarme. Negué con la cabeza y luego asentí pero bajé la vista.

- Es que siento que no era la manera. - Le confesé. Él me miró con un signo de interrogación escrito en sus facciones. - Fui a hablar con Fred, el productor, entré a su oficina y le dije que no me agradaba lo del comercial y que tal vez me podría dejar escribir mis propias capsulas, ya sabes, hacer reportajes interesantes... - Tom asintió, sus manos habían caído sobre mi cintura y las mías habían caído a sus hombros. Estaba consciente de lo mal que me veía al hablar, pero no le había contado a nadie y debía hacerlo, porque aquello que había pasado era un insulto enorme para mí, me había comenzado a preguntar cuántas habrían caído en esos juegos a diferencia de mí. - Me dijo que si yo necesitaba que él me hiciera un favor él necesitaba que yo le hiciera un favor, Tom, ya sabes por dónde iba la cosa...

- ¿Te hizo algo? - La voz de Tom tenía un tinte oscuro, su quijada se tensó y su mirada fue muy dura a partir de ese instante. Estiré la espalda para verme tan alta como fuera posible y negué fervientemente con la cabeza.

Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now