Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)

Auto Tune y Noticias FINAL DE TEMPORADA

Bueno, me he tardado en subir pero al fin acabé el semestre (¡y ésta vez, vaya que lo sufrí!), así que aquí está, el último capítulo de la temporada:

NO. ME. MATEN. :)

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Jonah plagaba mi teléfono con fotos de sus vacaciones mientras él y su novia, Melanie, paseaban por Baltimore en vacaciones. Era la primera novia seria que tenía desde que entró a la universidad y parecía que la cosa entre ellos iba muy, muy en serio.

Mientras él disfrutaba su bonita etapa como novio, yo pasaba la mitad del día corriendo detrás de alguna, si no de ambas, niñas... A Danny ya le daba por intentar trepar cosas y Hannah se la pasaba dando tumbos por toda la casa buscando a papá.

Siempre me costaba trabajo mantenerlas tranquilas, lo único que parecía tranquilizarlas era aquel horrible programa de Peppa Pig. Un año y tres meses, y aquellas dos no tenían conflicto alguno en causar problemas.

- ¡Bonita, pero qué haces! - Corrí hacia Danny.

La niña estaba trepada en el sofá de la sala haciendo equilibrio para dar un salto hacia un estante que estaba detrás. Obviamente no se lo permitiría.

La cogí en brazos y le acomodé el vestido amarillo, haciéndole cosquillas en la barriga. Escuché las risas aguditas de la niña y luego la llevé conmigo en busca de su hermana.

- Tú y tu hermana son unas locas... ¡locas de verdad! - Le dije.

Pasaba la mayor parte del tiempo hablando con las niñas, a Tom a veces le preocupaba, pero se había acostumbrado.

- ¡Anana! - Gritó Danny al ver a Hannah, no habían pronunciado sus primeras palabras aún, pero le habían puesto nombres curiosos a algunas cosas.

Anana se traducía a Hannah; Addy era Danny, Ap era papá y Mi mamá.

Hannah estaba haciendo lo que más le gustaba, estaba tumbada en el suelo con Olly, jugando con las patas del perro que tumbado a su lado parecía haberse resignado al maltrato de la pequeña.

- ¡Guf! - Danny gritó con una sonrisa en el rostro.

La bajé y me senté con las dos niñas, admirando como Danny se tumbaba encima de Olly, sentándose en su lomo y mirándome con una sonrisa.

Me reí, era obvio que a Danny le hacía falta un caballo...

Saqué el teléfono y tomé una foto de las niñas para enviársela a mis padres, de seguro les causaría mucha gracia. Apenas lo hice escuché el timbre de la puerta. Hannah se dio la vuelta cuando escuchamos aquel sonido.

Cogí a las dos niñas de la mano y con ellas fui hasta la puerta, siguiendo al inquietísimo Olly que corrió hacia la entrada por delante de nosotras.

Abrí la puerta con cuidado, Danny ya estaba tan inquieta como Olly. Vi afuera, estacionado frente a la entrada el auto plateado de Emilie.

Mi amiga se bajó del auto y me saludó mientras caminaba hasta la puerta.

- Hola, no te esperaba. - La saludé antes de que mis niñas la distrajeran completamente, como lo hacían todos los niños.

- ¡Lo sé... y lo siento! - Me sonrió ampliamente, - es que no podía esperar...

Emilie alzó a Hannah del suelo y jugó un poco con su mano.

- Tenemos que hablar muy seriamente. - Me dijo ella con una gran sonrisa en el rostro.